Cómo hablar con tu hijo sobre los peligros de preguntarle a ChatGPT como si fuese un psicólogo: “Es demasiado complaciente”
Fomentar una mirada crítica o sentarse a su lado para explorar la herramienta juntos, algunos de los consejos de expertos
Cómo conseguir que tú hijo adolescente te cuente qué tal le ha ido el día sin agobiarle: "Aún no saben volver del modo adulto en pruebas"
¿Son ChatGPT y sus aplicaciones hermanas la versión moderna del espejito del cuento de Blancanieves? Multitud de personas preguntan a las herramientas de inteligencia artificial de hoy por cuestiones de lo más variadas, que van mucho más allá de la apariencia física (aunque esto también lo hacen).
Este verano, cuando saltó a la palestra que un adolescente californiano de 16 años se había quitado la vida alentado por la inteligencia artificial, muchos padres se dieron cuenta de que los ‘chatbots’ podían convertirse en los nuevos depositarios de la confianza de sus hijos. No solo eso, sino también consejeros con un peso importante. ¿Cómo convencerlos de que la IA no puede ejercer de psicólogo?
Según Beatriz Olmeda, psicóloga infantojuvenil, cada vez más adolescentes recurren a las herramientas de IA para contarles sus cuitas y buscar consejo, “especialmente en lo que se refiere a temas tabú, como cuestiones que tienen que ver con el sexo o la salud mental”. Añade que “no suelen reconocer que recurren a ellas más allá de para hacer deberes, pero a veces se les escapa y al darte un razonamiento, explican que es la IA la que se lo ha dicho”.
Una mirada crítica
Esta experta cree que los padres de adolescentes tienen que educar a sus hijos acerca de cómo utilizar estas herramientas. “Lo principal es hacer ver a nuestros hijos que se trata de una aplicación que no es fiable al cien por cien. Es importante que desarrollen una mirada crítica hacia la información que les devuelve. Esto es esencial en temas que afectan a su salud. Si, por poner un ejemplo, preguntan al chat por la gonorrea deberían pedirle las fuentes de la que han sacado la información”.
Pero el atractivo de ChatGPT para los adolescentes es innegable: “Es una vía de escape perfecta porque no les juzga. Es más, uno de los principales problemas que tiene es que resulta demasiado complaciente, con lo que tiende a reforzar el punto de vista del joven”, comenta Olmeda.
Hasta tal punto así es que en la última versión de ChatGPT -la 5.0- se ha corregido ese aspecto para que sea menos propenso a decirle a alguien lo que quiere oír y “el resultado es que muchos usuarios se han quejado”, expone Ángel Ogando, consultor digital de la empresa Maclucan y experto en Inteligencia Artificial.
Los chats también cuentan con limitaciones en cuanto a las consultas que se les puede hacer, sobre todo en lo que se refiere a asuntos controvertidos o espinosos, como el suicidio. No obstante, Ogando recuerda que se puede “trampear ” para saltarse esas barreras. “A veces, con cambiar el modo de preguntar y hacerlo en tercera persona para lanzarle una consulta sobre, por ejemplo, suicidio”.
Explorar la herramienta mano a mano
Además de consejos a los hijos, los padres pueden ir mucho más allá. Olmeda propone “sentarse al lado del adolescente para explorar juntos la herramienta porque muchas veces el adulto tampoco conoce el alcance de la misma. De hecho, tenemos reciente el caso del hombre que acabó matando a su madre y suicidándose tras consultar a una IA”. En opinión de esta terapeuta, “la clave debería ser que se formara en colegios e institutos sobre ella igual que se hace sobre las redes sociales en la actualidad”.
Redireccionar a los jóvenes para que acudan a centros de salud, especializados en terapia de adicciones, a la ayuda de profesionales como psicólogos o recordarles que pueden llamar al 016 ante una situación de violencia de género es un trabajo que tiene que ver con el día a día de la relación paterno-filial, recuerda Olmeda. “Y en última instancia, hay que hacerles ver que los padres somos un lugar seguro para ellos y que les damos un espacio para confiar y contar cualquier cosa que les preocupe”. Aunque también recuerda que “es imposible tener un control absoluto sobre todo lo que hace un hijo adolescente”. Que nadie se sienta culpable.
Inteligencia humana frente a recopilación de datos. “Las herramientas de IA, y esto se nos olvida a menudo, no hacen sino ofrecer respuestas basadas en compilaciones de información que encuentran en Internet. No son organismos inteligentes que sean capaces de pensar por sí mismos”, explica Ogando. Y como aviso para navegantes recuerda las palabras del propio Sam Altman, CEO de OpenAI y creador de ChatGPT: “Que nadie piense en la AI como en un terapeuta”.
