Con el coronavirus, vivimos una época de reinvención. Hay que cambiar las costumbres hasta a la hora de celebrar una boda. Hay muchas que se han postpuesto pero las que siguen adelante lo hacen con menos invitados y con lunas de miel un poco diferentes. Se ha vuelto a épocas pasadas y ahora los viajes, aunque siguen siendo de ensueño, son dentro de España.
El 90 por ciento de viajes largos han sido anulados. Las lunas de miel ahora son como las de nuestros abuelos: en España. Un ejemplo lo ponen Maria José y su novio, han cambiado Japón por Asturias. Tampoco visitarán México Adrián y su novia.
Ese beso en la Torre eiffel o ese paseo en Góndola...la pandemia se ha llevado muchos planes. Toca cambiar de rumbo, menos maletas, caravana o tienda de campaña. Pero como dicen, a veces el mejor destino del mundo está muy cerca.
En muchas ocasiones, el amor puede más que el virus y las parejas deciden seguir adelante con sus planes a pesar de estar en una pandemia mundial. Es el caso de Laura, que sufriendo el coronavirus en primera persona, no le frenaron sus ganas de casarse.
Fue en el propio hospital donde tomó las decisiones para el día más importante de su vida: elegía su ramo y ultimaba detalles. Pocos días antes de entrar a la UCI tenía previsto acudir a elegir su vestido, pero no pudo ser.
La enfermedad le atacó de lleno y pasó más de 20 días ingresada en Ciudados Intensivos. A pesar de todo, nada le quitó las ganas de seguir adelante con su enlace. En planta pasó otras tres semanas y allí terminó de rematar todos los detalles. Hace una semana pudo vestirse de blanco y celebrar la boda que tenían pendiente. Eso sí, para ella, el viaje de novios tendrá que esperar un poco más porque el virus le ha restado capacidad pulmonar.