El camino hacia la eliminación de la hepatitis C: "Solo hay un colectivo en el que la incidencia sigue aumentando"
Conversamos con el hepatólogo Javier García-Samaniego sobre el estado actual de la hepatitis C en España: ¿estamos realmente en el camino de lograr su eliminación antes de 2030, como marca la OMS?
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La hepatitis C es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la hepatitis C, que afecta directamente al hígado y que ha supuesto un enorme reto de salud pública a nivel mundial. En España, se extendió principalmente durante las décadas de los 80 y 90, coincidiendo con el auge del consumo de drogas por vía intravenosa y, posteriormente, con las transfusiones de sangre antes de que se conociera el virus, ya que se transmite principalmente por contacto con sangre contaminada.
Conocida como la "enfermedad silenciosa", en la mayoría de los casos no presenta síntomas durante la fase aguda ni en su forma crónica, lo que lleva a que muchas personas no sean conscientes de su infección hasta fases avanzadas, cuando puede evolucionar hacia cirrosis o cáncer hepático. La OMS ha fijado el objetivo de eliminar las hepatitis víricas como problema de salud pública para el año 2030. ¿Está España en condiciones de cumplirlo?
Con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis, que se celebra cada 28 de julio, hablamos con Javier García-Samaniego Rey, jefe de Sección de Hepatología del Hospital Universitario La Paz y coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE).
Pregunta: ¿En qué punto está España en la lucha contra la hepatitis C? ¿Estamos realmente cerca de eliminarla como problema de salud pública?
Respuesta: La hepatitis C ha sido un problema extraordinario de salud pública a nivel global. Y aunque aún lo es, en países como España la situación ha cambiado de forma muy positiva en la última década. Fue durante mucho tiempo la principal causa de cirrosis, enfermedad hepática terminal, trasplante y cáncer de hígado en Europa. Hoy, gracias a los avances, ha dejado de serlo porque la hepatitis C se puede curar.
Es la única infección viral crónica que se cura en el ser humano. Pocas veces en la historia de la medicina se presencia un hito similar. La eficacia de los antivirales actuales es altísima: curan al 98% de los pacientes, en tratamientos sencillos y eficaces, independientemente del estado del hígado o del genotipo del virus. Es un logro colosal, comparable al descubrimiento de la penicilina.
P: ¿Cómo ha evolucionado esta situación en España?
R: Desde que se identificó el virus en 1989 y hasta hoy, hemos vivido un avance impresionante. En tan solo 35 años, hemos pasado de una hepatitis que llamábamos "no-A, no-B" porque no se conocía el virus, a estar cerca de su eliminación como problema de salud pública. Aunque no hay vacuna, los tratamientos antivirales han transformado el abordaje.
Hace dos décadas, la prevalencia en España se estimaba cerca del 1% (entre 300.000 y 400.000 personas infectadas). Hoy, la prevalencia activa se sitúa en torno al 0,1%. Desde la aprobación del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C (PEAC), se han tratado más de 172.000 personas, con tasas de curación cercanas al 100%. El reto ahora es localizar, tratar y curar a los entre 30.000 y 40.000 pacientes que aún no están diagnosticados.
P: ¿Está España en condiciones de cumplir el objetivo de eliminación marcado por la OMS para 2030?
R: Sí, estamos muy bien posicionados. La OMS establece como objetivos reducir un 90% los nuevos casos y un 65% la mortalidad relacionada. En España, la incidencia se ha desplomado y también se ha reducido significativamente la necesidad de trasplantes, la hospitalización y la mortalidad. La hepatitis C ha pasado de ser muy frecuente a poco relevante en términos epidemiológicos.
P: ¿Qué nos falta para tratar a esos 30.000-40.000 pacientes restantes?
R: Un último esfuerzo centrado en la búsqueda activa, sobre todo en poblaciones vulnerables: personas que consumen drogas, sin hogar, que viven lejos de centros sanitarios, hombres que tienen sexo con hombres (HSH), etc. Son colectivos con alta prevalencia y riesgo de reinfección, porque curarse no implica inmunidad. Además, es importante seguir buscando entre personas mayores de 50 años.
Algunos colectivos, como los coinfectados con VIH o la población penitenciaria, han alcanzado indicadores de eliminación. En pacientes con VIH, la prevalencia actual es inferior al 1% y en prisión también se ha hecho un gran trabajo, con altos niveles de diagnóstico y curación.
P: ¿Hay algún grupo en el que esté aumentando la incidencia?
R: Sí, en hombres que tienen sexo con hombres, especialmente aquellos que no utilizan métodos de barrera. Muchos toman PrEP para prevenir el VIH, pero esta no protege frente a otras ITS y tampoco contra la hepatitis C. Estamos viendo más casos de infección aguda y reinfecciones. De hecho, la prevalencia puede ser 5 o 10 veces superior a la población general, es el único colectivo en el que los casos están aumentando.
P: ¿Es necesario un cribado? ¿Universal o por edades?
R: El cribado universal no es coste-efectivo. La mayoría de los casos se dan en personas mayores de 50 años. La encuesta de seroprevalencia del Ministerio ya mostró que la infección es casi inexistente en menores de 40. Por tanto, el cribado debe ser etario, centrado entre los 50 y 70 años.
P: ¿Qué opina del modelo de cribado por agrupación de muestras (pooling) implantado en Galicia?
R: Galicia está haciendo un trabajo excelente. El modelo de cribado por "pooling" -técnica agrupa muestras de varios pacientes y realiza una prueba única para detectar la presencia del virus de la hepatitis C-, reduce costes y mejora la eficiencia diagnóstica. Su enfoque etario es el adecuado, y debería servir como ejemplo para otras comunidades. Extender este modelo aceleraría la eliminación.
P: ¿Siguen existiendo barreras para el diagnóstico precoz?
R: Desde AEHVE lanzamos muchas campañas para animar a hacerse la prueba. Es un análisis muy sencillo que cualquier médico de familia puede solicitar en una prueba rutinaria. Recomiendo hacerlo, al menos una vez en la vida, especialmente a quienes tienen más de 45 años.
P: ¿Ha cambiado el coste de los tratamientos?
R: Sí. Al principio, los antivirales eran muy caros, pero gracias a acuerdos entre la administración y la industria, el coste se ha reducido entre un 70% y un 80%. Aún no son precios de genéricos, pero la carga económica ha bajado mucho.
P: ¿Qué estrategias promueve la AEHVE para no dejar a nadie atrás?
R: Apoyamos los planes del Ministerio y de las CCAA para reforzar el diagnóstico, mejorar la continuidad asistencial y facilitar el acceso al tratamiento en poblaciones alejadas del sistema sanitario. Promovemos el diagnóstico en un solo paso (una muestra para detectar anticuerpos, carga viral y otros virus). Es fundamental no bajar la guardia.
P: ¿Qué significa para usted haber llegado a este punto?
R: Como hepatólogo, coordinador de AEHVE y como ciudadano, es un motivo de orgullo. Es un logro colectivo: de las administraciones, los médicos y las asociaciones de pacientes. Empecé mi carrera con el auge de la hepatitis C y la identificación del virus, y la termino viendo su curación. Es un privilegio profesional y humano que pocas veces ofrece la medicina.