Walter Riso: “A mucha gente le hace falta una insubordinación psicológica y emocional”

  • Entrevista al doctor en psicología y escritor Walter Riso sobre su último libro ‘El coraje de ser uno mismo (aunque no gustes)’

  • Riso, experto en terapia cognitiva, reivindica la necesidad de cuestionar los condicionamientos sociales que tenemos

  • Solo dándonos cuenta de la influencia que estos patrones tienen sobre nosotros podremos desafiarlos y vivir conforme a nuestros principios

“Vivimos condicionados por chips psicológicos y emocionales que andan flotando en nuestras neuronas”, dice el doctor en psicología, experto en terapia cognitiva y escritor Walter Riso. Hasta aquí todo bien, no es nada terrible ni malo; ese condicionamiento es parte de nuestra dimensión social. El problema, dice Riso, no es tener esos condicionamientos -que pueden llegar a ser muy sutiles- es no darnos cuenta jamás de ellos.

No darnos cuenta, no cuestionarlos ni desafiarlos, es lo que nos puede llevar a vivir arrastrados por la corriente, a perder nuestra libertad interior, a no vivir conforme a nuestros propios principios y valores, sino guiados por los que marca la mayoría.

Después de más de 50.000 horas de consulta, Riso ha identificado este ‘vivir atado a patrones y condicionamientos sociales’, este ‘vivir desconectado de la individualidad de cada uno’, como una de las mayores fuentes de sufrimiento humano, uno de los motivos por los que muchas personas tienen limitadas las posibilidades de tener una vida plena y saludable.

El coraje de ser quien eres (aunque no gustes), (Planeta/Zenith, 2022) es el título del último libro de Walter Riso; un manual para abandonar determinadas creencias inculcadas a través del aprendizaje social y que promueve el principio básico de que para poder crecer como persona, hay que alcanzar la libertad interior.

Riso nos invita a una rebelión personal que nada tiene que ver con la violencia: se trata de volver la mirad hacia uno mismo, hacerse preguntas, descubrir y cultivar nuestra individualidad en medio de la masa, sin miedo a ser uno mismo.

La rebeldía es la resistencia que tú ofreces cuando alguna persona o alguna cosa te va a lastimar (Walter Riso)

Pregunta: Imagino que ya sabes que más de uno se te va a echar encima por esto… Hablar de individualidad, para muchos, suena egoísta en nuestra cultura…¿es egoísta velar por nuestra individualidad?

Respuesta: Me va a tocar aclarar que una cosa es defender lo individual y otra cosa es ser egoísta. El egoísmo es quererme mucho y que los otros no me interesen. Yo trato de matizar mucho esto en mi libro. Lo que pasa es que hay palabras que no se usan y menos en crecimiento personal; desobediencia, oveja negra, rebeldía (…) Digamos que es una insubordinación psicológica y emocional: creo que a mucha gente le hace falta esto. Porque la palabra rebeldía no está mal. La palabra rebeldía tiene un significado muy importante. Según la RAE, la rebeldía es la resistencia que tú ofreces cuando alguna persona o alguna cosa te va a lastimar.

P: La filosofía budista, por ejemplo, habla de la importancia de estar uno bien con uno mísmo primero, para luego poder estar bien para los demás…

R: El egoísmo sano, es como lo llama el Dalái lama, sí. Claro, y después está el síndrome del ‘burnout’ que, cuando tú ayudas más de lo que puedes afrontar, te rompes, te quiebras. Todos tenemos un límite para ayudar. Yo pienso que lo que pasa es que cuando un es chiquito, a mí -y a mucha gente- me decían: “son más importantes los otros que tú”. Y si uno se daba gusto o se cuidaba mucho, decían que era egoísta. Yo siempre pensaba (yo, que estudié en un colegio de jesuitas) que los demás eran más importantes que yo. Entonces, ahí, mi yo se diluye…esto fue así hasta que tomé conciencia y descubrí que yo soy tan importante como los otros; no menos.

P: En todos tus años de terapia ¿has podido comprobar en tus pacientes el efecto que tiene en la salud mental de las personas esa insubordinación psicológica de la que hablas?

R: Toda esa gente a que yo he dado de alta, ¿qué tenían en común? (…) Son personas que aprendieron a decir ‘no’; son personas que aprendieron a no venerar, a ser más irreverentes a los modelos que se autodesignan como autoridad moral o autoridades de experticia…y no me refiero a la democracia, esto no tiene que ver con política; son personas que lograron aceptar ser ovejas negras, desobedecerse a sí mismas, personas que aprendieron a ser inconformistas, a ser ellas mismas. Y cuando uno descubre todo eso en uno mismo, se vuelve más pacífico, es increíble: se vuelve más tranquilo porque yo sé dónde están mis límites.

El coraje de ser tú mismo aunque no gustes, es no tener la aprobación de los demás como una necesidad imperiosa (Walter Riso)

P: Cuando hablas de personas que se desobedecen a sí mismas, ¿a qué te refieres exactamente? Por ejemplo, ¿podría ser un padre que se da cuenta de que estaba educando a sus hijos siguiendo un patrón heredado y decide cambiarlo, aunque eso vaya en contra de lo que hace la mayoría?

R: Sí. Eso implica desobedecer, porque ese modelo está en tu cabeza…es agarrar el modelo y sacarlo (…) Eso que dices, implica mirar con un pensamiento crítico exactamente qué es lo que quieres cambiar. El verdadero aprendizaje de todo esto, el verdadero crecimiento personal, consiste en desaprender más que en aprender.

P: ¿Vivimos tan preocupados por ser aceptados en el grupo que nos anulamos a nosotros mismos?

R: El coraje de ser tú mismo aunque no gustes, es no tener la aprobación de los demás como una necesidad imperiosa, pero al mismo tiempo una búsqueda permanente; es la capacidad de dudar de ti mismo, de dudar, de cometer errores…pero es mirarte y ver y decir: no estoy de acuerdo con esto, ¿por qué no puedo preguntar por qué?

P: Lo cómodo, muchas veces, es seguir la corriente sin hacerse preguntas…incluso la neurociencia ahora tiene su propia explicación para esto: que nuestro cerebro es demasiado tacaño, su objetivo es gastar cuanta menos energía mejor.

R: Eso se llama economía cognitiva, sí. Es más gasto para el sistema desconfirmar que confirmar. Mira, en la versión del libro que saldrá en Latinoamérica vendrá con un código QR para poder ver unos vídeos. Hay uno en el que tocan un pito y la gente se queda parada en una sala de espera. Una señora llega y se para también en la sala de espera porque todos se paran. Entonces, van cambiando a toda la gente y la señora sigue sola y se sigue parando igual. Después, todos los que van entrando van imitando a esa señora y se siguen parando ¡y no saben por qué!, ¿por qué lo hago?,¿por qué no me rebelo ahí?

Nos cuesta mucho salir a la zona de aprendizaje porque tenemos la economía cognitiva que hace que seamos muy resistentes al cambio (Walter Riso)

P: Ese experimento de la sala de espera es una metáfora de por qué muchas veces hacemos cosas -incluso cosas que nos hacen daño a nosotros mismos- sin saber los motivos…¿Las hacemos porque es lo que está estipulado, porque es más cómodo seguir el patrón y porque desconfirmar es muy agotador?

R: Si tienes una persona que te explota, o una persona que te lastima, ¿por qué no te rebelas?, ¿por qué no dices “no, me cansé”? Es por la zona de confort, por la zona de comodidad. Nos cuesta mucho salir a la zona de aprendizaje porque tenemos la economía cognitiva que hace que seamos muy resistentes al cambio.

P: Además de la economía cognitiva, ¿qué papel crees que está jugando la tecnología en esta falta de rebeldía?

R: La tecnología tiene dos cosas que son terribles: una es que te obliga a mirar hacia fuera, a la pantalla, estás fuera de ti. Y la otra es que resulta que ahora tu identidad no la armas tú solo, sino que la pones en tu gueto y, entre todos los que te están mirando, te construyen el yo. Es que es una cosa ridícula, porque tú tienes una identidad personal y una social. La social son los grupos con los cuales estás, pero la personal la tenés que construir vos. Entonces claro, si estoy en una tribu donde todos pensamos lo mismo y todos nos evaluamos, lo que estoy diciendo es: “aquí tienes mi yo, constrúyanlo o destrúyanme. Y claro, se juntan cuatro, dicen que eres un idiota y te lo crees.

P: ¿La tecnología homogeniza el pensamiento, crea guetos y micro culturas aisladas?

R: La tecnología influye en algo que a mí me parece muy fuerte y que no se hace tanto hincapié, y es que destruye el debate. Porque cuando yo tengo mi tribu y todos pensamos igual, si alguien piensa diferente, los de la tribu lo sacamos, le ponemos el dedito para abajo y lo sacamos. Entonces, nos retroalimentamos en lo mismo, no fluye, no aprendo, no veo otro punto de vista (…) Y la tecnología lo que hace ahí es aislarte: es paradójico, sí, pero es así.

La mente irreverente es una mente singularizada que no se pierde en la muchedumbre, en la colmena, en la tribu (Walter Riso)

P: El inconformismo que propones en tu libro no es nada que tenga que ver con la violencia, es el inconformismo del que se hace preguntas, del que no se deja arrastrar por las inercias sociales…¿Ese es el inconformismo sano?

R: Sí. Es que yo a todo le pongo un adjetivo: desobediencia responsable, rebeldía constructiva, inconformismo sano. A todo le tengo que poner eso porque es como si estuviera prohibido decir esas cosas…Y el experimento de Milgram (1963) sobre la obediencia ciega muestra hasta dónde puede llegar…¡es que podemos hacer barbaridades! Entonces, si la obediencia así es peligrosa, la desobediencia extrema también es peligrosa, porque nos lleva o al caos, o a la sumisión total. ¿No podemos tener una desobediencia responsable o una obediencia crítica?

P: Dices que no hay nada más difícil de manipular que una persona que tiene una cultura de la interiorización, de la autoobservación, que no rinden pleitesía a nadie…

R: La mente irreverente es una mente singularizada que no se pierde en la muchedumbre, en la colmena, en la tribu; que sabe participar de los grupos, pero no pertenecer a ellos de manera desesperada: es una mente interiorizada, empoderada, irreverente; una mente singularizada e inconformista que pregunta por qué.

P: ¿Uno puede cultivar su individualidad, reivindicarse a sí mismo y ser humilde a la vez?

R: La humildad no es desconocer tus virtudes, es no vanagloriarte en ellas…esa es la diferencia.

P: Cultivar nuestra individualidad ¿significa ir siempre contra corriente de todos y de todo en pos de reafirmarse a uno mismo?, ¿es compatible eso con tener referentes?

R: Es que una cosa es venerar algún referente, algún modelo, venerarlo, idealizarlo, tirarte a los pies, idolatrarlo…porque cuando entras en la veneración, en el rendir pleitesía, tú imitas y, al imitar, te corrompes porque querés ser otra persona de la que eres, entonces terminás copiando al otro. ¿Qué alternativa hay ahí?: la admiración: cuando yo admiro, el modelo me inspira y, entonces, yo no imito, yo creo. ‘Creo’ del verbo ‘crear’, no de ‘creer’. Empiezo a crear a partir de lo que soy, a partir de esa fuente de inspiración…pero con mi sello personal.