Quienes padecen problemas de sudoración en los pies reciben con horror las subidas de las temperaturas, porque lo cierto es que este trastorno se puede agravar en verano con el calor. Una higiene adecuada, el calzado correcto y un par de trucos, pueden ayudar a reducir el exceso de sudoración incluso en esta época del año.
Qué es una higiene adecuada
No se trata sólo de ducharse cada día, si existe un problema de exceso de sudoración en los pies, la higiene va más allá. Lo primero es elegir un jabón astringente compuesto de ingredientes capaces de regular la secreción de sudor: aceite esencial de salvia, sales de aluminio, talco, té negro, aceite esencial de árbol de té, aceite de coco… Es fundamental lavar y también secar bien los pies, especialmente entre los dedos para evitar el crecimiento de microorganismos en las zonas húmedas.
Cuál es el calzado correcto
Existe y no son las chanclas de goma, por muy fresquitas que te parezcan, y menos aún las muy económicas. La goma no transpira, aunque sólo la lleves en la suela, y unos pies que sudan necesitan un calzado que les deje respirar: lona, cuero o esparto son excelentes elecciones. Si se va a utilizar un calzado cerrado, es importantísimo llevarlos con calcetines, pero es importante olvidar los de tejido sintético y los de algodón, que absorben el sudor y al final del día terminarán empapados. Apuesta por los calcetines de lana merina 100%, de hilo, de poliéster o de nylon, que tienen la propiedad de expulsar el sudor.
Cambia la alimentación
Es buen momento para olvidar las bebidas alcohólicas, las que contienen cafeína, las carnes rojas, los alimentos grasos, las especias que pueden aumentar la temperatura corporal como cayena, jengibre o pimienta y los alimentos ricos en yodo como el brócoli, el ajo o la cebolla. Por el contrario, es recomendable aumentar la ingesta de agua, que ayuda a regular la temperatura corporal y de alimentos astringentes como el té, el limón o el tomate.
Algunos remedios caseros
La combinación de ciertos ingredientes naturales puede ayudar a reducir la sudoración, proporcionando una barrera contra la humedad y el mal olor. Utiliza cualquiera de estas fórmulas para sumergir los pies durante 20 minutos y sécalos sin enjuagar:
- Sal de epsom diluida en agua
- Infusión con romero, menta y salvia
- Infusión de té negro
- Bicarbonato de sodio diluido en agua
- Infusión de aceite esencial de árbol de té
Una ayudita extra
Si aún eligiendo el calzado y calcetín adecuados no es suficiente, se puede recurrir a ciertos productos que ayuden a regular el problema: talcos, antitranspirantes y desodorantes o plantillas que absorban el sudor.