¿Cómo contar que eres trans? Una psicóloga resuelve las dudas más frecuentes de esta 'salida del armario'

  • Las personas trans pueden sentirse raras, invisibles o juzgadas, por eso es fundamental que tengan una red de apoyo que no cuestione su identidad

  • El Día de la Visibilidad Trans, que se celebra el 31 de marzo, refleja la importancia de hacer frente a la discriminación laboral y social a la que se enfrenta esta comunidad

  • ¿Cómo digo que soy trans? ¿Qué hago si alguien reacciona mal? ¿Y si no quiero contarlo? Una psicóloga resuelve las diez dudas más frecuentes a las que se enfrentan las personas trans

Vivimos en una sociedad en la que el género se considera algo inamovible ligado a la apariencia, a un par de cromosomas o a lo que se esconde en nuestra entrepierna. “O eres hombre o eres mujer”, y bajo esta falsa premisa crecemos ignorando realidades que quizá a nosotros no nos afectan, pero que no por ello dejan de existir.

Se estima que en España hay más de 10.000 personas trans, pero esta cifra está sesgada, ya que solo refleja a aquellas personas que se someten a un tratamiento hormonal o procedimiento quirúrgico. Por otro lado, ignora a la población no binaria, es decir, a aquellas personas que no se identifican con los géneros tradicionalmente establecidos.

Al margen de los números, lo que está claro es que son muchas las personas que han encontrado cobijo en la comunidad LGTBIQ+. El activismo trans ha cobrado importancia en los últimos años, fomentando el autoconocimiento y potenciando la autoestima de aquellos que durante toda su vida se han sentido raros, invisibles o juzgados. La gran pregunta es, ¿qué hacer cuando sales del armario?

Da igual si a los 70 años decides comenzar a vivir tu vida como mujer o como hombre, o si desde preescolar ya sabías que tu género no se correspondía con el que te asignaron al nacer. Salir del armario es un proceso que debería poder llevarse a cabo con total naturalidad, pero que para muchas personas supone una fuente de malestar psicológico.

1. ¿A quién se lo digo primero?

Para algunos y algunas lo ideal es dar el paso con personas cercanas y de confianza. Tu pareja, tus amigos o, si tienes buena relación, tu familia.

Sin embargo, hay quienes se sienten cómodos saliendo del armario con desconocidos. Por ejemplo, en redes sociales. Si antes de compartir con tu círculo más cercano que eres trans prefieres crearte una cuenta de Instagram o Twitter en la que te sientas verdaderamente cómodo, hazlo. No significa que confíes menos en los que te rodean, así que no te sientas culpable por esperar y abrirte primero ante tus conocidos de Internet.

2. ¿Qué momento escojo para decirlo?

Si te apetece soltarlo en la cena de cumpleaños de tu tío homófobo, machista, tránsfobo y racista, estás en todo tu derecho. Darás mucho de que hablar y a lo mejor tu tío se atraganta con la tarta. Sin embargo, es mejor escoger un momento tranquilo y más íntimo.

Otra opción es hacerlo vía WhatsApp. Al poder escribir con tiempo lo que sientes, puede que te sientas más cómodo. Pero si escoges esta vía, es recomendable tener a alguien que te apoye en ese momento por si hay alguna reacción desagradable por parte de un amigo o familiar.

3. ¿Cómo digo que soy trans?

Tu identidad es algo que sólo te corresponde a ti definir porque no “te sientes” hombre o mujer, sino que “eres” hombre o mujer. Nadie más tiene derecho a imponer sus creencias sobre tus sentimientos, tus emociones y tus vivencias. Por eso lo mejor que puedes hacer es abrirte sin filtros ni tapujos.

Si no tienes claro qué decir o cómo hacerlo, puedes escribir un guion previo o un pequeño texto.

4. ¿Qué hago si alguien reacciona mal?

En primer lugar, no debes avergonzarte de quién eres. Los insultos tránsfobos definen a la otra persona, no a ti.

Por otro lado, es importante diferenciar las dudas o errores inocentes de los ataques. Si tu abuela se equivoca y te llama por tu necrónimo porque lleva toda la vida haciéndolo, debes ser paciente. En cambio, si tu primo se niega a utilizar tu verdadero nombre o los pronombres que te corresponden porque no está de acuerdo con que seas trans, lo mejor es no perder el tiempo en esa relación.

5. ¿Necesito ir a un médico o psicólogo antes de considerarme trans?

No. Tú eres quién eres y no necesitas ningún profesional o experto que corrobore tu identidad. Otra cosa es que, en España, para acceder a un tratamiento médico u hormona o para realizar un cambio de nombre legal sí sea necesario acudir a un especialista.

6. ¿Tengo que contar que soy trans a un ligue de una noche?

Otra duda que asalta a las personas trans es si es necesario salir del armario antes de tener sexo esporádico con alguien, especialmente si no han sido sometidos a una vaginoplastia o faloplastia. No es obligatorio, depende de si tú te sientes más o menos cómodo haciéndolo.

Si lo dices (o esperas hasta el último momento) y la otra persona se sorprende y te rechaza, no debes sentirte culpable. Tus genitales no definen tu género, tu identidad o tu atractivo.

7. ¿Hay redes de apoyo a las personas trans?

En muchas ciudades hay centros de asesoramiento y apoyo a la comunidad LGTBIQ+. Allí te darán pautas sobre tu transición, resolverán cualquier duda y te ofrecerán apoyo social y también psicológico si estás pasando un mal momento.

Además, existen comunidades virtuales en las que puedes conocer gente que ha vivido lo que tú estás viviendo. Tanto en foros como en redes sociales se organizan eventos, vídeos en directo, quedadas o debates que pueden ayudarte a sentirte acompañado.

8. ¿Qué hago si la gente que me rodea tiene dudas?

Si esas dudas son sobre ti, puedes resolverlas si te sientes cómodo, pero también estás en tu derecho a no hablar de ciertos temas.

En cambio, si tienen preguntas relacionadas con otras personas trans y tú desconoces las respuestas, no debes sentirte mal. No eres Wikipedia ni Google. Es normal que haya aspectos que se te escapen, sobre todo a nivel legal, médico o social.

9. ¿Y si soy yo quien tiene dudas?

La sociedad exige a las personas trans una seguridad rigurosa sobre su identidad, pero esto no es necesario. Eres humano, tienes derecho a tener dudas sobre lo que estás viviendo, a pedir ayuda a amigos o a profesionales para entenderte mejor e incluso a cambiar de opinión.

Si eso te sucede, no te presiones y vive esta situación a tu ritmo.

10. ¿Y si no quiero salir del armario?

Algunas personas prefieren vivir acorde a su identidad sólo en determinados espacios seguros. Por ejemplo, con sus padres, con sus amigos más cercanos o con su pareja. La razón es el miedo a la discriminación laboral, a agresiones tránsfobas, a ataques en redes sociales o incluso a perder a personas que han formado parte de toda su vida.

Otras, en cambio, confiesan que salir del armario ha marcado un antes y después que compensa todos los aspectos negativos. No tener que fingir quienes son, reforzar ciertas relaciones (pese a perder otras) y conocer a nuevos amigos más afines resulta liberador.

Sea como sea, si por tu seguridad física o por tu salud psicológica prefieres no contar que eres trans, no pasa nada.