Psoriasis: rutinas para reducir los síntomas de una enfermedad de la piel cada día más frecuente

  • La psoriasis es una enfermedad de la piel bastante frecuente que provoca picor y, en ocasiones, dolor: conoce sus síntomas, causas y tratamiento

  • Se cree que está relacionada con un problema del sistema inmunitario con las células T y los neutrófilos

  • Los factores genéticos y ambientales influyen en su aparición: el estrés y el tabaco la intensifican

Se trata de una de las enfermedades de la piel más frecuentes: la psoriasis es una dolencia que acelera el ciclo de vida de las células cutáneas y que provoca que éstas se acumulen rápidamente en la superficie de la piel. El resultado son escamas y manchas rojas que provocan picor e incluso dolor. ¿Cuáles son sus causas y síntomas de la psoriasis, y qué tratamientos son aconsejables?

Psoriasis: ¿Qué es y cuales son sus síntomas?

La psoriasis es una enfermedad crónica que suele aparecer y desaparecer en distintos momentos de la vida del paciente, y que puede ser tratada para reducir sus efectos, pero con carácter crónico. Así, cuando se trata una psoriasis, la meta es detener el crecimiento acelerado de las células cutáneas, pero partimos de la base de que, a día de hoy, no existe una cura para esta enfermedad cutánea, si bien sus síntomas sí se pueden controlar.

Además, la constancia en el mantenimiento de ciertas rutinas puede ayudar a reducir los síntomas. Por ejemplo, aplicarse crema humectante, evitar el tabaco, controlar el estrés... son hábitos útiles que ayudan a reducir la aparición de psoriasis.

Esa enfermedad se manifiesta de distintas formas en cada persona. En general, se puede considerar que son signos o síntomas de la psoriasis las siguientes anomalías cutáneas:

  • Manchas rojas en la piel cubiertas con escamas gruesas y plateadas
  • Pequeños puntos escamados (comúnmente vistos en niños)
  • Piel seca y agrietada que puede sangrar
  • Picazón, ardor o dolor
  • Uñas engrosadas, picadas o acanaladas
  • Articulaciones inflamadas y rígidas

Sobre todo, las dimensiones y zonas afectadas pueden ser muy variadas. Las manchas de psoriasis pueden ir desde unos pocos puntos de escamas similares a la caspa hasta erupciones importantes que abarcan zonas grandes. Un rasgo común es que la mayoría de los tipos de psoriasis conlleva ciclos: un brote puede durar semanas o meses para reducirse luego, o incluso remitir totalmente hasta el siguiente brote.

Además, es importante tener en cuenta que existen diferentes tipos de psoriasis, con distintos síntomas. Según recuerda Mayo Clinic, estos son algunos de ellos:

  • Psoriasis en placas. Es el tipo de psoriasis más habitual, produciendo lesiones secas, elevadas y rojas en la piel (placas) cubiertas con escamas plateadas. Las placas pueden producir picazón o dolor, y pueden ser pocas o muchas. Además, pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo, incluyendo los genitales y el tejido blando dentro de la boca.
  • Psoriasis en las uñas. La psoriasis también puede afectar a las uñas de las manos y los pies, provocando picado, crecimiento anormal y cambios de color. Las uñas psoriásicas pueden aflojarse y separarse del lecho ungueal (onicólisis). Los casos graves pueden hacer que las uñas se astillen.
  • Psoriasis en gotas. Esta clase de psoriasis afecta principalmente a niños y adultos jóvenes. Suele provocarla una infección bacteriana, como la amigdalitis estreptocócica, y se caracteriza por la descamación en forma de gotas en el torso, los brazos, las piernas y el cuero cabelludo.
  • Psoriasis inversa. Afecta sobre todo a la piel de axilas, ingle, bajo los senos y alrededor de los genitales. Provoca manchas lisas de piel roja e inflamada que empeoran con la fricción y la sudoración. Las infecciones micóticas pueden desencadenar este tipo de psoriasis.
  • Psoriasis pustulosa. Es uno de los tipos de psoriasis menos frecuente y se manifiesta en forma de manchas extensas (psoriasis pustulosa generalizada) o en zonas más pequeñas en las manos, en los pies o en las puntas de los dedos. Se caracteriza por la presencia de pus en las ampollas. También puede provocar fiebre, escalofríos, picazón intensa y diarrea.
  • Psoriasis eritrodérmica. La psoriasis eritrodérmica, el tipo menos frecuente, puede abarcar todo el cuerpo con una erupción roja y con desprendimiento de la piel, que puede provocar picazón o ardor intensos.
  • Artritis psoriásica. Además de la piel inflamada y escamosa, la artritis psoriásica provoca inflamación y dolor en las articulaciones que son típicos de la artritis.

En cualquier caso, ante cualquiera de estos síntomas es conveniente visitar a un médico para ser diagnosticado y aprender a controlar la enfermedad. Sobre todo, no dejes de acudir a un profesional si la enfermedad te causa molestias y/o dolor, si dificulta tu día a día, si te genera molestias estéticas... También, aunque ya conozcas tu diagnóstico, acude a un profesional si los síntomas se agravan, e intenta reducir el estrés y mantener hábitos saludables.

¿Cuáles son las causas de la psoriasis?

En cuanto a las causas de la psoriasis, no se conocen por completo, pero se cree que está relacionada con un problema del sistema inmunitario con las células T y otros glóbulos blancos del cuerpo llamados neutrófilos. Así, lo habitual es que las células T se desplacen por el cuerpo para combatir sustancias extrañas, como virus o bacterias. Los pacientes de psoriasis serían aquellos cuyas células T atacan células sanas de la piel por error, como si curaran una herida o combatieran una infección.

Las células T hiperactivas también provocan un aumento en la producción de células cutáneas sanas, más células T y otros glóbulos blancos, en particular, los neutrófilos. Así, se genera un ciclo continuo en el cual células cutáneas nuevas se desplazan a la capa más externa de la piel demasiado rápido, es decir, en días en lugar de semanas, acumulándose y formando manchas gruesas y escamosas en la superficie de la piel; este proceso continúa hasta que el tratamiento detiene el ciclo.

Los investigadores creen que tanto los factores genéticos como los ambientales influyen en esta enfermedad. De hecho, los factores ambientales como el estrés, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la falta de vitamina D... son grandes desencadenantes de la psoriasis.