¿Reflujo gástrico? Si además superas los 50 podrías tener una hernia de hiato

Aunque es una afección leve, sus síntomas podrías desencadenar consecuencias graves para la salud si no se tratan. PEXELS
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Nelson, de 52 años, acudió desesperado a su médico de cabecera porque desde hacía un tiempo su calidad de vida había menguado considerablemente. Sufría dolor de barriga después de cada comida y ardores en la boca del estómago que no le dejaban descansar ni de día ni de noche. Necesitaba una respuesta que no tardó en llegar: tenía una hernia de hiato que le estaba quitando el sueño (y años de vida).

Y es que, aunque leve, esta dolencia que sufre el 20% de la población española provoca una serie de molestias que se vuelven insoportables cuando se alargan en el tiempo y, si no se controla, puede derivar en afecciones mucho más graves para la salud, como una esofagitis.

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Si sufres ardores de estómago a diario y tienes más de 50 años, casi se puede aplicar el clásico dicho ‘blanco y en botella’ y acertar: como Nelson, tienes una hernia de hiato. Sigue leyendo para identificar otros síntomas que puedes estar sufriendo y no saber que se deben a la misma dolencia.

Otros síntomas que provoca la hernia de hiato

Además de la clásica acidez estomacal que refieren la mayoría de los pacientes diagnosticados, expertos en aparato digestivo del Hospital Victoria Eugenia Cruz Roja de Sevilla detallan estos otros síntomas de la hernia de hiato:

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  • Existencia de la regurgitación de líquido o alimentos previamente ingeridos hacia la boca
  • Dificultad para tragar
  • Dolor en el pecho
  • Mal aliento
  • Irritación y el carraspeo en la garganta
  • Amargor de boca
  • Llagas orales
  • Tos crónica y seca

Una radiografía o una endoscopia será lo que determine con rotundidad la existencia de una hernia de hiato que, en los casos más leves, se podrá controlar con un simple cambio en nuestros hábitos de vida y siguiendo una dieta adecuada.

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La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria ofrece en su web estas recomendaciones para mantenerla a raya y que no te amargue tus días:

  • Evita el sobrepeso.
  • Evita aquellas comidas que desencadenan las molestias más habituales, como cítricos, bebidas con gas, café, fritos, chocolate, grasas, menta…
  • No utilices ropa o completos que opriman la zona abdominal.
  • Eleva el cabecero de la cama al dormir.
  • Evita tumbarte justo después de comer o cenar.
  • Procura no flexionar el tronco (cargar objetos) más de lo estrictamente necesario.
  • Evita hábitos nocivos como el tabaco.
  • Toma con regularidad la medicación prescrita por el médico.

Además de las anteriores, expertos del Hospital Victoria Eugenia Cruz Roja de Sevilla añaden que es fundamental realizar 5 comidas al día y explican el motivo: “De este modo reducimos el volumen de alimentos ingeridos y, por tanto, el trabajo que debe realizar nuestro estómago y la cantidad de alimentos refluidos”.