La edad en la que encontramos la felicidad, según Harvard
Una investigación concluye que el pico máximo de felicidad en la vida no acontece cuando la mayoría cree
El estudio destaca la importancia de las relaciones personales en nuestro bienestar emocional
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Cuando echamos la vista atrás en busca de los momentos más felices de nuestra vida normalmente solemos remontarnos a nuestra infancia, esa etapa en la que no hay preocupaciones y todo es descubrimiento. Sin embargo, lo que entendemos por felicidad, ese estado que perseguimos incansablemente ligado a emociones positivas y que depende de múltiples factores, realmente lo terminamos encontrando mucho más tarde. O al menos eso es lo que concluye la Universidad de Harvard.
Nos referimos al clásico estudio ‘Harvard Study of Adult Development’, que comenzó en 1938 y se dedicó a seguir a varias generaciones distintas de familias de los Estados Unidos a lo largo de las décadas. Este estudio suele considerarse como el más completo con respecto a longevidad y el que revela más pistas para llevar una vida sana y feliz.
En la investigación se hicieron miles de entrevistas, se recopilaron tubos de ensayo con su sangre, datos sobre su salud física y mental e incluso se recibieron donaciones de algunos cerebros. Después de analizar todos esos datos y parámetros, los investigadores determinaron que hay una edad en la que empezamos a ser conscientes de los límites de nuestra propia existencia y nos liberamos de todas las obligaciones que realmente no deseamos.
Una comprensión más profunda de la vida
Ese momento en el que las personas suelen "encontrar" la felicidad, ese estado de grata satisfacción espiritual y física, lo determinan a partir de los 60 años. Esto, según los investigadores, se debe a que a medida que las personas envejecen, desarrollan más aprecio por los momentos vividos y una comprensión más profunda de la vida, lo que contribuye significativamente a un mayor bienestar emocional.
Robert Waldinger y Marc Schulz, líderes del estudio, explicaban en el libro 'Una buena vida' que es a lo 60 cuando las personas comienzan a reconocer "los límites de la vida y la percepción real de la muerte". Además, a partir de esa edad suelen valorar mucho más su tiempo.
La importancia de las relaciones
Por supuesto, el estudio advierte que la felicidad es un estado subjetivo y, como tal, depende de las vivencias y experiencias de cada persona. “El hallazgo sorprendente es que nuestras relaciones y nuestra felicidad en ellas tienen una poderosa influencia en nuestra salud”, subrayaba Waldinger.
"Cuando recopilamos todo lo que sabíamos sobre ellos, no fueron sus niveles de colesterol en la mediana edad lo que predijo cómo envejecerían. Fue su nivel de satisfacción en sus relaciones. Las personas más satisfechas con sus relaciones en esta edad iban a ser más saludables a los 80", añadía el psiquiatra.
Los hábitos necesarios para ser feliz
En cualquier caso, lo investigadores insistieron en que no se debe esperar hasta los 60 años para disfrutar de la vida y recomendaban empezar a cultivar relaciones de calidad desde temprana edad. Entre los hábitos necesarios para ser feliz y llevar un envejecimiento saludable, la investigación destacó los siguientes:
- Mantener un peso saludable.
- Disponer de mecanismos maduros para afrontar altibajos de la vida.
- Matrimonio o relación estable.
- Ausencia de alimentos procesados, alcohol y fumar.
- Estar físicamente activo.
- Mantener amistades duraderas.
