Los gallegos se hacen a la nueva normalidad

  • Galicia es la primera comunidad en abandonar el estado de alarma

  • Feijóo se plantea limitar la movilidad con los territorios más contagiados

  • Se pueden reunir en domicilios sin límite de asistencia

Galicia ha vuelto hoy a la normalidad. Es la primera comunidad en dejar atrás el estado de alarma frente al coronavirus. No obstante, el uso de la mascarilla y la distancia social seguirán siendo obligatorios. El presidente de la Xunta, el popular Alberto Núñez Feijóo, planea una norma que limite la movilidad con territorios con más contagios.

Por fin, ha llegado el día en el que algunos han conocido a la nueva normalidad. Galicia ha amanecido dejando atrás el estado de alarma. Desde hoy allí se eliminan las restricciones de movilidad y las reuniones en domicilios tampoco tienen límite de asistencia.

No obstante, sí se mantienen algunas medidas como la distancia social, que en vez de de dos metros es de metro y medio y la mascarilla sigue siendo obligatoria para los mayores de 6 años en las mismas situaciones que en el desconfinamiento.

Desde hoy los comercios minoristas y centros comerciales gallegos aumentan su aforo hasta el 75%. El mismo que tienen que mantener en su interior bares y hoteles. Las terrazas pasan al 80% de las mesas permitidas el año anterior, y en cada una podrá haber un máximo de 25 personas.

La distancia social en las playas se mantiene

En las playas habrá que respetar la distancia social entre grupos y se mantienen las limitaciones de acceso, calculando que cada usuario ocupará unos cuatro metros cuadrados, el mismo espacio que en parques infantiles y zonas deportivas.

Las piscinas alcanzan el 75% de su capacidad, como los museos, teatros, circos y cines, con un máximo de 300 personas en espectáculos en lugares cerrados y 1.000 al aire libre. Y a partir del 1 de julio volverán las verbenas y fiestas populares con las atracciones de ferias incluidas.

A los velatorios pueden asistir un máximo de 60 personas al aire libre y 30 en espacio cerrados y en los entierros o incineraciones hasta 75. Además, la Xunta podrá intervenir residencias públicas y privadas si lo considera necesario.