Cirujanas pediátricas de Madrid corrigen en Burgos una malformación en el corazón de un bebé prematuro de 800 gramos

Cirujanas pediátricas del Hospital público 12 de Octubre de Madrid han corregido la malformación en el corazón de un bebé prematuro de Burgos
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Cirujanas cardíacas pediátricas del Hospital público 12 de Octubre de la Comunidad de Madrid han corregido con éxito la malformación en el corazón de un bebé prematuro ingresado en el Hospital Universitario de Burgos, que actualmente evoluciona favorablemente.
La inmadurez y la inestabilidad clínica del menor, de 21 días de vida y 800 gramos de peso, hacían inviable su traslado al centro sanitario de la capital, por lo que la operación se tuvo que desarrollar en el complejo castellanoleonés, ha indicado en una nota de prensa la Comunidad de Madrid.
La operación se realizo en la UCI de Neonatales
Para ello se desplazaron hasta la ciudad burgalesa dos expertas en enfermos pediátricos del Servicio de Cirugía Cardíaca del 12 de Octubre, que cuentan formación muy especializada para acometer casos de alta complejidad.
La operación no se llevó a cabo en quirófano, sino en la propia Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, cuyos equipos de Anestesia, Neonatología y Enfermería colaboraron en el procedimiento.
El Servicio de Cirugía Cardíaca Pediátrica del 12 de Octubre cuenta con un programa organizado para el cierre quirúrgico de ductus para aquellos hospitales que no tienen la facilidad de hacerlo.
¿Qué malformación padecía el bebé prematuro?
La cirujana card íaca pediátrica, Victoria Benito Arnáiz, ha detallado que el paciente presentaba un ductus arterioso persistente, es decir, una abertura constante en los dos vasos sanguíneos principales que salen del corazón, la aorta y la arteria pulmonar. El ductus es necesario en el periodo fetal para el desarrollo de las estructuras cardíacas y, normalmente, se suele cerrar en el momento del nacimiento o a los pocos días de vida.
La persistencia de esta zona abierta hace que se mezcle la sangre oxigenada y la que no lo está, motivo por el que la que circula tiene menos oxígeno del necesario. Esta situación puede debilitar el miocardio y causar insuficiencia cardíaca.
"Si el ductus no se cierra, -ha explicado- hay diferentes métodos para hacerlo. El primero, el tratamiento farmacológico. Si tras dos ciclos de éste, el ductus no se cierra, tenemos diferentes alternativas. Para niños de más de un kilo y medio de peso se puede cerrar por cateterismo".
"Los cardiólogos pediátricos acceden por estructuras vasculares al corazón y cierran esta abertura. Si no pueden hacerlo porque el niño pesa menos de un kilo y medio, los cirujanos nos desplazamos al centro donde no tienen cirugía cardíaca y cerramos el ductus quirúrgicamente", ha comentado.
La técnica utilizada
La doctora Benito Arnáiz se trasladó con una compañera al Hospital Universitario de Burgos para cerrar el ductus del bebé prematuro de 800 gramos de peso.
La técnica quirúrgica utilizada, indicada para bebés de menos de 1.500 gramos, en los que no es posible el cierre mediante cateterismo, ha sido la ligadura del ductus.
En esta ocasión, su uso fue fundamental para estabilizar al pequeño y facilitar su manejo respiratorio, ya que, al ser un gran prematuro, su situación clínica previa a la cirugía era de extrema gravedad.
El equipo de Cirugía Cardíaca Pediátrica del Hospital 12 de Octubre está formado por un grupo de profesionales puntero en el país, por su experiencia y por la utilización de tecnología de vanguardia y la puesta en práctica de tratamientos de última generación.
No es la primera vez que estos especialistas se trasladan hasta el Hospital de Burgos para intervenir a un bebé prematuro. En 2021 también operaron con éxito a otro con tan solo 600 gramos y 25 semanas de gestación por una situación similar.