Aumentan las consultas por disfunción eréctil durante la pandemia

  • Las alteraciones de la erección en el confinamiento se disparan

  • El exceso de peso, de consumo de alcohol y de analgésicos influyen

  • La líbido se ve afectada por la ansiedad, tristeza y depresión provocada por el coronavirus

Disfunción eréctil. Es otra de las consecuencias del confinamiento que ha aumentado la apuesta por el sexo virtual y la autosatisfacción. Lo han constatado los especialistas en urología del Hospital Vithas Medimar, en Alicante, que han confirmado un incremento en el número de consultas relacionadas con transtornos de erección en varones que "nunca antes" habían sufrido esa disfunción. A eso se une las especiales condiciones para tener sexo en pleno coronavirus.

El urólogo Bartolomé Lloret relaciona este hecho con los "los duros meses de confinamiento hemos observado un incremento muy significativo de las consultas sobre trastornos de erección que están padeciendo varones que nunca antes los habían sufrido".

Las alteraciones de la erección han sido provocadas por factores físicos, y psicológicos. "Llegar a conseguir una vida sexual completa y duradera, pasa por realizar un esfuerzo personal constante que nos permita mantener el equilibrio mente-cuerpo". En ese sentido, Lloret ha detallado que "la relación sexual no solo implica estar físicamente preparado sino también emocionalmente dispuesto para conseguir activar los mecanismos físicos (neurovasculares y hormonales) que den lugar a la erección".

Entre los condicionantes que pueden tener una afectación, desde el Hospitl Vithas Medimar se ha incidido en la depresión: la excitación sexual empieza en el cerebro. La depresión puede disminuir, incluso anular el deseo sexual pudiendo llevar a una disfunción eréctil severa. "Irónicamente, muchos de los medicamentos que utilizamos para tratar la depresión pueden dificultar el conseguir que una erección sea eficaz", ha indicado el especialista que ha recalcado que conviene consultar estos efectos con el médico.

El aumento del consumo de alcohol, clave

Asimismo el consumo de alcohol: la ingesta continuada de alcohol (que ha aumentado durante el confinamiento), o bien un exceso del mismo, va a dar lugar no solo a trastornos en la eyaculación sino también a una falta de rigidez, de potencia, que conducirá, sin duda, a un fracaso en la relación sexual. "A largo plazo provocará lesiones hepáticas, neurológicas, hormonales que serán irreversibles y que ya no podremos solucionar; la atención preventiva es muy importante", ha detallado.

Más analgésicos y ansiolíticos en los hogares

El consumo durante este tiempo de hipotensores, diuréticos, ansiolíticos, analgésicos no ayudan. "Conviene recordar cuándo se iniciaron los problemas para mantener la erección y si estos ocurrieron al empezar a tomar algún medicamento", advierte Lloret.

El estrés y el mal humos no ayudan a tener sexo

El estrés y el mal humor generado por el coronavirus también afecta a las relaciones sexuales: "Es muy difícil mantener la estabilidad adecuada para conseguir establecer una relación sexual placentera cuando uno está sobrecargado de responsabilidades en el trabajo o en casa. Combatir el estrés modificando el estilo de vida, la dieta, haciendo ejercicio regularmente, durmiendo las horas adecuadas no solo será un seguro de salud para el corazón, también lo será para salud sexual".

El aumento de peso, contraproducente

El exceso de peso que hemos ganado con el coronavirus perjudica la capacidad de mantener relaciones sexuales, no solo porque disminuye la autoestima y la confianza en uno mismo, sino porque altera los niveles hormonales (testosterona), imprescindibles para mantener la libido y la tensión muscular. También será causa de hipertensión, diabetes, fatiga…

La libido ha bajado

La libido ha caído en este tiempo de confinamiento, miedo y tristeza. "Esa apetencia, el interés que tiene la persona por relacionarse sexualmente con otra repercute. Tener la libido baja no significa padecer una disfunción eréctil. Muchos varones son capaces de tener erecciones normales, pero no hay nada que les estimule a tenerlas. La pérdida de la libido puede ser debida a factores físicos o psicológicos". Más importante es padecer enfermedades como diabetes, hipertensión, obesidad, arterioesclerosis, hipotiroidismo, párkinson. Los nervios, músculos y vasos sanguíneos que participan necesariamente del mecanismo de la erección se verán afectados y no responderán adecuadamente. "Es evidente que nadie busca la enfermedad, pero si podemos detectarla a tiempo conseguiremos disminuir los efectos negativos que esta produce". Las drogas sí que influyen. No es un tópico que las drogas producen impotencia. Sustancias como la cocaína, el chocolate, las drogas de síntesis son probablemente la primera causa de trastornos en la esfera sexual del varón joven".