"Es la primera vez que lo veo": un médico cuenta el insólito caso de una mujer con un feto en el hígado

  • El médico Michael Naryey describe una versión extremadamente rara de un embarazo ectópico

  • "Pensé que lo había visto todo", admite el pediatra tras descubrir un feto creciendo en el hígado

  • Los médicos consiguieron salvar la vida de la paciente, pero no pudieron rescatar a su hijo nonato

Una mujer logró sobrevivir después de que los médicos descubrieran que un feto crecía en su hígado, una insólita forma de embarazo ectópico. Así lo cuenta Michael Narvey, pediatra del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Manitoba (Canadá), en su cuenta de TikTok. Aunque el caso fue descrito por primera vez en un informe de 2012, se ha hecho viral a raíz de su publicación en dicha red social, que cuenta actualmente con unos 6,4 millones de visualizaciones y más de 30.000 'me gusta'.

"Pensé que lo había visto todo", afirmó Narvey en el clip, hablando sobre la anomalía embrionaria. Detalló que la paciente canadiense de 33 años se presentó en una clínica tras experimentar un sangrado menstrual durante 14 días seguidos, agregando que habían pasado 49 días desde su última menstruación. Una ecografía posterior reveló el origen de sus síntomas: "Lo que encuentran en el hígado es esto: un bebé", explicó el doctor, señalando una captura de pantalla del feto.

En concreto, la mujer tenía una versión extremadamente rara de un embarazo ectópico, en el que "un óvulo fertilizado se implanta y crece fuera de la cavidad principal del útero", de acuerdo con los datos de la Clínica Mayo. Además de tener un ser humano creciendo donde no debería, los síntomas de esta afección incluyen sangrado vaginal y dolor pélvico y abdominal, que generalmente aumentan a medida que el feto crece.

El embrión "acabó viajando hasta el hígado"

En otro video, el pediatra describió cómo en un embarazo ectópico normal, el óvulo fecundado "acaba atascado" en la trompa de Falopio, pero, en raras ocasiones, puede salir el óvulo e incrustarse en la pared abdominal. Sin embargo, el caso de esta paciente era aún más raro, ya que el embrión "acabó viajando hasta el hígado, donde se implantó", señaló el médico.

"A veces los vemos en el abdomen, pero nunca en el hígado", dijo Narvey. "Es la primera vez que lo veo", añadió. Esa anomalía puede resultar peligrosa tanto para las madres como para los fetos, ya que el embrión rara vez puede desarrollarse adecuadamente fuera del útero. Aunque los médicos consiguieron salvar la vida de la paciente, no pudieron rescatar a su hijo no nacido, según el informe original del caso.