· Exfoliaciones
Es como si abrieras una herida sin delicadeza. Cuando te pasas el típico guante con cepillo o la crema a base de productos naturales, estás levantando la capa más superficial de la piel, dejando a la intemperie la parte afectada por el Sol. Y es que, aunque a simple vista no lo percibas, tu piel está irritada y sensible. ¡No la machaques!
· No darse el 'after sun' bueno
No creas que por darte cualquier producto que encuentres por el baño que se asemeje a una crema, vale. Como tampoco vale aplicar una crema post-sol del verano pasado. La piel está congestionada tras el tute de sol, y olvidar este paso es dejarla sin el colágeno y la elastina habituales, además de favorecer su envejecimiento.
Solo perderás unos minutos de tu tiempo con la aplicación de la pomada y realmente merece la pena: te ayuda a mantener la piel bronceada y radiante gracias a sus activos hidratantes y antioxidantes, así como a reducir la irritación y favorecer el proceso de cicatrización tras una posible quemadura.
· Hidratarse o morir
El after sun no es sustitutivo de las cremas hidratantes. La piel se muestra seca, tirante y sin vida cuando le falta hidratación y el Sol es un secador profesional. Recién duchado es importante el momento after-sun, pero después el tratamiento es 'untar' crema hidratante: son ricas en regenerantes como las ceramidas vegetales y algunas poseen aceites naturales como la rosa mosqueta, el argán y otras que son las cicatrizantes perfectas porque mantienen la humedad de la capa córnea.
· Comer, ese placer... sobre todo si eliges bien el qué
Después del calor del sol y del ejercicio al nadar, el cuerpo se deshidrata más de lo normal. Es por eso que el cerebro te pide compensar esa falta de agua con, además de agua, comida. Pero no valen todos los alimentos, algunos no contienen mucha agua y te dan aún más sed. Olvida las típicas patatitas de bolsa y mata el gusanillo con fruta fresca o infusiones con hielos.
· Depilarse
Esto ni antes, ni durante, ni después. Cuando te pasas la cera o cualquier otro método que corte el vello, los poros se abren y la piel es más susceptible a todos los agentes externos: el primero, el sol. Es recomendable mantener un mínimo de seis horas entre ir a la playa y el momento depilación (y si puedes aguantar más, mejor).
· Máscarillas, barros y potingues en general
Están prohibidísimos. En cada parte de tu cuerpo tienes un grosor distinto de piel. La cara es especialmente más fina y hay que tomar medidas después de tomar el sol, pero nada de tratamientos agresivos que hagan una limpieza profunda. En sustitución, puedes usar un contorno de ojos o el frescor de los pepinos en las cuencas. También, crema hidratante o vaselina para los labios y un limpiador o agua micelar para el resto de la cara. Hazlo todos los días.