Las autonomías estudian si aplicar la medida adoptada por Galicia y Canarias de prohibir fumar al aire libre

  • Sanidad cree que los cigarrillos pueden actuar como transmisores del nuevo coronavirus

  • La OMS dice que no se ha demostrado que los fumadores tengan mayor riesgo de infectarse

Galicia y después Canarias han abierto la puerta para aislar más aún a los fumadores. Desde este jueves, en estas dos regiones no se podrá fumar al aire libre si no se garantiza la distancia de seguridad de dos metros exigida para evitar nuevos contagios por coronavirus. La medida está siendo estudiada por otras comunidades autónomas como es el caso de Cantabria, Asturias, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Madrid. Pero no son los únicos, hace días, más de 20 asociaciones médicas, científicas y de derechos civiles han suscrito el manifiesto promovido por Nofumadores.org que reclama acabar con el humo en la hostelería ante la posibilidad de contagio de COVID-19.

La medida cuenta con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha avisado de que las personas infectadas por COVID-19 y fumadoras tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad de forma grave y, incluso, de muerte, si bien ha reconocido que por ahora no se ha demostrado que tengan un mayor riesgo de infectarse, en comparación de los que no fuman.

A pesar de ello, un informe de la comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud (SNS) avisa de que los cigarrillos pueden actuar como transmisores del nuevo coronavirus y recomienda no fumar en ambientes sociales.

En el documento de Salud Pública se hace hincapié en los nuevos riesgos asociados al acto de fumar y vapear. Además de los daños a la salud que conlleva el tabaco, la manipulación de la mascarilla y el contacto de los dedos con la boca tras tocar los cigarrillos podrían actuar como transmisores del coronavirus.

Además, el texto subraya que dicho acto lleva consigo la expulsión de gotitas respiratorias y que estas "pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas" junto con "el factor de relajación de la distancia social de seguridad". Por ello, recomienda seguir medidas especiales de higiene en relación al consumo de productos del tabaco y relacionados.

"Debe evitarse su consumo en ambientes comunitarios y sociales y, en caso de realizarse, se debe hacer en espacios separados abiertos, extremándose las medidas de higiene personal de quien consume, con lavado de manos previo y posterior a la manipulación de los productos y utensilios empleados", destacan desde el departamento que dirige Salvador Illa.

Más autonomías lo están estudiando

El Gobierno de Cantabria ha anunciado que estudia impulsar en la comunidad autónoma alguna medida similar a la que ya aplica Galicia, que prohíbe fumar en la calle si no se puede guardar la distancia de seguridad.

La Consejería de Sanidad de Cantabria ha señalado que se está estudiando para la región alguna medida de este tipo, junto a otras "más limitativas" que de momento no se han concretado.

La razón es que en los últimos días en la comunidad se ha producido un incremento de los contagios y de los casos activos de COVID-19. Además, en agosto se han registrado tres muertes más de personas de edad avanzada con coronavirus.

También el Gobierno asturiano está valorando "con prudencia" la posibilidad de prohibir fumar en la vía pública en función de cómo evolucione la pandemia de la COVID-19 y desde la perspectiva jurídica para definir "hasta qué punto" se podría tomar esa decisión desde el ámbito competencial del Principado.

Así lo ha señalado en rueda de prensa la consejera de Derechos Sociales y Bienestar y portavoz del Ejecutivo, Melania Álvarez, que ha incidido en que hay estudios e informes sanitarios que avalan esa decisión "y otros no tanto" y en que sería necesario estudiar su encaje jurídico "y hasta qué punto" Asturias tendría la posibilidad "de encajar esa medida".

La Comunidad de Madrid está totalmente de acuerdo con medidas que impliquen no fumar en espacios públicos y, de hecho, ya barajó la posibilidad de prohibir el consumo de tabaco en terrazas, pero los servicios técnicos manifestaron que esa decisión se debía adoptar desde el Gobierno central, al entender que afectaba a un ámbito de la ley básica estatal (la ley antitabaco).

No obstante, el Ejecutivo madrileño está dispuesto "sin ningún género de dudas" a aplicar esa prohibición de fumar en dichos espacios si la posibilidad legislativa que va a desplegar Galicia puede adoptarse en el ámbito de la región.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha valorado este jueves como "una medida positiva, a priori", la prohibición de fumar en la vía pública si no existe distancia de seguridad que ha aprobado Galicia, y ha avanzado que "sopesa" la posibilidad de implantarla en la región.

Otra comunidad que lo está estudiando es Extremadura aunque la Junta no prohibirá, de momento, fumar en la calle o en lugares públicos si no se puede mantener la distancia de seguridad, tal y como ha decidido el Gobierno gallego.

El consejero de Sanidad, José María Vergeles, ha manifestado que los expertos deben estudiar bien la medida antes de llegar a esa situación, aunque si consideran que es positiva para prevenir contagios no dirán que no.

Manifiesto por la prohibición

Desde de Nofumadores.org, su presidenta Raquel Fernández Megina, ha valorado la prohibición de fumar en las calles que está en vigor desde medianoche en Galicia y estima que "es una medida que debería adoptarse ya en toda España, al menos durante la pandemia, y que nos ofrecería la protección legal para defendernos del humo".

En el manifiesto de esta ONG, los profesionales médicos reclaman una acción legislativa "valiente, contundente e inmediata" de Gobierno y oposición para reducir las 55.000 muertes anuales por tabaquismo y ayudar a controlar la gravedad del COVID-19.

"Si la población está obligada a llevar mascarilla al salir de casa, los fumadores no pueden estar exentos de cumplir con su parte en el esfuerzo colectivo. Hasta el momento, las simples recomendaciones no han hecho mella en la industria tabaquera ni han dotado de verdaderas medidas legales que permitan reclamar no ser expuestos a un humo que ahora podría matar doblemente", comenta la presidenta de Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina.

Desde el comienzo de la pandemia del SARS-CoV-2, los estudios han ido relacionando primero la mayor probabilidad de agravamiento de la enfermedad en fumadores a través de la expresión de la expresión de la enzima ACE-2 en los pulmones. En los meses siguientes, diversas sociedades científicas españolas como la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), la OMC (Organización Médica Colegial), la SESPAS (Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria) y el CNPT (Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo) han elaborado sus propios informes donde coinciden en recomendar no fumar en terrazas ni espacios públicos ya que "al fumar y exhalar el humo, se expulsan diminutas gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas".

La propia Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial de Salud recomienda evitar el consumo de tabaco en ambientes comunitarios y sociales, en el que las terrazas de los establecimientos hosteleros están incluidas. "Sin duda, ha llegado el momento de plasmar dicha recomendación en un Real Decreto", insiste el manifiesto al respecto.

Todos los firmantes del manifiesto coinciden también que que la declaración de terrazas de hostelería como espacios libres de humo debe ampliarse a todos los lugares públicos donde se aglomera gente: playas, paradas de autobús, entradas de edificios, espectáculos y espacios deportivos al aire libre, además de prohibirse el consumo con dispositivos electrónicos en cualquier espacio público cerrado con el objetivo de evitar la exposición pasiva y la protección de la salud de la población.

Otras medidas que quieren tener en cuenta son la subida del precio del tabaco y productos relacionados y la equiparación legal en cuanto a restricciones al consumo, a la comercialización y a las limitaciones a la publicidad, promoción y patrocinio, de los productos asociados (vapers, tabaco calentado, cachimbas, etc) con el tabaco tradicional. Entre los firmantes del manifiesto se encuentran CNPT, SEPAR, semFYC, Sociedad Española de Epidemiología (SEE), OMC, Facua y AECC.