¿Cuándo envejecemos? A los 34, 60 y 78 años, el cuerpo cambia y los genes y la sangres son claves

  • La OMS ha declarado la década comprendida entre 2021 y 2030 como el Decenio del Envejecimiento Saludable.

  • el envejecimiento podría no ser un proceso largo y continuo que se mueve a la misma velocidad a lo largo de nuestras vidas

  • Hay factores de riesgo y protectores del envejecimiento

En la actualidad hay 1.000 millones de personas en el mundo con más de 60 años, lo que supone el 13,5% de la población mundial. En 2030 se espera que esta población aumente un 56% y en 2050 se estima que se duplique hasta alcanzar los 2.100 millones de personas. En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la década comprendida entre 2021 y 2030 como el Decenio del Envejecimiento Saludable. El coronavirus no va a ayudar.

El envejecimiento es un factor de riesgo predominante para varias enfermedades crónicas que limitan la salud. Por tanto, los mecanismos del envejecimiento se reconocen cada vez más como posibles dianas terapéuticas. Y la investigación en ese sentido, no para. Ya se ha demostrado que la sangre de ratones jóvenes revierte aspectos del envejecimiento y la enfermedad en múltiples tejidos, pero el salto al hombre está aún por darse. Lo que sí se sabe desde 2019, gracias a una investigación publicada en Nature es a qué edad nuestro cuerpo cambia de marcha y envejecemos más. Y no, aunque todo el mundo habla de la crisis de los 40 hay tres edades clave: los 34 años, 60 años y 78 años parecen ser los umbrales clave. Hablamos siempre de envejecimiento biológico.

Veamos. "Al extraer en profundidad el proteoma plasmático envejecido, identificamos cambios ondulantes durante la vida útil humana", dicen los investigadores. El equipo analizó datos del plasma sanguíneo de 4.263 personas de entre 18 y 95 años, analizó los niveles de alrededor de 3.000 proteínas diferentes que se movían a través de estos sistemas biológicos y actuó como una instantánea de lo que está sucediendo en el cuerpo: de ellas, se encontraron 1.379. para variar con la edad.

Si bien estos niveles de proteínas a menudo se mantienen relativamente constantes, los investigadores encontraron que se produjeron grandes cambios en las lecturas de múltiples proteínas alrededor de la edad adulta joven (34 años), la mediana edad tardía (60 años) y la vejez (78 años). "Estos cambios fueron el resultado de grupos de proteínas que se movían en patrones distintos, que culminaron con la aparición de tres oleadas de envejecimiento", señala el estudio.

Esta investigación demuestra que existe evidencia de que el envejecimiento no es un proceso largo y continuo que se mueve a la misma velocidad a lo largo de nuestras vidas. Los investigadores pudieron configurar un sistema mediante el cual la mezcla de 373 proteínas seleccionadas en la sangre podría usarse para predecir con precisión la edad de una persona. A eso no hemos llegado aún. El estudio evidenciaba también que los hombres y las mujeres envejecen de manera diferente. De las 1379 proteínas que cambiaron con la edad, 895 (casi dos tercios) fueron significativamente más predictivas para un sexo en comparación con el otro.

No es la única investigación que intenta encontrar las claves del envejecimiento. La investigadora Deborah Toiber, de la Universidad Ben-Gurión, de Israel, estima que, a partir de la comprensión de los mecanismos moleculares, se podrá desarrollar un test para predecir si una persona tendrá un envejecimiento saludable o un envejecimiento con enfermedad. "Mi investigación durante los últimos años se ha centrado en descubrir los secretos del SIRT6, que descubrimos que desempeña una serie de funciones importantes en el envejecimiento”. Toiber es especialista en neurociencia. En su último estudio, la doctora Toiber y su equipo pudieron identificar un puñado de genes que se ven afectados en el envejecimiento patológico, pero no en el envejecimiento normal. Sus hallazgos se publicaron recientemente en la revista Aging.

Lo que ya se sabe es que aunque biológicamente haya momentos en la vida donde nuestro cuerpo da una marcha más, los factores de riesgo para envejecer son la edad, los genes, la baja educación, la hipertensión, la diabetes, las alteraciones del colesterol, la obesidad, el tabaquismo, las enfermedades cardiovasculares, y el sedentarismo. En cambio, los factores protectores para desarrollar un envejecimiento saludable, son el compromiso social, hacer actividades en el tiempo libre como hobbies, la buena alimentación, y la actividad física. De todos esos factores, se sabe que la edad y los genes contribuyen al 65% del riesgo de envejecimiento. Los demás factores se consideran modificables y representan el 35% restante.