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Este hábito matutino puede favorecer un envejecimiento saludable en mujeres, según un estudio

Mujer tomando café
Mujer tomando caféPexels
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El envejecimiento es un proceso natural e irreversible que afecta a todos los seres humanos con el paso del tiempo. Más allá de los cambios físicos visibles, como las arrugas o la pérdida de energía, también conlleva transformaciones complejas a nivel mental, físico y emocional.

Aunque no se puede frenar el paso de los años, entender cómo influir de forma positiva en este proceso es fundamental para alcanzar una vida longeva, activa y con calidad. En este sentido, múltiples investigaciones científicas examinan los factores que favorecen un envejecimiento saludable, tratando de identificar rutinas, alimentos y estilos de vida que ayuden a conservar la vitalidad y la agudeza mental por más tiempo.

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Un estudio a largo plazo con resultados reveladores

Según los resultados de una reciente investigación que ha seguido a casi 50.000 mujeres durante tres décadas, tomar una taza de café por la mañana podría no solo proporcionar energía, sino también contribuir al mantenimiento de la salud mental y física con el paso de los años. Así lo indican expertos de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

El estudio observó que aquellas mujeres que consumían café con cafeína en la mediana edad tenían más posibilidades de envejecer de forma saludable. En cambio, no se halló ninguna relación positiva con el consumo de té o café descafeinado. Además, el consumo elevado de refrescos de cola se relacionó con una probabilidad significativamente más baja de envejecer con buena salud.

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El impacto del café en el cuerpo y la mente con el paso del tiempo

"Si bien estudios anteriores han vinculado el café con resultados de salud individuales, nuestro estudio es el primero en evaluar el impacto del café en múltiples aspectos del envejecimiento a lo largo de tres décadas", afirma la doctora Sara Mahdavi, investigadora postdoctoral de la Escuela de Salud Pública Harvard T.H. Chan y profesora adjunta de Nutrición en la Universidad de Toronto.

"Los hallazgos sugieren que el café con cafeína -no el té ni el descafeinado- podría contribuir de forma única a las trayectorias de envejecimiento que preservan tanto la función mental como la física", añade.

La doctora Mahdavi presentó los resultados en NUTRITION 2025, el congreso anual principal de la Sociedad Estadounidense de Nutrición, celebrado entre el 31 de mayo y el 3 de junio en Orlando. "Nuestro estudio presenta varias fortalezas clave", remarca. "Además del amplio tamaño de la muestra y los 30 años de seguimiento, evaluamos diversos aspectos de la longevidad y el envejecimiento saludable, así como información muy completa sobre hábitos nutricionales y de estilo de vida, recopilada cada cuatro años tras el inicio del estudio" .

Un análisis detallado del consumo de cafeína

El estudio analizó a 47.513 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras, con información dietética y médica desde 1984. La cantidad de cafeína consumida se estimó mediante cuestionarios validados, que incluían bebidas como café, té, refrescos de cola y café sin cafeína.

Para definir el envejecimiento saludable, los investigadores establecieron criterios como vivir al menos 70 años, no padecer ninguna de 11 enfermedades crónicas graves, mantener la autonomía física, conservar una buena salud mental y no presentar deterioro cognitivo o problemas de memoria.

Después de tres décadas de seguimiento, los científicos calcularon cómo variaba la probabilidad de envejecer saludablemente por cada 80 mg adicionales de cafeína diarios. También estudiaron por separado el consumo de café, té, café descafeinado (por taza de 237 ml) y refrescos de cola (por vaso de 354 ml), ajustando los resultados por factores como el índice de masa corporal, consumo de tabaco y alcohol, actividad física, nivel educativo y proteínas ingeridas.

En 2016, un total de 3.706 participantes cumplían los criterios para ser consideradas adultas mayores saludables. Durante la mediana edad —entre los 45 y los 60 años—, estas mujeres ingerían un promedio de 315 mg de cafeína al día, equivalente a unas tres tazas pequeñas de café o una taza y media grande. Más del 80 % de dicha cafeína provenía del café regular.

Entre estas mujeres, cada taza adicional de café al día se relacionó con un aumento del 2 % al 5 % en la probabilidad de tener una buena salud en la vejez, hasta un máximo de cinco tazas pequeñas al día, es decir, unas 2,5 tazas según medidas actuales.

En contraste, no se encontró ninguna relación beneficiosa entre el envejecimiento saludable y el consumo de café descafeinado o té. Por otro lado, cada vaso adicional de refresco de cola se vinculó con una disminución del 20 % al 26 % en la probabilidad de envejecer bien, lo que sugiere que no todas las fuentes de cafeína tienen el mismo efecto positivo.

El valor de los hábitos consistentes a lo largo del tiempo

"Estos resultados, aunque preliminares, sugieren que pequeños hábitos constantes pueden contribuir a la salud a largo plazo", señala la doctora Mahdavi. "El consumo moderado de café puede ofrecer ciertos beneficios protectores al combinarse con otros hábitos saludables como el ejercicio regular, una dieta saludable y evitar el tabaco. Si bien este estudio refuerza la evidencia previa que sugiere que el consumo de café podría estar relacionado con un envejecimiento saludable, sus beneficios son relativamente modestos en comparación con el impacto de unos hábitos de vida saludables en general y justifican una mayor investigación".

Aunque el estudio refuerza la idea de que el café podría ser beneficioso para el envejecimiento, los efectos observados fueron relativamente moderados en comparación con los beneficios generales de mantener un estilo de vida saludable. Por ello, los investigadores consideran necesario seguir explorando esta línea.