Medicamentos

Los medicamentos genéricos, a examen: "Hay gente que se cree que incluyen menos cantidad de principio activo"

Una farmacéutica resuelve una de las dudas más recurrentes entre sus clientes. UNSPLASH
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Ante muchas dolencias o patologías, los medicamentos son las herramientas que necesitamos para que —a nivel físico— podamos sacar adelante lo que nos sucede. Más allá de los que necesitan receta o prescripciones muy específicas, existe un grupo de compuestos muy extendidos y que se pueden encontrar de forma relativamente sencilla.

Se trata de los medicamentos genéricos. Aunque hay quiénes tienen la creencia —errónea— de que son de calidades inferiores, que tienen menos cantidades de principio activo o que no son efectivos, una experta nos da las claves al respecto de las incógnitas que rodean a esta extensa familia de medicaciones. 

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Los medicamentos genéricos se diferencian por la propiedad intelectual

Antes de que un medicamento se ponga a la venta —sea del tipo que sea—, instituciones y empresas buscan fórmulas con los que desarrollarlos y testarlos antes de que circulen en el mercado. Sin embargo, como todo lo que sale de laboratorios de investigación y, a líneas generales, todo lo que se vende a gran escala, cuenta con un registro de propiedad intelectual o de una patente.

Los medicamentos genéricos, en ese sentido, y tal y cómo explica la Dra. Morales-Bibiloni, residente de Medicina Familiar y Comunitaria en Girona, “tienen la patente expirada, y eso significa que cualquier compañía que tenga los medios para producirlo podrá hacerlo sin ningún tipo de problema. Del mismo modo que sucede con la producción, su distribución también es libre”.

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Por lo tanto, los medicamentos genéricos son aquellos que ya no están sujetos a la patente de la empresa que los ha conseguido desarrollar. “Muchos son los casos de medicamentos que están libres de patentes y que, por lo tanto, son genéricos. El paracetamol, el ibuprofeno o la gran mayoría de antibióticos tradicionales son fórmulas libres y que cualquier compañía puede producir sin cometer ilegalidades”. 

La presencia de la marca es otro de los factores

Una cosa es el compuesto activo del medicamento o su composición por ingredientes—que es lo que está sujeto a la patente— y otra es la marca. Los consumidores nos regimos por nombres comerciales, y los medicamentos no son una excepción de ello. Pero, ¿qué tiene que ver un medicamento genérico con la marca?

La relación entre ambas cosas “puede inducir a pensar que no son medicamentos genéricos”, explica Morales-Bibiloni. “El famoso Dalsy es ibuprofeno. El Apiretal es Paracetamol. Simplemente tienen presencia de marca muy arraigada, pero a fin de cuentas, es el mismo compuesto que nos podemos encontrar en muchísimas otras marcas”. 

De cara al bolsillo, la doctora también ilustra un fenómeno: “los genéricos son económicos ya que no tienen patente. La recomendación en términos de dinero es que se acuda al más barato ya que no hay necesidad de pagar de más por algo que está liberalizado”.

“Aunque hay gente que pueda creer que son menos efectivos o que tienen menos cantidad de compuesto activo, esto es algo totalmente falso. Son efectivos, solo que ya no tienen con patente que les ate a una compañía”, concluye.