Los hábitos más dañinos para la salud mental en redes sociales: desde espiar al ex hasta pasarse con los filtros

  • ¿Alguna vez has borrado una foto y la has vuelto a subir porque tenía pocos likes? ¿Te has pasado horas cotilleando el Twitter de tu ex? ¿Has filtrado tanto una foto que no te reconocías en ella?

  • Pese a todas las virtudes de las redes sociales, un uso indebido puede provocar problemas psicológicos serios

La gran mayoría de nosotros hemos usado las redes sociales. Instagram, Twitter, Facebook, TikTok… Un sinfín de aplicaciones que nos entretienen, nos permiten aprender y experimentar, y en algunos casos nos obsesionan. Desde borrar y volver a subir una publicación porque no tenía suficientes ‘me gustas’ hasta filtrar las fotos más de la cuenta, estos son algunos de los hábitos que están acabando con tu salud mental. Hoy en Yasss los analizaremos uno a uno.

Las redes sociales son una parte muy importante de nuestra vida, sobre todo en pleno 2020. A raíz de la pandemia, los móviles nos han permitido estar un poco más cerca de nuestros seres queridos y nos han entretenido para que tantas horas encerrados en nuestras casas se nos pasaran más rápido. El problema es que ahora que volvemos a salir a la calle, la vida real nos sabe a poco.

Si a esto le sumamos los filtros de Instagram y el ambiente tóxico que habita en algunas aplicaciones de móvil, tenemos el caldo de cultivo perfecto para que nuestro bienestar psicológico explote.

Ni podemos ni debemos demonizar las redes sociales, ya que cumplen funciones muy importantes: nos conectan con amigos o familiares que viven lejos, fomentan la creatividad y nos ayudan a aprender cosas nuevas. También son un escaparate a nivel profesional, ya que son muchos los jóvenes que han encontrado trabajo gracias a su visibilidad en Instagram o Twitter.

Pero pese a todas sus virtudes, un uso indebido puede acarrear problemas psicológicos serios. Por eso hoy hemos recopilado los cinco hábitos más dañinos en las redes sociales. ¡Que tire la primera piedra el que nunca haya pecado con alguno!

Obsesionarte con los likes

¿Alguna vez has borrado una foto y la has vuelto a subir porque tenía pocos likes? ¿Le has pedido a tus amigos que le diesen me gusta a un selfie porque tenía poca interacción? ¿Te has enfadado porque tu novio no comenta todas las fotos que subes? ¿Has comparado los likes de tus fotos con los de tu mejor amigo? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es sí, tal vez deberías replantearte tu relación con las redes sociales.

A todos nos gusta que reconozcan nuestro esfuerzo y aunque para muchos una fotografía sea solo eso, para otros es un trabajo de encuadre y edición complejo. Sin embargo, no debemos basar nuestra aprobación en los ‘me gusta’.

Sobrefiltrar las fotos

Antes nos obsesionábamos con los actores y actrices de cine, cantantes y modelos, y ahora queremos parecernos a un filtro de nosotros mismos con las facciones suavizadas y cambiadas.

Parece un hábito inocente, pero según los recientes estudios psicológicos, sobrefiltrar las fotos puede provocar alteraciones emocionales, ansiedad, tristeza y un fuerte déficit de autoestima. Muestra de ello es que, según la revista médica JAMA, un 55% de los cirujanos plásticos estadounidenses hayan alertado de esta práctica, ya que cada vez tienen más pacientes solicitando parecerse a los filtros de Instagram.

Son muchos los rasgos que se ven modificados con los filtros: menos poros, mandíbula más fina, nariz estilizada, ojeras eliminadas, piel más bronceada y un largo etcétera. Al final, un sobreabuso puede distorsionar la imagen corporal. Por eso utilízalos con moderación.

Stalkear todas las redes de tu ex

Métete en tus búsquedas recientes de Twitter, Instagram o Facebook. ¿Aparece alguien familiar allí? ¿Tal vez una persona con la que compartiste cama?

Las rupturas son duras, pero stalkear todos los días las redes sociales de tu ex no te va a ayudar a superarlo mejor. Lo que necesitas es distancia y tiempo, y no releer los “me gustas” que ha dado en Twitter o cotillear las fotos que ha subido a Instagram.

¡Ojo! Tampoco es sano que pongas mensajes pasivoagresivos o que subas fotos solo para dar envidia a la otra persona. En el mejor de los casos le dará completamente igual lo que escribas, y en el peor seguirás fomentando una dependencia tóxica entre ambos.

Ignorar a quienes te rodean

Todos hemos utilizado el móvil en compañía de amigos, familiares o nuestra pareja, pero una cosa es estar pendiente cinco o diez minutos, y otra muy distinta es no levantar la vista del teléfono en toda la velada.

Si quedas con gente, es para estar con ellos. Ignorarles reiteradamente es una falta de respeto, sobre todo cuando sois pocas personas o cuando estáis hablando de un tema serio o importante. Ya tendrás tiempo de revisar tus redes sociales cuando llegues a casa.

Y si no puedes evitar la tentación, ¡deja el móvil en casa! Parece el fin del mundo, pero te aseguro que puedes sobrevivir sin él durante cuatro horas.

Seguir cuentas que perjudican tu salud mental

Actualmente hay una oferta social y cultural muy variada en nuestras redes sociales, pero no todas las cuentas que seguimos sin igual de positivas.

Son muchos los perfiles de pseudoprofesionales que promueven hábitos de alimentación o deporte peligrosos. Dietas que pueden resultar mortales, ejercicio físico para el que es necesario formación o trucos que son malos para nuestra salud.

También hay cada vez más coachs que desinforman sobre salud mentalcoachs , promoviendo mitos y haciendo mucho daño a quienes les siguen. Cualquier persona tiene derecho a compartir sus experiencias, pero aconsejar sin tener formación es ilegal e inmoral.

Además de cuentas destinadas a la divulgación, a veces seguimos perfiles que no nos aportan nada. Por ejemplo, esa influencer cuya vida parece fantástica y que siempre te hace reflexionar sobre lo que tú no tienes. Trabaja tu autoestima y dale al botón de unfollow.