A quién no le ha pasado eso de ponerse una camisa negra, pasar todo el día fuera de casa y cuando llegas y te miras en el espejo es como si hubiese nevado sobre tus hombros. Parece que la caspa del pelo ha vuelto a aparecer, que no es otra cosa que la descamación de la dermis del cuero cabelludo y que le da un aspecto de suciedad o falta de higiene al pelo, y ese es su verdadero hándicap, ya que no suele haber ninguna patología tras esas escamitas blancas que se enredan en el pelo. ¿Sabes por qué motivos puede aparecer o cómo pueden eliminarse?

Vayamos por partes, por las causas que podrían generar la aparición de la caspa en el cuero cabelludo. Por una parte uno de los desencadenantes puede ser la dermatitis seborreica, una patología crónica que presenta zonas escamosas enrojecidas en la cabeza. A su vez, otros problemas cutáneos también pueden provocar ese efecto nevado sobre el cabello, como podría ser la piel atópica o la psoriasis. En ellos los cambios bruscos de temperatura podrían potenciar las escamas blanquecinas en el pelo.

Por su parte, es muy común que aparezca en adolescentes debido a los cambios hormonales que se producen en su cuerpo durante ese tramo de su vida, por lo que si aparece en tu hijo este podría ser el motivo más claro. Otras causas bastante ligadas a la caspa es la ansiedad o el estrés. Aún así, los malos hábitos también tienen su repercusión en la caspa, ya que una mala alimentación, la sudoración excesiva, una vida sedentaria o un alto consumo de alcohol pueden llegar a producir la caspa.

Y ojo, porque aunque la mayor parte de la caspa que solemos ver es blanca, hay dos tipos que es importante saber diferenciar.

Por un lado está la caspa seca, esa de color blanco y seca que cuando la persona se toca el pelo caen y depositan en el resto del cabello o sobre los hombros. En el otro lado de la balanza está la caspa grasa, que suelen ser escamas más grandes con un tono más amarillento debido a la acumulación de grasa y son más pegajosas. Por su naturaleza suele encontrarse en las zonas de la cabeza donde más grasa se localiza, especialmente en la nuca y la zona frontal.

Acabar con esas escamas que se mantienen en tu pelo y le dan un aspecto de falta de higiene es posible, pero obviamente necesita un proceso. Uno de los tratamientos más eficaces es el uso de un champú suave que permita eliminar la acumulación de células muertas del cuero cabelludo, pero si esto no es efectivo podrías recurrir a la recomendación de tu dermatólogo sobre un champú específico para el tratamiento de las escamas.

La paciencia parece que es inevitable, ya que no se va a notar una solución de inmediato, pero si se siguen los consejos dermatológicos o del farmacéutico en pocas semanas podrías tener tu pelo libre de blanco. Eso sí, en casos de mayor gravedad o en donde el champú no funciona se puede optar por lociones que no es necesario que se aclaren y que se usan unas pocas veces a la semana. Pero si no se consiguen resultados algunos dermatólogos recurren a tratamientos como la fototerapia, las infiltraciones o directamente a medicación por vía oral.

Prevenir la aparición de la caspa es posible en muchos casos, especialmente si se evitan productos agresivos para el cuero cabelludo y el pelo y también algunos procesos psicológicos que podrían desencadenar su aparición, como el estrés o la ansiedad. Pero en general es una patología que puede tratarse y que no suele tener peligro alguno más allá de no ser lo más estético para el cabello.