Melatonina, la hormona del sueño que nos relaja de noche y nos activa de día: ¿qué es y cómo nos influye?

  • La melatonina es conocida como la hormona del sueño: su presencia aumenta por las noches y disminuye durante el día

  • Alteraciones en su presencia pueden derivar en trastornos del descanso, y se relacionan con episodios depresivos, autismo, TDAH...

  • Es posible consumir melatonina para regular nuestro descanso tras, por ejemplo, un episodio de jet-lag

Si te preocupa dormir bien o te está costando más de lo normal conciliar el sueño, es posible que te preguntes qué es la melatonina y qué papel tiene esta hormona en la calidad de tu descanso. Lo cierto es que se trata de una sustancia clave en este sentido y, además, existen maneras de regularla para que puedas dormir mejor y afrontar el día con toda la energía necesaria. Una pista: no es casualidad que descansemos mucho mejor en la oscuridad, ya que esta hormona básica en la regulación del sueño genera sus picos más altos en un entorno sin luz. ¿Qué es la melatonina y cómo influye en nuestro cuerpo? ¿Qué puedes hacer para que sus niveles sean los necesarios para dormir bien?

Melatonina: qué es y cómo influye en nuestro organismo

Tal y como recuerdan los laboratorios Normon, la melatonina es una hormona que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo y que se produce a partir del aminoácido esencial Triptófano, mediante la transformación de serotonina en melatonina en la glándula pineal (que se encuentra en la base del cerebro). Así, el principal papel de la melatonina es contribuir a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño, de forma que resulta clave en caso de retrasos en el sueño, jet-lag, alteraciones del ritmo circadiano, etc.

La melatonina, entre otras cosas, regula nuestro reloj biológico, y su producción está relacionada con la presencia de luz. Por eso solemos tener sueño por las noches: durante las horas más oscuras, su presencia en nuestro organismo aumenta y, en sentido contrario, cuando llega la hora de despertarnos, disminuye.

Las funciones de esta hormona no terminan aquí: la melatonina estimula la secreción de la hormona del crecimiento, además de intervenir en la regulación de nuestro apetito, modulando también la producción de gonadotropinas (que son las encargadas del desarrollo y funcionamiento de ovarios y testículos). Esta hormona es, además, un potente antioxidante que combate los radicales libres, y mejora el sistema inmunológico ayudando a inhibir algunas infecciones, al aumentar nuestras defensas naturales.

Si la presencia de melatonina nos ayuda a descansar cuando debemos y a rendir durante el día, lo contrario se aplica a su falta de regulación: muchos trastornos del sueño tienen que ver con esta hormona, por lo que en ocasiones puede acudirse a medicación que nos permita regular su presencia en nuestro organismo. Y es que una mala calidad del sueño provoca un deterioro en nuestro funcionamiento diurno, disminuye nuestro rendimiento intelectual y dificulta la concentración y la memoria. También nuestros reflejos pueden verse comprometidos, así como nuestro estado de ánimo, que puede volverse más irritable y ansioso.

En concreto, situaciones como trastornos del sueño, episodios depresivos, autismo, TDAH, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, alzheimer o parkinson se han relacionado con alteraciones del ritmo circadiano (es decir, las oscilaciones de nuestra variables biológicas a lo largo del día) de la melatonina. También es frecuente que aparezcan alteraciones de este tipo durante el embarazo y en caso de depresión postpato.

En cuanto a cuándo es indicado el uso de melatonina en forma de medicamento, se encuentra indicado precisamente en aquellos casos en que exista una alteración de nuestros ritmos biológicos normales el relación con el sueño. Y es que su consumo regula nuestro reloj biológico interno y nos ayuda a distinguir cuándo debemos descansar y cuándo permanecer activos. A modo de pauta, nuestro ritmo circadiano o ciclo vigilia-sueño abarca 24 horas, divididas en 8 horas para el sueño (aproximadamente) y 16 horas para la vigilia.

Consumir melatonina también puede ser positivo en caso de sueño retrasado (personas que se despiertan y duermen con horarios coherentes aunque fuera de lo habitual) o en caso de jet-lag

En cuanto al uso seguro de esta sustancia y una posible adicción a la melatonina consumida como suplemento para mejorar el descanso, desde Mayo Clinic aseguran que, por lo general, la melatonina es segura para el uso a corto plazo, a diferencia de lo que sucede con muchos medicamentos para dormir. También es poco probable que la respuesta de tu organismo disminuya después del uso repetido (habituación) o que experimentes un 'efecto de resaca'.