Por qué dormir más (sin pasarse) influye en los años que vas a vivir, según la ciencia

Dormir menos de siete horas por noche podría reducir la esperanza de vida más que otros hábitos clave para la salud
Eduard Estivill, experto en sueño: "Dormir con apnea te está matando"
Pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo y, sin embargo, durante mucho tiempo el sueño ha sido considerado un mero período de inactividad, una de las funciones más subestimadas cuando se habla de salud y longevidad. Hoy la ciencia ha desmontado esa idea, demostrando que la cantidad de horas que dormimos puede influir directamente en cuánto y cómo vivimos.

En un contexto donde el envejecimiento saludable se ha convertido en una prioridad global, investigadores de todo el mundo han puesto el foco en el sueño como un determinante clave de la esperanza de vida. Un nuevo estudio publicado por la revista Sleep Advances y realizado por investigadores de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (EEUU) ha aportado evidencia sólida en esa dirección.
El trabajo analizó datos de encuestas de salud recolectados entre 2019 y 2025 en todo el país y evaluó la relación entre la duración del sueño y la esperanza de vida. Las conclusiones fueron claras: dormir poco tiene un mayor impacto en nuestra longevidad que otros factores tradicionalmente considerados esenciales para la salud, como la dieta, la actividad física o las relaciones sociales.
El análisis reveló una relación consistente entre dormir menos de lo recomendado -es decir, menos de siete horas por noche- y una reducción de la esperanza de vida, un patrón que se repite en todos los estados de Estados Unidos. Los resultados eran similares tanto en zonas rurales como urbanas, del norte, sur, este y oeste del país.
Uno de los hallazgos más llamativos del estudio es que la falta de sueño tiene un impacto en la longevidad comparable al del tabaquismo. De hecho, su efecto supera al de otros comportamientos saludables ampliamente promovidos, como una dieta equilibrada o la práctica regular de ejercicio. “No esperaba que la falta de sueño estuviera tan fuertemente correlacionada con la esperanza de vida”, expresó Andrew McHill, fisiólogo del sueño de la Universidad de Oregón y uno de los autores del estudio.
La curva en U
Pero la evidencia científica sugiere que dormir demasiado también se asocia con un riesgo mayor de mortalidad prematura y efectos adversos para la salud. Existe una relación en forma de 'curva en U' entre las horas de sueño y el riesgo de muerte por cualquier causa. Tanto dormir menos de lo recomendado como dormir en exceso tiene un impacto profundo en la salud física, mental y emocional.
Un meta-análisis reciente que incluyó 79 estudios de cohortes con seguimiento prospectivo encontró que dormir menos de 7 horas por noche aumentó el riesgo de mortalidad en un 14%, en comparación con dormir entre 7 y 8 horas. Por otra parte, dormir 9 o más horas se asoció con un aumento del 34% en el riesgo de mortalidad.
Cómo cambia el sueño con el tiempo
No solo la duración del sueño está asociada con la longevidad, sino también cómo cambia el sueño con el paso del tiempo, especialmente en personas mayores. Así, un estudio reciente encontró que incrementos anuales en la duración del sueño mayores a una hora estaban asociados con un mayor riesgo de mortalidad en población de edad avanzada.
Por tanto, promover prácticas que favorezcan un sueño regular y de duración adecuada -entre 7 y 8 horas por noche- debería considerarse una prioridad en la promoción de la salud pública y la prevención de enfermedades crónicas, tanto como cuidar la alimentación o mantenerse activo.
