La lucha contra la pandemia de coronavirus se traslada a las playas: claves para lograr pisar la arena este verano

  • Arcos de desinfección, app de control de accesos y aforo o personal auxiliar, entre las principales medidas

Las playas se han convertido este verano en el nuevo frente de batalla en la lucha contra el coronavirus. Los arenales españoles siguen acumulando banderas azules, 23 más que el año pasado, hasta lograr la cifra de 589, lo que atestigua el buen estado de conservación medioambiental de estos espacios y la gran calidad de los servicios que prestan, en un verano marcado por las medidas de control de accesos, distanciamiento social, reducción de aforo y aumento de vigilantes para mantener a raya a la pandemia de COVID-19.

Desde el gobierno central, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel María Oliver, ha asegurado que en las playas no existe "ningún peligro para nada", en relación con la COVID-19, aunque es importante mantener el control del aforo, que determinarán las autoridades locales, junto con el distanciamiento social, y será necesario que se den ambos requisitos a la vez.

También ha destacado que "es necesario reducir los riesgos de contagios en la playa" y se ha mostrado "segura" de que se va a cumplir, aunque ha admitido que "cada playa es un mundo" y que, además, son abundantes en este país.

Andalucía

En Andalucía, el Gobierno regional está convencido de que las playas de su litoral serán las "más seguras de España" y todo gracias a la puesta en marcha del Plan de Playas Seguras que cuenta con una inversión de 34,5 millones de euros.

Parte de ese presupuesto ya ha sido destinado a la contratación de 3.000 vigilantes de playa que cubrirán los mil kilómetros de costas andaluzas. Este personal auxiliar, entrenado en los arenales en los que desarrollarán su labor, estarán encargados de vigilar a los bañistas, controlar los aforos de las playas o informar de las medidas de seguridad y prevención.

Para ello, el Gobierno regional ha adquirido 75 vehículos 'pick up', 21 vehículos 'buggy', 81 quad, 65 torres, 13 embarcaciones, 14 motos de agua, 15.242 pasarelas de madera, 285 tubos de rescate, 127 latas de rescate y 154 aros salvavidas.

Cantabria

El Gobierno cántabro ha elaborado un plan integral para los arenales de la región en colaboración con los ayuntamientos afectados. Para ello, las autoridades han instalado cartelería con directrices de seguridad en todos los accesos a las playas y un sistema de cámaras web en las de mayor afluencia para conocer en tiempo real el estado de estas áreas, lo que permitirá a cualquier ciudadano consultar la situación desde su casa o teléfono móvil.

La cartelería incluye representación gráfica de la playa con los corredores de penetración hacia la misma, en los que no podrá ubicarse nadie para facilitar el acceso al mar y la circulación por el arenal.

Los corredores tendrán una anchura de seis metros aproximadamente de anchura y en las zonas donde sea posible instalar entrada y salida no hará falta establecer la obligatoriedad de mascarilla.

Las autoridades cántabras cree que los aforos no son tan relevantes como pueden ser en otras comunidades autónomas, por lo que no va a ser el parámetro elegido como limitativo a la hora de efectuar el análisis, que se basa más el distanciamiento que en la acumulación de aforos, porque además varía por completo según el día.

Cataluña

En Cataluña, el ayuntamiento de Barcelona ha decidido controlar el aforo en la playas de la ciudad a través de videosensores y las cámaras situadas en la Torre Mapfre, y actualizará esta información en tiempo real en una página web para que los usuarios puedan consultarlo.

Para evitar aglomeraciones, el consistorio delimitará las playas con más afluencia con vallas de madera y cuerdas y establecerá 15 puntos de acceso, en los que habrá informadores y Guardia Urbana.

En la página web se informará a través de "semáforos virtuales", de verde a rojo en función de la afluencia en cada momento: el verde corresponde a un aforo inferior al 40%, amarillo de hasta 60%, naranja de hasta el 80% y rojo más del 80%.

Las autoridades han asegurado que las cámaras y videosensores no identificarán a personas concretas, y han detallado que habrá hasta 22 informadores y Guardia Urbana que vigilarán que se cumpla la distancia mínima obligatoria de cuatro metros entre personas o grupos.

Se trata de medidas que han sido adoptadas por la mayor parte de los responsables locales para controlar los accesos a las playas de Cataluña.

Galicia

Las casi mil playas con la que cuenta la costa gallega ya cuentan con medidas destinadas a mantener a raya al coronavirus.

La mayor parte de ellas como las de Pontevedra han incluido un sistema de cuadrículas en los arenales delimitados por cintas de colores destinados a mantener la distancia social. También se han creado accesos de entrada y salida diferentes. Las parcelas contarán con unas medidas de 8 x 8 metros obligando así a reducir el aforo de estos espacios casi a la mitad. Los consistorios también han contratado a personal auxiliar para controlar el cumplimiento de las normas tanto en las playas como en sus accesos.

Caso singular es el de las playas de Coruña en dónde algunas han instalado arcos de desinfección y la policía local se ha dotado de aplicaciones para controlar los accesos y el aforo de los arenales.

Canarias

Cita previa y control de aforo son las principales medidas de contención contra el coronavirus adoptadas por las autoridades del archipiélago canario.

En la provincia de Tenerife se ha creado un portal web destinado a reservar plaza en los arenales y controlar también el aforo de los mismos.

Baleares

El plan del Gobierno balear para la temporada de playa de este verano es muy similar al del resto de comunidades autónomas con arenales activos. Control de accesos a las zonas, personal de vigilancia, y limitación de aforo.

El Govern insular también tiene previsto limitar los horarios de paseos por las playas durante las primeras horas del día y al atardecer.

También se suspenden las actividades deportivas de tipo lúdicas como el voley o las palas. No se apuesta por la instalación de medidas distanciadoras y se multiplicarán los trabajos de limpieza y desinfección de las zonas comunes y los servicios públicos.

País Vasco

Los arenales de Euskadi comienza tímidamente su apertura hasta que el próximo 1 de julio cumience la temporada oficial. Desde el Gobierno vasco, las autoridades sanitarias mantienen la recomendación de respetar el distanciamiento social que han establecido en un mínimo de 2 metros. También piden a los bañistas que antes de desplazarse hasta las playas se informen con las autoridades locales sobre las medidas específicas de control de accesos y aforo.

Valencia

La Comunidad Valencia, al igual que Andalucía ha creado también de forma temporal un cuerpo de trabajadores auxiliares encargados de vigilar las playas y sus accesos así como el mantenimiento de la distancia social en los arenales.

También vigilarán que las entradas y las salidas a las playas se realicen por las zonas habilitadas para ello y y lo mismo con las áreas de baño.

En playas como la de Benidorm, las autoridades locales han decidido establecer zonas acotadas en la arena mediante el uso de cintas de colores y la parcelación en áreas diferenciadas para usuarios atendiendo a criterios de edad o uso de las instalaciones.

Una empresa ha sido elegida para dotarse de personal y desarrollar esta labor de control y alquiler del mobiliario de playa, algo que ya ha suscitado los primeros roces entre los usuarios que no han podido disfrutar de la arena por las restricciones de aforo existente.

Asturias

Los Ayuntamientos costeros y el Gobierno asturiano están analizando la posibilidad de implementar una aplicación informática que permita disponer en tiempo real del nivel de ocupación de las playas.

Un total de 17 de los 19 concejos costeros mantuvieron una reunión telemática con el director general de Sector Público, Seguridad y Estrategia Digital, Javier Fernández Rodríguez, donde "mayoritariamente mostraron su disposición a incorporar este sistema que comenzaría a operar durante la presente temporada estival".

Así lo ha señalado la Federación Asturiana de Concejos (FACC) a través de nota de prensa, donde ha indicado que la metodología que se usaría se centra en la instalación de cámaras en los arenales que enviarían imágenes a un servidor central.

Allí, un programa informático calcularía el nivel de ocupación para que pueda ser consultado por las personas usuarias a través de las páginas web tanto del Principado como de los propios Ayuntamientos.

Este sistema sería la base para mejorar el uso seguro del litoral durante este verano, pero su desarrollo tendría vocación de continuidad para convertirlo en un elemento más de información en futuras temporadas estivales.

Murcia

El consejero de Salud, Manuel Villegas, ha considerado que es un "error" plantear ahora mismo un aforo limitado en las playas porque "vamos a gastar recursos en una cosa que, realmente, es muy difícil de controlar en el tipo de playas que tenemos en la Comunidad". En vez de "gastar recursos" contando bañistas, el consejero insta a ser "responsables" y a "mantener la distancia" de seguridad mínima, de 1,5 metros.

Esa distancia "es la que nos puede mantener seguros, sobre todo, en un momento en el que no sabemos lo que va a pasar, cuando se abran las fronteras y venga gente con más posibilidades de tener el coronavirus", tal y como ha indicado Villegas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Ha aconsejado que la gente no lleve mascarilla en la playa, pero cree que eso "dependerá de las personas". Lo que aconseja Villegas es "guardar una distancia de un metro y medio con la persona que tienen al lado", y si alguien invade ese espacio, explica que "hay que decirle que no se acerque tanto porque no se lleva mascarilla". Quien debe de llamar la atención "es la misma persona que tiene que autoprotegerse".

"Si la gente va en grupo a la playa, pueden estar juntos si pertenecen a la misma familia y son las personas con las que se convive", según Villegas. Sin embargo, la distancia entre dos unidades familiares debe ser de 1,5 metros como mínimo, y las personas que tienen que establecer esa distancia "son los propios murcianos".