Una clínica española ofrece a sus pacientes ver "en directo" la fecundación "in vitro"

  • La unidad de reproducción asistida de Ginemed en Barcelona ofrece a sus pacientes la posibilidad de asistir en directo a la fecundación "in vitro"

  • La posibilidad se da gracias a un laboratorio de cristal que conecta sus microscopios a un monitor que puede verse desde una sala de espera

  • Los bancos de embriones de España conservan más de 668.000 embriones humanos congelados, más de la mitad sin destino

La nueva unidad de reproducción asistida del grupo sanitario Ginemed en Barcelona ofrece a sus pacientes la posibilidad de asistir en directo a la fecundación "in vitro" gracias a un laboratorio de cristal que conecta sus microscopios a un monitor que puede verse desde una sala de espera contigua.

El grupo sanitario Ginemed y sus laboratorios de cristal: "Un mensaje de buena praxis"

"El hecho de tener un laboratorio acristalado para los pacientes que están en un proceso de reproducción asistida es una forma de transmitir un mensaje de transparencia y de compartir y de hacer más transversal el proceso, pueden ver cómo es desde el punto de vista embriológico desde la primera célula", señala a EFE Teresa Draper, responsable de esta unidad instalada en el Hospital CIMA de la capital catalana.

Presenciar ese instante, apunta Draper, es "muy gratificante" para los pacientes, ya que, añade, "el hecho de acceder a ese mundo, que antes estaba oculto para ellos, es muy bueno y relajante", les confiere "más seguridad, más tranquilidad".

Este servicio de laboratorio de cristal ya se ofrece en Ginemed Sevilla, que fue el centro de referencia, así como en las otras unidades del grupo sanitario en España y en Lisboa. "Se podría hacer un símil incluso con lo que ha pasado en los restaurantes en los últimos años, cuando decidieron abrir las cocinas al público, lanzando un mensaje de buena praxis, de limpieza, de higiene y de nada que ocultar, al contrario, mucho que compartir, es un mensaje muy bueno, muy positivo", recalca la doctora.

Lo primero que se hace en este proceso de fecundación es la obtención en quirófano de los ovocitos de la futura madre, que se trasladan al laboratorio y se mantienen en cultivo, explica Jordi Guardiola, responsable de laboratorio de Ginemed Barcelona. De forma paralela, se requiere la muestra seminal de la pareja, se analiza para conocer su calidad, se procesa, y al final de esa misma jornada se realiza la inseminación.

Buscar signos de fertilización y ver si es correcta o no

"Al día siguiente, el laboratorio analiza los ovocitos, los examina para buscar signos de fertilización y ver si es correcta o no, y se mantienen los embriones generados durante una semana; se les hace un seguimiento para comprobar su calidad, y se mantiene un contacto directo con los pacientes para que estén involucrados y sepan cómo va el proceso", remarca Guardiola.

Finalmente, se seleccionan los embriones de mejor calidad y se transfieren, y si hay embriones de calidad suficiente, estos se congelan y se mantienen en unas cántaras de nitrógeno líquido por si los necesitaran en un futuro.

"Las parejas llegan y se quedan sorprendidas al ver que todo el laboratorio es visible, todo es cristal, y que pueden ver el trabajo de los embriólogos y presenciar incluso la fecundación", comenta Ignasi Segura, responsable de la Unidad de Reproducción. Segura recuerda que la causa más habitual de problemas de reproducción en la actualidad es la mayor edad de la mujeres que quieren quedarse embarazadas.

Ginemed es un grupo sanitario especializado en reproducción asistida con más de treinta años de experiencia en fertilidad, sobre todo en el estudio del varón y casos de alta complejidad. Según los datos facilitados por este grupo, el 69% de los pacientes que han pasado por sus unidades de reproducción consiguen el embarazo en la primera transferencia, sin distinción de edad ni tipo de tratamiento.

Más de 668.000 embriones se conservan en España, la mitad sin destino claro

Hablando en términos generales, los bancos de embriones de España conservan en sus centros más de 668.000 embriones humanos congelados, excedentes de tratamientos de reproducción asistida, más de la mitad de ellos sin que tengan un destino claro decidido por sus propietarios.

Esta es la principal conclusión de un estudio pionero en el mundo realizado por el Grupo de Ética y Buena Práctica Clínica de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), liderado por la doctora en Biología y experta en Reproducción Asistida y Bioética Rocío Núñez Calonge, expuesto este miércoles en el marco del 33º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad, que comienza hoy en Bilbao con la participación de más de un millar de especialistas.

El estudio, según apunta el documento, se ha llevado a cabo tras constatar (la SEF) que nunca se ha analizado el destino de los embriones humanos conservados en los centros de reproducción asistida de España.

En España, la Ley de Reproducción Asistida describe cuáles son los cuatro posibles destinos de los embriones congelados excedentes de un tratamiento de reproducción asistida: para uso de los propietarios del embrión, para donación a otras parejas, para investigación y para su destrucción, señala Rocío Núñez.

La tasa de embriones donados a otras parejas es baja

Según los últimos datos publicados del Registro SEF, hay 668.082 embriones en los bancos de conservación. Sin embargo, "no teníamos datos de cuántos de estos embriones están destinados para cada una de estas cuatro opciones", explica Núñez Calonge.

Tras realizar el estudio, se ha constatado que no llega al 5% (unos 33.400) la tasa de embriones donados a otras parejas. Además, precisa el informe presentado este miércoles en el Congreso, de los donados, la mayoría no cumple requisitos para la donación: edad de la mujer menor de 35 años, o no se hicieron las pruebas que deben tener cumplimentadas, según la ley, para poder efectuar la donación.

Casi un 17% de los embriones acumulados en lo bancos (unos 113.560) se destinaron a investigación, pero la mayoría no tiene un proyecto concreto asignado, "luego pueden permanecer así indefinidamente", apunta la doctora Núñez. Otro 18 % (unos 120.240) tienen como destino la destrucción, explícitamente expresada por sus propietarios.

Finalmente, un 12% (unos 80.160) se considera abandonado por sus propietarios, al dejar de pagar su conservación, aunque los centros "los siguen almacenando sin saber qué hacer con ellos" porque "no se sienten suficientemente respaldados con la actual legislación y no se atreven a destruirlos por temor a que sus propietarios los reclamen en algún momento”, explica la doctora.