La estación de Sants, en Barcelona, estrenó este sábado dos cámaras de control de temperatura de los pasajeros en el embarque a las lineas de AVE, alta velocidad. El sistema permite visualizar mediante cámaras termográficas los grados de la temperatura corporal de cualquier persona, aunque vaya en medio de un grupo y alerta en los casos en los que se supere los 37,5 grados.
Este sistema informático también se ha instalado en la Puerta de Atocha, Madrid. La tecnología, además, detecta cuando una persona lleva mal puesta la mascarilla. Por ejemplo, si sobre sale la nariz, según explica Adif, gestora de las estaciones y las líneas ferroviarias de Renfe. Este sistema, mucho más cómodo para el seguimiento de posibles nuevos focos de contagio de coronavirus, también se utiliza en los aeropuertos, donde se implantó con anterioridad.
El personal de seguridad de Sants -Renfe- está realizando un curso de formación para el manejo del sistema de cámaras termográficas, que se diferencian del resto de cámaras por estar más camufladas. Se suelen situar encima de trípodes, junto a las cintas que delimitan las colas para acceder a los andenes del AVE. Las cámaras se encuentran en período de prueba pero serán fijas y estarán menos a la vista, según informa Adif.
La temperatura de la persona aparecerá junto a su cabeza en la imagen. Cualquiera que sobrepase los 37,5 grados tendrá que someterse a otros dos controles cada cinco minutos para confirmar el dato y, en caso de ser positivo, proceder al protocolo de actuación sanitaria. Si las tres veces se confirma la fiebre, el usuario será desviado hacia una sala con profesionales sanitarios, que establecerán un diagnóstico y decidirán si el individuo puede tomar el tren.
Fuentes del Sindicato Profesional de Seguridad Privada, SPS, señalan que únicamente se le impedirá el acceso a los andenes a las personas que superen la cifra establecida de fiebre, pero no se le retendrá, ya que no habría cometido delito alguno.