Margarita del Val: las vacunas de la covid19 han demostrado un beneficio "nítido, clarísimo y rotundo"

  • Las vacunas "inmunizan muy bien para evitar el sufrimiento"

  • Sin embargo, no está claro que los vacunados no puedan contagiar la enfermedad

  • Por eso del Val se muestra contraria a un pasaporte de vacunación

Ahora que en España el número de vacunados ha superado la barrera psicológica del número de infectados por covid19, la esperanza de una inmunización generalizada se ve menos lejana, sobre todo por la demostrada efectividad de las vacunas. Sobre esto, la investigadora Margarita del Val es muy clara: las vacunas han demostrado un beneficio "nítido, clarísimo y rotundo" para las personas ya inoculadas.

Sin embargo no está garantizado que las personas vacunadas no puedan contagiar de la infección, por lo que la idea de una cartilla de vacunación "es prematura, sobre todo para hacer viajes o entrar en espectáculos". Así lo ha señalado del Val, para quien las vacunas no son esterilizantes, es decir, "inmunizan muy bien para proteger el sufrimiento", pero no totalmente para evitar que si una persona vacunada se expone al virus lo multiplique.

Del Val asegura que no se conoce aún cuánto protegen del contagio a otros y es clave conocerlo porque "va a determinar hasta qué punto estamos protegidos como sociedad y si podemos ir levantando medidas o hay que hacerlas más estrictas".

El pasaporte de vacunación ya existe

La investigadora, que ha participado en un debate organizado por la Fundación Alternativas junto a la científica Isabel Sola, ha recordado que la cartilla o pasaporte "ya está inventado" y se llama certificado internacional de vacunación; por ejemplo, las personas que viajan a países tropicales tienen que llevar el certificado de la fiebre amarilla. "No hace falta reinventarlo", afirma, pero este tipo de documentos se emiten con aquellas vacunas obligatorias que lo son porque son tan eficaces que garantizan que la persona que las tiene no va a contagiar: "el concepto de pasaporte inmunitario quiere decir que tú eres seguro -para los demás- por lo que puedes entrar en el país".

Sin embargo, con las vacunas actuales de la covid-19, "todavía no lo sabemos, no sabemos si la persona vacunada es segura de cara a los demás. Sabemos que para ella hay un beneficio nítido, clarísimo y rotundo", por ejemplo en la prevención de los síntomas graves.

Precisamente conocer detalles de la capacidad de contagio de las personas vacunadas es uno de los retos científicos que quedan por conocer, ha dicho la investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid, junto a otros como las nuevas variantes o la inmunidad.

Las variantes del virus: el nuevo desafío

Para Isabel Sola, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), cuando empezó la pandemia se observaba la vacuna como la solución final, y ahora gracias a la colaboración internacional y al trabajo de decenas de laboratorios y la industria existen varios preparados, por lo que ese primer desafío está alcanzado con éxito.

Sin embargo, están apareciendo segundas derivadas, y uno de estos nuevos retos es el proceso de vacunación y su universalidad: si para el virus no hay fronteras tampoco debe haberlas para la vacunación. Otro reto es el de las variantes, que suponen nuevos desafíos en el proceso de generar vacunas que sigan siendo eficaces y seguras.

"No hay duda de que las vacunas ahora lo son, pero aún hay interrogantes sobre la clase de inmunidad que proporcionan, si esta es completa y definitiva o si no lo es, que parece lo más probable, y sobre todo cuánto dura la inmunidad que proporcionan porque esto va a marcar cómo debería ser esa estrategia de vacunación masiva", afirma Sola.