Consultorio Yasss: “Llega el buen tiempo y no me atrevo a que mis amigos me vean en tirantes o bikini”

Aunque algunas personas viven la llegada del buen tiempo con alegría, para otras muchas supone un reto: exponer su cuerpo. Algo tan trivial como ponerse una camiseta de tirantes, ir a la playa con la pareja o disfrutar de un día de piscina con amigos, se convierte en un evento generador de ansiedad.

¿Detrás de la ansiedad? Un problema de autoestima, tal y como le ocurre a Sandra, una joven de 23 años que comparte con Yasss su testimonio.

“Cuando acaba el invierno me viene muchísima ansiedad porque sé que llega el buen tiempo, y mis amigos son muy de playa. No me atrevo a que me vean en tirantes o bikini, me agobio solo de pensarlo. Y lo que suelo hacer es evitar esos planes, pero este año no quiero renunciar a pasármelo bien. ¿Cómo puedo empezar a sentirme cómoda mostrando mi cuerpo?”, se pregunta.

Lo que le sucede a Sandra es muy habitual, más de lo que pensamos, pero quienes se sienten así, a menudo lo viven con vergüenza y secretismo, como si fuesen la única persona del mundo con esa preocupación. Si te pasa lo mismo, es importante que sepas que no estás sola y, sobre todo, que no tienes que ocultar tu cuerpo.

Esto es fácil decirlo, pero la gran pregunta es cómo lograr sentirnos cómodos en nuestra piel. La respuesta es “paso a paso”, es decir, siguiendo algunas recomendaciones que permitirán mejorar tu autoestima:

1. Deja de seguir a gente en Instagram que te hace odiar tu cuerpo

Las redes sociales deben ser un espacio seguro para la salud mental, pero tenemos la mala costumbre de seguir a personas que destrozan nuestra autoestima.

A veces, la otra persona no lo hace conscientemente. Por ejemplo, una amiga o una influencer con la que te comparas.

Otras veces, son cuentas que comparten consejos dañinos sobre alimentación y que nos hacen sentir culpables. Por ejemplo, un “experto” en nutrición que te anima a ayunar si comes mucho.

En ambos casos, la recomendación es la misma: silencia, deja de seguir o bloquea a esa cuenta.

2. Pasa de dietas restrictivas, solo te harán sentir culpable

La alimentación influye en tu autoestima más de lo que crees, y cuando es restrictiva, influye para mal.

Si durante días intentas comer lo mínimo para adelgazar, tu ansiedad va a ir elevándose poco a poco hasta que no puedas más. Cuando tu ansiedad llega al punto más alto, aumentarán las probabilidades de experimentar un atracón, es decir, de comer mucho y sin control. ¿Y qué pasa después? Que llega la culpabilidad.

Comer no debería ser una tortura, así que pasa de dietas restrictivas. Y si tu relación con la comida es mala y no sabes cómo cambiarla, busca ayuda profesional para mejorarla.

3. No esperes a adelgazar para comprar ropa que te gusta

Otro pequeño consejo con un gran poder es elegir la ropa acorde a tus gustos y no a la forma de tu cuerpo.

Si te gusta llevar prendas holgadas y oscuras porque es tu estilo, genial, pero si lo haces para “esconderte”, mi recomendación es que poco a poco incluyas variedad en tu armario.

Comprar ropa que te gusta te hará sentir más segura de ti misma y, sobre todo, te ayudará a aceptar tu cuerpo en vez de ocultarlo.

4. Comparte tus inseguridades con tus amigos

Tus amigos saben cómo es tu cuerpo, no se van a sorprender por verlo con menos ropa. Lo que quizá no saben es cómo te sientes por dentro. Con esto quiero decir que no debes ocultar ni tus brazos ni tu tripa ni tu culo ni tus piernas ni tus inseguridades.

Si tus amigos te han apoyado siempre y sabes que son empáticos y respetuosos, habla con ellos sobre las inseguridades que sientes para que puedan conocerte mejor y, a mayores, para adaptar algunos planes y que nadie se sienta incómodo.

Por ejemplo, si tuvieses un amigo que tiene pánico a conducir, otro se ofrecería a llevar el coche. Pues en tu caso es lo mismo: si ahora mismo te sientes inseguro o insegura exponiendo tu cuerpo delante de mucha gente, tus amigos pueden adaptar el plan y en vez de ir a una playa masificada, ir a una más íntima. Así, poco a poco podrás ganar comodidad para, en un futuro, enfrentarte a retos más grandes como ponerte bikini en esa playa llena de gente.

5. Crea una lista de planes que has pospuesto

¿Qué cosas has dejado de lado o pospuesto “para cuando adelgaces”? Anótalas. Puede ser ir a una playa, ir a un parque de atracciones, viajar en avión, hacer una ruta de senderismo, comprarte un vestido que te flipa… Lo que sea, escríbelo.

Después, ordena la lista en orden de “más fácil de cumplir” a “más difícil”, y comienza a exponerte a esos planes.

6. Acostúmbrate a ver tu cuerpo sin filtros de por medio

Si cada vez que pasas por un espejo apartas la mirada, cambia el chip y oblígate a mirarte. Sí, como lees, fíjate en ti: en tus pliegues, en tus estrías, en tus curvas o en las zonas planas. Conoce cada detalle de tu cuerpo para dejar de odiarlo y, poco a poco, empezar a respetarlo.

Lo mismo con las fotografías. Deja de esconderte detrás de todo el mundo o de filtrar las fotos para modificar alguna zona de tu cuerpo. A corto plazo, estos pequeños gestos te tranquilizan, pero a largo plazo destrozan tu autoestima.

7. Busca orientación psicológica si la necesitas

En último lugar, recuerda que el camino hacia una autoestima sólida es duro y que no tienes por qué recorrerlo a solas. Si no tienes herramientas para superar tus inseguridades, busca orientación psicológica.

Los psicólogos tratamos muchísimos problemas y uno de los más comunes es la baja autoestima, así que no te juzgaremos, no te forzaremos a hacer cosas con las que no te sientas a gusto y, sobre todo, no te criticaremos.