Los inviernos y sus bajas temperaturas no son los mejores aliados de nuestras defensas y es que, una vez que comienza a entrar el frío, se disparan los casos de gripes y resfriados, pero ¿Cómo podemos actuar ante estos casos sin caer en la automedicación?
Las bajas temperaturas hacen disminuir nuestras defensas en las mucosas de las vías aéreas superiores, lo que provoca los síntomas de malestar. Las principales características de la gripe generalmente son que causa congestión nasal, mucosidad, estornudos, tos, dolor de garganta y de cabeza y la pérdida de apetito, así como fiebre y dolores musculares. Los resfriados nos causan más bien un malestar general, cansancio, dolores musculares y muy poca fiebre.
Tanto si tienes gripe como un resfriado, el tratamiento será parecido, y debemos tener en cuenta que, si aparece una fiebre alta, debemos consultar con el médico. En el resto de casos, debemos tomar líquidos, hacer reposo y mantener el aire húmedo a nuestro alrededor y, solo en caso de tener una sintomatología con mucho malestar, acudir a analgésicos y antitérmicos como el paracetamol, que alivian el dolor y la fiebre; antiinflamatorios, como las pastillas o aerosoles para la garganta, permiten tragar con más facilidad, o expectorantes orales para expulsar las secreciones de las vías respiratorias, principalmente.
Estos medicamentos pueden también sustituirse o complementarse, con remedios caseros como tomar ajo hervido en agua para calmar la tos, despejar los bronquios y descongestionar; utilizar vapor de eucalipto por sus propiedades expectorantes; hacer gárgaras de infusiones de plantas antisépticas para el dolor de garganta; utilizar agua con sal para descongestionar la nariz, o beber zumo de jengibre por sus propiedades antitusivas, antiinflamatorias y antibióticas que ayudan a combatir los resfriados, gripes y tos con flemas.
El tratamiento de los síntomas no hará desaparecer el resfriado, pero le ayudará a sentirse mejor. La mayoría de estos medicamentos se pueden adquirir sin receta en las farmacias, aunque deberíamos consultar con el farmacéutico y no abusar de ellos.
Tal y como recuerdan desde la web del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), un 80% de las infecciones invernales son de origen vírico, por lo que tomar antibióticos no las curará. Los antibióticos solamente combaten infecciones causadas por bacterias en los seres humanos y los animales ya sea matando las bacterias o dificultando su crecimiento y multiplicación. Es conveniente recordar que los antibióticos no son analgésicos y no alivian el dolor o la fiebre, por lo que no sirven para nada en casos de resfriados y gripes y si abusamos de ellos pierden su eficacia.