Un cambio de tonalidad puede ser señal de enfermedad: ¿qué indica el color de las encías?

  • Un color atípico en nuestras encías puede ser signo de enfermedad o dolencia: lo mejor es acudir a un profesional

  • El enrojecimiento e inflamación es uno de los casos más frecuentes, y suele tratarse de gingivitis

  • Un color blanquecino puede indicarnos la presencia de hongos o candidiasis, entre otras cosas

Todos sabemos el color que tiene una encía sana: aunque no siempre es idéntico y variará en función de la piel de cada persona, normalmente presentan un tono rosa que permanece estable siempre que no tengamos ningún problema de salud que afecte a esta zona.

Y es que las variaciones en el color y la textura de la piel en el interior de nuestra boca puede ser signo de alguna dolencia. Aunque lo mejor será acudir a un profesional de la salud para que identifique la causa, toma nota de qué indica el color de las encías y qué enfermedades pueden asociarse a cambios en su tonalidad.

Enrojecimiento, tono violáceo, color blanquecino... Qué indica el color de las encías

Un caso muy frecuente es el enrojecimiento de la encía, que suele ir acompañado de inflamación y sangrado durante el cepillado. En estos casos, tal y como recuerda Clínica Pronova, la causa más frecuente es la acumulación de placa bacteriana y sarro alrededor de los dientes o por debajo de las encías, que da como resultado una gingivitis.

Normalmente cuando nos encontramos con esta enfermedad en una fase inicial, es posible revertir sus efectos, pero es importante no dejarlo de lado y acudir cuanto antes a un dentista ya que, de lo contrario, podría desembocar en una periodontitis y en la pérdida de hueso, circunstancias que requieren un tratamiento más complejo.

Otro caso es encontrarnos con un color violáceo, que suele asociarse a las llamadas 'bolsas periodontales'. Cuando aparece este color es porque ya existe enfermedad, y es indicativo de periodontitis y de pérdida del hueso que sujeta los dientes. En estos casos, el periodoncista tendrá que analizar el caso y ver qué cantidad de sarro existe por debajo de la encía.

En cuanto al color blanquecino sobre la superficie de la encía, su causa suele ser la presencia de un hongo o candidiasis, aunque también puede deberse a enfermedades autoinmunes como las gingivitis descamativas, o necrosis superficial, como la Gingivitis Ulcero Necrotizante Aguda (GUNA). Con menos frecuencia este color aparece debido a herpes, aftas o úlceras por mordisqueamiento, leucoplasias y lesiones precancerosas.

Por último, en cuanto al color grisáceo, éste se asocia a las encías de fumadores. Se debe a una falta de irrigación y aporte sanguíneo debido al consumo de tabaco que, a la larga puede provocar una periodontitis, siendo más susceptibles al laque de la placa bacteriana.

En cualquier caso, un dentista deberá evaluar cualquiera de estas situaciones para realizar un diagnóstico y diseñar el tratamiento adecuado. Lo mejor es no dejar pasar el tiempo y acudir a un profesional de la salud en cuanto detectemos cualquier anomalía en nuestras encías, así como cumplir religiosamente con las limpiezas y revisiones bucales.

La limpieza correcta es también básica para evitar la acumulación de sarro, para evitar caries y, en general, para mantener nuestra boca sana durante más tiempo. El Consejo General de Dentistas recomienda cepillarte los dientes colocando el cepillo a la altura del borde de las encías, a un ángulo de 45°, y limpiando suavemente con movimientos cortos, verticales o circulares. No cepilles tus dientes horizontalmente y dedica al menos dos minutos a esta tarea.

Por último, el uso de la seda dental es recomendable, ya que ayuda a mantener una correcta higiene en los espacios interdentales. También se recomienda el uso de cepillos interproximales, pensados para alcanzar los espacios interdentales.