Parece mentira que hayan pasado ya 17 años desde que el complejo personaje de Don Draper tomara por asalto la televisión para marcar definitivamente la edad dorada de las series con 'Mad men'. Y lo cierto es que Jon Hamm, el actor que encarnará al encantador, misógino y prepotente creativo de Sterling Cooper, ha tenido una presencia sostenida en las pantallas desde entonces, siendo de momento la quinta temporada de 'Fargo' su último rol protagónico, mismo que ha compatibilizado con su participación de 'The morning show', la serie de Jennifer Aniston.

Ha sido una mesa redonda de actores dramáticos que Hamm compartió con and Matt Bomer, Clive Owen, David Oyelowo, Nicholas Galitzine y Callum Turner en el Georgian Hotel de Santa Monica. Entre los temas de discusión, han estado las mentiras que han dicho, los papeles que les han impuesto a lo largo de sus carreras, los directores con los que han trabajado y aquello que los hace realmente estremecerse en relación a la actuación.

En ese contexto, Hamm se ha referido a "la lección más importante que he aprendido en estos años de carrera y la que me hubiera aprendido antes". Dicha enseñanza no es, para Hamm, otra que el permitirse decir no. "Llegas a cierto punto en el que todo el mundo parece querer tirar de tí hacia muchas direcciones -ha explicado-. Hacia este lado o hacia el otro... Y simplemente tienes que recordar que puedes decir "no"y entonces todo se relaja y puede decir "hagamos esto y esto". Y te das cuenta de que realmente no necesitas hacer las otras siete cosas que te están pidiendo que hagas".

Para Hamm, es importante entonces ser tomar decisiones muy pensadas sobre los asuntos a los que queremos dedicar nuestro tiempo. "Cuando te las la oportunidad de decidir, y eliges las cosas en las que realmente te quieres implicar, estas se vuelven realmente especiales y adquieren más peso", señalaba.

Por último, ha recordado una anécdota suya con Lorne Michaels, el célebre productor de programas tan legendarios como 'Saturday Night Live', quien le dijo un día: "¿Cómo te vamos a extrañar si no pones un poco de distancia? Y creo que es una idea importante que te puede ser de mucha ayuda. Puedes decir no".

Jon Hamm siempre recuerda que entre los 20 y los 25 años hizo literalmente miles de audiciones en las que siempre cogían a "cualquier de los otros cuatro tipos que se parecían a mí y que ya eran estrellas". Para mayor complicación su agente también tiró la toalla sobre él y tuvo que volver a trabajar de camarero para poder subsistir mientras otros amigos suyos como Paul Rudd ya eran estrellas por derecho propio. Fue entonces cuando se puso como plazo la edad de 30 años. Si cumplida esa edad no veía futuro en la actuación, lo dejaría y volvería a su pueblo. Durante ese periodo se consiguió otro agente, empezó a tener pequeños roles en series y le llegó un guión de una nueva serie llamada 'Mad men'. La perseverancia es también otra lección de vida.