Alberto Garzón insiste: quiere menos carne y lácteos en nuestra dieta por el impacto ambiental

  • La alimentación en España, sobre todo la carne y los lácteos, está detrás del mayor impacto medioambiental generado por el ser humano

  • La huella de consumo en nuestro país es ascendente desde 2013 y está un 26% por encima de la media de la UE

  • El ministro de Consumo, Alberto Garzón, afirma que parte de la solución es la dieta mediterránea, que "se ha ido perdiendo"

Un informe de la Unión Europea (UE) sobre la sostenibilidad del consumo revela el preocupante efecto que tienen sobre el planeta nuestros hábitos alimenticios. Los investigadores han analizado el 85% de los alimentos asociados a nuestra dieta y concluyen que el consumo sobre todo de carne y lácteos está detrás del mayor impacto medioambiental generado por el ser humano. Es lo que se conoce como huella de consumo.

Nuestra huella de consumo es ascendente desde 2013 y está un 26% por encima de la media de la UE, según los datos del informe presentado este viernes por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, quien vuelve a poner a la ganadería en el punto de mira. La movilidad está en segunda posición, siendo la causante de un 17,1% de nuestra huella de consumo.

La huella de consumo surge de un conjunto de 16 indicadores de impacto ambiental entre los que se encuentran el cambio climático, la acidificación, la ecotoxicidad del agua dulce, el uso del suelo, el agotamiento de la capa de ozono, el material particulado, la utilización de metales y minerales o el uso del agua, entre otros.

La alimentación, con un 52,1%, continúa representando el principal vector del impacto ambiental en la mayoría, algo que el informe de Consumo atribuye, "fundamentalmente, al carácter altamente intensivo e industrial que presenta el sistema agropecuario, fuertemente dependiente del uso de recursos fósiles, de fertilizantes químicos y de grandes cantidades de agua".

También destaca el peso de los electrodomésticos y la electrónica, categoría en la que se incluyen los móviles, en el uso de recursos minerales y metales (47%).

En comparación con el resto del bloque comunitario, la huella de consumo de España se sitúa por encima de la media en dos de las áreas analizadas: alimentación (26,3%) y electrodomésticos (4,9%). Por el contrario, el país se encuentra por debajo de la huella europea en los impactos relativos a la vivienda (-29%), los bienes del hogar (-15,3%) y la movilidad (-5,5%).

Consumo aboga por cambiar la dieta: menos carne y más vegetales

Entre las recomendaciones que señala el informe, está la de modificar la dieta sustituyendo una parte de los productos de origen animal por productos de origen vegetal, es decir, ir hacia dietas menos intensivas en productos que son más lesivos ambientalmente.

Según precisan desde el Ministerio de Consumo, si se redujera en un 25% el consumo de los productos con un mayor impacto ambiental, como la carne y los lácteos, y se complementara con un repunte en el consumo de otros de origen vegetal, como legumbres, disminuiría un 20% el agotamiento de la capa de ozono y un 15% el cambio climático.

Si el escenario de sustitución de productos consumidos fuese del 50%, el grado de disminución en esos mismos impactos se situaría entre el 30% y 40%.

Garzón ha invitado a los españoles a recuperar la dieta mediterránea que, según ha dicho, se ha perdido. "La ironía es que parte de la solución está en la dieta mediterránea que es consustancial a la trayectoria de nuestro país pero que, en aras de desarrollos recientes se ha ido perdiendo", ha destacado el ministro.

En este sentido, ha reiterado que "una profundización y extensión de la dieta mediterránea tendría beneficios a nivel individual y del planeta".