Realizar esta actividad sencilla y accesible de manera regular reduce el riesgo de deterioro cognitivo
Es especialmente adecuada para mayores con problemas articulares o de movilidad y no requiere equipos especiales
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Hubo una época en la que ejercicio y envejecimiento eran dos términos que no mezclaban bien, pero hoy tenemos claro que un estilo de vida activo es vital para tener una vejez saludable. Sabemos que hacer ejercicio sirve para contrarrestar la pérdida muscular asociada a la edad, mantiene los huesos sanos y previene la osteoporosis, refuerza el sistema inmunitario y reduce el impacto de las enfermedades y dolencias crónicas. Pero además de todo eso, la actividad física regular también tiene un impacto significativo en nuestra memoria y habilidades de pensamiento.

Así lo remarca un estudio de la Universidad de Harvard, que destaca que hacer ejercicio produce sustancias químicas que estimulan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro, así como la supervivencia de las células cerebrales. "Hay mucha evidencia detrás de esto”, ha afirmado Scott McGinnis, profesor de neurología en la Facultad de Medicina de Harvard.
En ese sentido, la institución destaca que existe una actividad sencilla y accesible que puede marcar una gran diferencia en la salud cognitiva de las personas mayores de 60 años. Se trata de caminar de manera regular, un hábito que no solo mejora la memoria, sino que también contribuye a mantener el cerebro activo y saludable, reduciendo el riesgo de deterioro cognitivo.
Un cerebro activo y saludable
Según los investigadores de Harvard, caminar al aire libre a un ritmo moderado revitaliza áreas clave del cerebro, mejorando la circulación sanguínea y el flujo de oxígeno hacia este órgano vital. Pero lo más relevante es que mejora el estado de ánimo, reduce el estrés, la ansiedad, el sueño y la depresión, factores que deterioran del forma significativa la capacidad cognitiva de las personas.
Además, caminar también mejora el equilibrio, la coordinación y contribuye a mantener un peso saludable, aspectos clave para el bienestar general de los adultos mayores. "Es probable que otras formas de ejercicio aeróbico que hacen latir el corazón produzcan beneficios similares”, admite el neurólogo de Harvard, pero pocas están tan al alcance de casi cualquiera, independientemente de su condición física.
Como ejercicio de bajo impacto, caminar es una actividad especialmente adecuada para mayores con problemas articulares o de movilidad. Además, no requiere equipos especiales ni instalaciones específicas y puede integrarse fácilmente en la rutina diaria, ya sea dando paseos por el parque, el vecindario o incluso en centros comerciales.
Como un medicamento con receta
El doctor McGinnis recomienda tomarse este hábito como si fuera un medicamento recetado para una enfermedad crónica, y ofrece las siguientes pautas para sacarle el máximo partido al ejercicio regular:
- Fijarse el objetivo de hacer deporte a una intensidad moderada, como caminar a paso ligero durante 150 minutos a la semana.
- Comenzar unos minutos al día e ir aumentando de 5 a 10 minutos cada semana.
- Tener paciencia, puesto que varios estudios han demostrado que se necesitan alrededor de seis meses para comenzar a cosechar los beneficios cognitivos del ejercicio.
Por su parte, la neurocientífica asociada a Harvard Lisa Genova, autora del libro 'Remember: The Science of Memory and the Art of Forgetting', recomienda combinar el ejercicio físico con técnicas cognitivas para mejorar la retención y recuperación de recuerdos en la edad madura.


