Día Mundial contra el Parkinson: ¿Qué enfermedades pueden confundirse con esta dolencia?

La enfermedad de Parkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más prevalente en la actualidad, según el documento “Abordaje del Parkinson y parkinsonismos”, elaborado por el Ministerio de Sanidad en 2022 y se estima que en 2050, el número de personas con párkinson en España será tres veces mayor.

El texto explica que esta patología y los parkinsonismos “se caracterizan por presentar un síndrome rígido-acinético como signo cardinal de todo el proceso neurodegenerativo”, es decir, son trastornos degenerativos del sistema nervioso central que afectan especialmente al movimiento. 

Síntomas de la enfermedad de Parkinson

Antes de enumerar los síntomas más habituales de la enfermedad de Parkinson, los cuales pueden confundir a la comunidad médica a la hora de diagnosticar otros trastornos, hay que apuntar que el párkinson es una enfermedad crónica y progresiva. Es por ello que no solo persiste durante mucho tiempo, sino que además es degenerativa y lleva al enfermo a un empeoramiento difícil de detener, puesto que aún se desconoce la causa concreta de que aparezca. 

En cuanto a los síntomas principales, el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos, señala los siguientes:

  • Temblor. Suele comenzar en una mano, en un pie o en la mandíbula, y aunque tiende a desaparecer por la noche, persiste en el tiempo. Es el primer síntoma que alarma a los enfermos y que está más asociado con el párkinson.
  • Rigidez. Por otro lado encontramos la resistencia al movimiento. Esta rigidez afecta a casi todos los enfermos, que experimentan una continua contracción en su musculatura. Esto les provoca un dolor constante y dificultades para mover las extremidades, especialmente los brazos.
  • Bradicinesia. “Esta disminución del movimiento espontáneo y automático es particularmente frustrante debido a que puede hacer que las tareas sencillas se vuelvan difíciles”, explican en el citado documento. 
  • Inestabilidad postural. Se trata de un síntoma lleva a que los pacientes de esta enfermedad sean propensos a caerse.

Además de estos síntomas principales hay otros que están asociados, como depresión, cambios emocionales, dificultad para tragar y masticar, cambios en el habla, problemas urinarios o de estreñimiento, problemas de la piel, dificultad para dormir, , demencia y otros problemas cognitivos, hipotensión ortostática, calambres musculares y distonía, fatiga y pérdida de energía, y disfunción sexual.

Confusión con el párkinson

La aparición de estos síntomas en otras enfermedades pueden llevar a un diagnóstico erróneo y que estas terminen siendo consideradas como párkinson. De hecho, tal y como afirman los autores del estudio “The differential diagnosis of Parkinson's disease”, el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson “continúa siendo un desafío con tasas de diagnóstico erróneo de hasta el 20-30% en las primeras etapas”.

Respecto a las patologías que pueden confundirse con esta dolencia, en la Clínica Biomédica Ascires explican que “los parkinsonismos atípicos son patologías también neurodegenerativas que, en sus primeras fases, se pueden llegar a confundir con el párkinson. Sin embargo, evolucionan de manera diferente, alcanzan limitaciones motoras con mayor rapidez y no responden de igual forma a los tratamientos”, por lo que aseguran la necesidad de ofrecer un “diagnóstico preciso y precoz de estas enfermedades”.

Estas pueden ser las siguientes:

  • Atrofia multisistémica. Este proceso neurodegenerativo suele afectar a los sistemas nervioso y motor de las personas mayores de 60 años. “Cuando se da un predominio de los síntomas parkinsonianos, hablamos de atrofia multisistémica-parkinsonismo (AMS-P). Esta variante representa el 8% de los parkinsonismos”, detalla el documento “Abordaje del Parkinson y parkinsonismos”.
  • Demencia con cuerpos de Lewy. También es un trastorno neurodegenerativo asociado con los depósitos anormales de proteínas que también se encuentran en el párkinson, aunque en áreas más extensas del cerebro. 
  • Degeneración corticobasal. En ella se atrofian diversas zonas cerebrales. Sus síntomas iniciales comienzan en un lado del cuerpo, aunque termina afectando a ambos. Se trata de una enfermedad más rara que las anteriores.
  • Parálisis supranuclear progresiva. Esta enfermedad degenerativa y progresiva del sistema nervioso central aparece en la edad adulta y suele provocar problemas al caminar y mantener el equilibrio. 

Parkinsonismo de trastornos neurológicos

Además de las expuestas, las cuales suman síntomas a los habituales de la enfermedad de Parkinson, se pueden añadir otras patologías relacionadas con este trastorno. Tal y como exponen el  Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares antes citado, estas son las siguientes: parkinsonismo arteriosclerótico (causado por varios accidentes cerebrovasculares), parkinsonismo postraumático o síndrome del boxeador golpeado, temblor esencial (afección común que suele ser hereditaria y evoluciona con lentitud), hidrocefalia de presión normal (opresión en el cerebro por un aumento del líquido cefalorraquídeo) y parkinsonismo resultante de otras afecciones (enfermedad de Wilson, enfermedad de Huntington, enfermedad de Alzheimer, ataxias espinocerebelares y enfermedad de Creutzfeldt-Jakob).

Diagnóstico temprano

Para combatir cualquiera de estas enfermedades, incluida la de Parkinson, es muy importante ofrecer un diagnóstico temprano. En el ya citado documento realizado por el Ministerio de Sanidad se deja muy claro que “se promoverá la identificación temprana de signos y síntomas de la Enfermedad de Parkinson y otros parkinsonismos por parte de todos los profesionales sanitarios, especialmente en Atención Primaria”, a lo que se añade: “las personas con sospecha de Parkinson y parkinsonismos, derivadas desde Atención Primaria, serán atendidos en primera consulta por el neurólogo en un plazo no superior a dos meses”.