Salud

Por qué debes preocuparte si se te caen los dientes: “Se multiplican las probabilidades de sufrir un ictus isquémico y alzhéimer”

Se han encontrado conexiones entre la salud bucal y la cerebral.. Pexels
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Está demostrada la potente conexión neuronal que existe entre el cerebro y el intestino, y las consecuencias para el cerebro que tiene cualquier cambio en nuestro microbiota.Ahora se ha demostrado que los dientes y las encías también influyen en la salud cerebral. Una mala salud bucodental aumenta el riesgo de sufrir ictus y demencias como el alzhéimer.Estas son las conclusiones a las que llega un reciente informe elaborado por el grupo de trabajo SEPA-SEN, Sociedad Española de Periodoncia y Sociedad Española de Neurología, que revisa la evidencia sobre esas conexiones. “La periodontitis no solo es un problema local: puede tener efectos a escala sistémica que ya no podemos ignorar”, afirma uno de los autores del informe, el periodoncista Yago Leira.

¿Qué es la periodontitis y por qué podría importar al cerebro?

La periodontitis afecta al 60% de los mayores de 55 años. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica que afecta los tejidos que sostienen los dientes: encía, ligamento periodontal y hueso alveolar. Cuando la acumulación de placa bacteriana no se controla, puede progresar de una gingivitis leve a destruir dichos tejidos, provocando movilidad dental o pérdida del diente, si no se trata. Muchos pacientes no son conscientes de su padecimiento hasta fases avanzadas, pues los síntomas iniciales (sangrado leve, encías inflamadas) suelen pasar desapercibidos.

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Lo que aporta el informe según Leira es que se ha demostrado que “lo que ocurre en la boca puede desencadenar efectos fuera de ella; no podemos seguir pensando que las encías y el cerebro están desconectados”.

Relación con el ictus

Uno de los hallazgos más contundentes del documento es que los pacientes con periodontitis tienen un riesgo significativamente mayor de padecer un ictus isquémico, el más común y el que afecta más a los mayores de 60 años. Ese riesgo es hasta 2,8 veces mayor en comparación con personas sin enfermedad periodontal.

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Leira lo resume así: “Cuando una persona tiene periodontitis, no solo está luchando con una infección local; esa infección puede sembrar el terreno para complicaciones vasculares más allá de la cavidad oral”.

En cuanto al ictus hemorrágico (menos frecuente), las evidencias son más contradictorias y no tan robustas. Algunos estudios muestran asociación, otros no. Además, existe una hipótesis emergente, recogida en el informe, de que periodontitis severa podría estar relacionada con el riesgo de desarrollar trombosis.

Otras complicaciones

No solo el riesgo inicial es motivo de preocupación. Según diversos estudios observacionales, los pacientes que ya han sufrido un ictus y que también presentan periodontitis tienden a tener más probabilidades de recaída, una peor recuperación, mayor déficit neurológico, y mayor incidencia de depresión posterior al ictus.

Leira comenta con prudencia: “Es importante subrayar que aún no contamos con ensayos clínicos que demuestren de manera definitiva que tratar la periodontitis mejora el pronóstico del ictus; por eso hablamos de asociaciones plausibles, no de certezas”.

Cómo ocurre

¿Cómo puede una infección de encías llegar al cerebro? El informe propone varios mecanismos biológicos que podrían funcionar de modo interrelacionado. En las bolsas periodontales profundas, el epitelio puede estar ulcerado, permitiendo que bacterias o sus productos (como endotoxinas) accedan al torrente sanguíneo. Esas bacterias desencadenan respuestas inflamatorias no solo localizadas, sino también en todo el organismo. la inflamación sostenida puede dañar la pared interna de los vasos, y favorecer la trombosis.

Leira lo resume así: “No es una cadena lineal; es más bien una tormenta perfecta: infección, inflamación, lesión vascular, trombosis… Esa suma puede predisponernos al ictus”.

¿Ayuda la visita al dentista?

Aunque no existen estudios clínicos que demuestren que tratar la periodontitis prevenga un ictus, los estudios observacionales sí muestran que ciertas prácticas están asociadas con menor incidencia de eventos cerebrovasculares:

  • Cepillado al menos 3 veces al día.
  • Limpiezas profesionales periódicas.
  • Tratamiento periodontal adecuado.
  • Visitas al dentista al menos una vez al año.

Leira señala con optimismo: “Estos hallazgos no implican causalidad definitiva, pero sugieren que las intervenciones orales podrían tener un papel preventivo que merece explorarse con rigor”.

Relación con el alzhéimer

El otro hallazgo importante del estudio es que las personas con periodontitis tienen un 1,7 veces más riesgo de desarrollar alzhéimer, en comparación con quienes no la padecen. Además, en casos de periodontitis grave, ese riesgo podría triplicarse.

José Vivancos es miembro de la Sociedad Española de Neurología, y también firmante del estudio: “Estamos ante una evidencia creciente de que la salud periodontal podría ser un factor de riesgo modificable para la demencia, especialmente la de tipo alzhéimer”.

Según el neurólogo: “quienes padecen periodontitis tienden a obtener peores resultados en pruebas de memoria, atención, velocidad de procesamiento y otras funciones cognitivas, en comparación con individuos sin enfermedad periodontal”.

Y no es una relación unidireccional: estudios poblacionales indican que las personas con demencia o deterioro cognitivo tienen mayor incidencia de periodontitis, posiblemente porque tienen menor capacidad para mantener una buena higiene oral.

¿Puede el tratamiento periodontal modular el riesgo cognitivo?

Aquí también la evidencia es más débil: no hay ensayos clínicos que prueben que tratar la periodontitis prevenga la demencia, pero algunos estudios observacionales sugieren que intervenciones de higiene oral, visitas regulares al dentista o tratamientos periodontales podrían asociarse con una menor incidencia de demencia. Incluso se ha observado un efecto favorable del tratamiento periodontal sobre la atrofia cerebral propia del alzhéimer.

Vivancos advierte, sin embargo: “No podemos afirmar todavía que tratar las encías revierta la demencia, pero los indicios justifican que estudiemos esta vía con ensayos adecuados”.

¿Qué podemos hacer

El informe del grupo SEPA-SEN plantea una serie de orientaciones a seguir:

  • Promover hábitos de vida saludable (no fumar, moderar el alcohol, ejercicio, dieta equilibrada).
  • Insistir en una higiene oral rigurosa (cepillado e hilo dental) y revisiones regulares.
  • En pacientes con antecedentes de ictus, coordinar con neurología para valorar el manejo de anticoagulantes.
  • En pacientes con deterioro cognitivo, educar también a cuidadores para que vigilen la salud bucal.

El doctor Leira señala: “El odontólogo no actúa solo sobre dientes: tiene que trabajar en red con neurología y medicina para realmente optimizar la salud global del paciente. No podemos seguir funcionando en silos: el neurólogo debe tener presente que la boca puede ser parte de la ecuación”.

Para Yago Leira “la periodontitis no es una cuestión estética ni limitada al ámbito odontológico: es un posible factor de riesgo para enfermedades cerebrovasculares y demencia. Pero aún más importante: nos da una vía de intervención que podemos seguir todos, porque cuidar la boca es algo que todos podemos hacer día a día. Por lo tanto, no esperes a tener síntomas graves; cuidar tus encías puede ser una inversión con impacto en tu cerebro”.