Mejores gorros y sombreros para protegernos del sol
Es importante tener en cuenta el material del que esté hecho, su color y la posición del sol
Independientemente del uso del gorrro o sombrero, es necesario usar protección solar
El gorro de lana con visera, muy de moda, sólo es eficaz en la zona de la coronilla
No todos los gorros son iguales para protegerse del sol. Además, si tienes una dermatitis atópica, una psoriasis o queratosis actínicas, es importante saber cuál es el más conveniente. Existen varios estudios que analizan el estilo de gorro y la calidad de la protección ultravioleta que proporciona.
Hace tiempo que sabemos que la tradicional gorra de lana con visera o 'flat cap' (la gorra del vendedor de periódicos en Estados Unidos o del barquillero madrileño), tan preferida por los hombres mayores y que ha vuelto a la moda con los 'hipsters', no es buena para protegerse del sol. Sólo es eficaz en la zona de la coronilla, que es la que protege.
MÁS
La gorra de béisbol ofrece mejor protección en la nariz, pero poca en las caras laterales de la cara. Así, los gorros que protegen de manera más razonable son aquellos que tienen más de 7 centímetros de visera alrededor de la nariz y las mejillas (el mínimo exigible es 3 centímetros).
Cumplirían estas características varios sombreros, como el sombrero de safari o Boonie, la pamela, el sombrero vaquero o tejano, el sombrero panamá, el sombrero de copa, el canotier veneciano y nuestro sombrero cordobés.
Otros factores a considerar a la hora de elegir gorros para el sol:
• El material del que esté hecho el gorro. Los mejores son los que llevan fibras y materiales con factor de protección solar 30 (Sun protection factor, SPF30) o superior, mejor 50 (SPF50).
• El color. Con respecto al color, protegen más de la radiación ultravioleta los gorros de colores oscuros, como negro o azul marino.
• La posición del sol. Cuando el sol está más bajo, verano o latitudes más cercanas al ecuador, la diferencia que encontramos al utilizar gorros de viseras largas frente a cortas o ausentes es mayor. En verano, la radiación ultravioleta que llega al cuerpo es tres o cuatro veces mayor.
¿Si me pongo un buen gorro o gorra, necesito ponerme crema de protección solar?
Si debería, los gorros reducen la cantidad de radiación ultravioleta directa a la mitad o diez veces menos, pero sigue llegando. Especialmente sensible es la nariz y la zona de alrededor, las mejillas y el labio superior.
Recordemos que los gorros no evitan la radiación ultravioleta reflejada en la cara, y que los gorros no evitan la llegada de radiación a las zonas de la cara más sensibles a la aparición de cáncer cutáneo.
¿El pelo me protege del sol?
Sí. En un estudio realizado por un grupo español encontraron que el pelo, efectivamente, protege la piel de nuestra cabeza de la llegada de radiación ultravioleta B y A.
Está protección se relaciona con la densidad del pelo, con el grosor del pelo y con la presencia de melanina, es decir, es mayor en pelos más oscuros. En este estudio cuantificaron por primera vez el índice de protección solar del pelo (Hair ultraviolet protection factor, HUPF).
Tengo dermatitis atópica o psoriasis, ¿existe algún gorro mejor para mí?
No especialmente, encontramos mayor diferencia en las cremas de protección solar. El gorro que sea más confortable en tejidos naturales y transpirables, con visera en todo su perímetro, será más adecuado.
Conclusión
El estilo es importante a la hora de seleccionar un gorro o una gorra para protegerse del sol, pero es aún más crítico en pacientes con antecedentes de cáncer de piel o sensibilidad solar.
Utilizar gorro no debería sustituir el uso de cremas de protección solar ya que no evita la llegada de radiación ultravioleta a las zonas de la cara donde el cáncer cutáneo es más frecuente.