Richard Restark, neurólogo, sobre la edad a la que deberías dejar de tomar alcohol: "Daña las células nerviosas"
A partir de determinada etapa vital beber deja de ser un gesto inocuo, advierte el especialista
El cerebro alcanza su máximo rendimiento entre los 55 y los 60, según un nuevo estudio
Muchas personas tienen por costumbre disfrutar de una copa ocasional, ya sea como parte de reuniones sociales, celebraciones familiares o simplemente para acompañar momentos de descanso. Sin embargo, esta práctica, aparentemente inofensiva, puede tener implicaciones más complejas de lo que suele asumirse, especialmente a partir de los 50 años.
Con el envejecimiento, el organismo experimenta cambios fisiológicos que modifican la manera en que se metaboliza el alcohol y aumentan la vulnerabilidad a sus efectos. En ese sentido, el neurólogo estadounidense Richard Restak, una de las voces más autorizadas en cuanto a salud cerebral, recomienda encarecidamente abandonar por completo el consumo de alcohol a partir de una determinada edad.
Durante una charla con 'The Guardian', el experto, de 83 años, analizó las rutinas esenciales para proteger la memoria y prevenir patologías como la demencia o el Alzhéimer. Asimismo, abordó el impacto del consumo de alcohol en el sistema nervioso y su relación con el declive cognitivo.
El académico de la Universidad George Washington y prolífico autor sobre neurociencia aclara que, aunque envejecer conlleva ciertos olvidos, el declive mental no es una condena. Según el experto, es posible fortalecer la memoria y mitigar riesgos mediante ajustes en nuestro estilo de vida diario.
Pérdida de neuronas cerebrales
Restak subraya que el cerebro pierde reserva neuronal con los años y que, a partir de determinada etapa vital, beber deja de ser un gesto inocuo. Así que él aconseja a sus pacientes que dejen el alcohol por completo como máximo a los 70 años.
En realidad, el límite se sitúa antes, cerca de los 65 años, momento en el que se suelen tener menos neuronas cerebrales que cuando se era más joven. El especialista es tajante: "El alcohol es una neurotoxina muy débil; no es bueno para las células nerviosas".
Mantener la mente activa
Para Restak, no se trata solo de evitar enfermedades, sino de mantener la mente lo más activa posible. Por eso recomienda leer a diario, seguir aprendiendo y practicar la atención. También dormir bien. De hecho, una siesta corta por la tarde considera que favorece la función cerebral y ayuda a combatir la 'niebla mental' que muchas personas notan cuando pasan mala noche.
Por último, el experto subraya un factor frecuentemente ignorado: la interacción social. Restak insta a corregir pronto cualquier déficit auditivo o visual que entorpezca la comunicación, pues asegura que el contacto con los demás es fundamental para proteger la memoria y evitar el declive cognitivo.
