Cada persona tiene su fototipo de piel: "Saber cuál tienes indica la capacidad de broncearse y el riesgo de quemarse"
No todas las tonalidades de piel cuentan con el mismo tipo de sensibilidad cuando se trata de exponerse al sol
Adiós a tomar el sol: un experto elige el método más saludable para estar bronceado sin exponerse
No todas las pieles son iguales, y cuando se trata de las diferencias más notables —a simple vista— las tonalidades son uno de los primeros elementos de carácter más distintivo. En este sentido, los fototipos de piel se corresponden no sólo al propio color, sino también “en base a su respuesta a la exposición solar, su capacidad de broncearse y el riesgo de quemarse”, de acuerdo con la Dra. Cruz Domingo.
Desde Informativos Telecinco hemos contactado con la Especialista en Unidad láser y Electroestética de Clínica Torrubia (Barcelona) quién aporta algunos elementos fundamentales que se han de tener en cuenta, de cara a esta condición física.
La escala Fitzpatrick es la que mide los fototipos
Las tonalidades de piel, junto con los correspondientes fototipos a los que corresponden, se miden con el la escala Fitzpatrick. Este sistema se desarrolló en el año 1975, de la mano del dermatólogo Thomas Fitzpatrick. Se clasifica —a grandes rasgos— la piel en seis tipos, y tiene en cuenta como característica fundamental la reacción de esta cuando se expone a la luz ultravioleta.
El escalafón de medida más bajo es el I, que corresponde a tonos blancos y rosáceos. El fototipo VI es el que corresponde a una tonalidad negra y es la más oscura de todas las que se representan en la paleta de medición.
¿Por qué es importante saber nuestro fototipo?
La doctora Cruz Domingo explica que “es fundamental para determinar la protección solar necesaria para prevenir daños como la quemadura solar, el envejecimiento de la piel o incluso el cáncer cutáneo”. Así pues, la protección solar es un elemento indispensable a la hora de exponerse al sol, independientemente del momento del día en el que estemos expuestos a los rayos ultravioleta (UV).
En este sentido —y teniendo en cuenta que el uso de protector es imprescindible para tomar el sol—, Domingo explica que “los fototipos I y II, correspondientes a pieles muy claras, son los más sensibles al sol, por lo tanto, requieren los factores de protección más altos, como es el caso del Factor 50 y superiores”. Añade una recomendación adicional: “incluso evitar la exposición solar directa es recomendable”.
En el otro extremo de la escala Fitzpatrick nos encontramos con la piel negra —fototipo VI—. Aquí la experta explica que este tipo de piel “es más resistente al sol, pero también puede sufrir proceso de envejecimiento solar o manchas. También requiere protección solar, aunque en este caso pueden ser suficientes factores más bajos, como pueda ser el FPS 30”.
Independientemente del fototipo de piel, es necesario aplicar protector correctamente
Más allá de las tonalidades de la piel, todas tienen en común la necesidad de protección. Sin embargo, una cosa es saber lo que se necesita y otra es saber cómo se puede aplicar de forma efectiva para que funcione.
Así pues, Cruz Domingo explica que “es importante aplicar el protector solar antes de la exposición solar, pero también es necesario reaplicarlo cada dos horas, especialmente después del baño o de sudar.”