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Los expertos coinciden: Madrid llega demasiado tarde a la hora de aplicar medidas drásticas para atajar la segunda ola de contagios de coronavirus. La capital de España es el epicentro de la pandemia y existe una transmisión descontrolada que alarma y preocupa.
Uno de los últimos en pronunciarse en este sentido ha sido quien fuera el consejero vasco de Sanidad y asesor en esta materia del Gobierno del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, Rafael Bengoa, quien ha manifestado, –en el mismo día en que en el BOE se publica la orden ministerial de Sanidad para implantar su plan de restricciones homogéneas que afectan en estos momentos a 10 municipios de Madrid– que la comunidad autónoma presidida por Isabel Díaz Ayuso debería ser confinada en su totalidad de manera inmediata "durante tres o cuatro semanas", tal como han hecho otras ciudades a nivel mundial con una incidencia menor.
Entrevistado en Informativos Telecinco, Bengoa señala que "hay muchísimas dudas de qué es lo que hay que hacer, aunque las indicaciones que se han dado para confinar Madrid son correctas". Sin embargo, subraya, "ahora lo que hace falta es que retome un poco el pulso la deliberación política y que los políticos vuelvan a encontrar cuál es su papel en todo esto”.
Tanto a ellos como a la ciudadanía les advierte: “Tenemos que asegurar que nuestro comportamiento, cuando baje y esté contraloda esta segunda oleada, en Madrid o en otras partes, estemos otra vez muy conscientes de que puede venir otra. Por tanto, no podemos tener, ni los ciudadanos el comportamiento que ha habido en verano, ni los políticos el comportamiento que están teniendo estos días”.
"Por encima de la desunión política está el virus muriéndose de risa y esa máxima expresión de desunión crea las mejores condiciones para la propagación del virus", ha advertido Bengoa, llamando a emprender acciones eficaces en la lucha contra la covid-19 en un momento en el que la situación “está descontrolada”, ha dicho, por otra parte, en declaraciones a Radio Euskadi recogidas por EFE.
En este sentido, pone de ejemplo lo ocurrido en Melbourne, donde las estrictas medidas adoptadas, sumado a la contundencia en su aplicación, han logrado que la ciudad australiana, capital del estado de Victoria, haya pasado de 680 casos por 100.000 habitantes a 11 en solo un mes. “Eso es lo que toca hacer” en Madrid, ha subrayado. Y queda mucho camino, porque en las últimas 24 horas ha registrado 1.206 casos de los 3.715 que el Ministerio de Sanidad ha contabilizado en total en su balance.
Apuntando que en su tierra, Euskadi, la pandemia está algo mejor en comparación con la capital española, ha avisado no obstante de que se han de controlar rápidamente los brotes así como se deben adoptar restricciones destinadas a evitar llegar a esa situación de descontrol.
En su opinión, más adelante se conocerán “las consecuencias de haber decidido tarde y mal”, y ha insistido en la importancia de revisar y evaluar cada decisión tomada con el objetivo de aprender de los errores y evitar repetirlos cuando llegue la tercera ola de la pandemia, lo que indica que está convencido de que el coronavirus no se acabará en esta onda epidémica.
De hecho, de acuerdo a sus cálculos, precisamente las altas cifras de contagios de esta segunda ola conducen a ello. Considera que el virus se va a quedar y propiciará la tercera ola hasta la vacuna, al tiempo en que ve posible una vacunación masiva de en torno al 70 % de la población antes del verano de 2021 y "disfrutar de un verano normal".
La receta de Bengoa es clara: hay que aumentar el número de rastreadores, apostar por los test rápidos de antígenos y seguir insistiendo en el uso de mascarillas para controlar los contagios. Por eso, entre la batería de medidas que aconseja propone también realizar pruebas a escolares y a trabajadores que no puedan realizar su actividad en teletrabajo, algo que debería mantenerse, ha apuntado, siempre que sea posible.