Más de un año de restricciones por el covid nos ha dejado hartos de mascarillas y aislamiento. Este fin de semana los macrobotellos, raves y otras indisciplinas han proliferados por calles y playas de España con la misma velocidad que las advertencias de los expertos. Las nuevas variantes y los incumplimientos de las normas de seguridad arrastrarán una consecuencia: El retraso a la normalidad.
Es mejor tenerlo en cuenta si no queremos volver a escenarios que ya conocemos de confinamiento y restricciones. Sin embargo, este fin de semana en Barcelona y Sevilla, los indisciplinados se han lucido. La Guardia Urbana de Barcelona y los mossos se han tenido que esforzar para controlar el desmadre en el paseo del Born y las playas.
Más de 6.615 personas fueron desalojadas por aglomeraciones y botellones en espacios públicos de Barcelona. En Sevilla, en Aznalcóllar, unas 600 personas participaban en una rave sin pensar en las consecuencia. Los agentes han multado a un centenar de indisciplinados que se divertían sin mascarillas, ni distancia de seguridad durante la fiesta que duraba 24 horas.
A la pandemia del descontrol le sigue una pandemia de variantes. Los virólogos advierten de que el coronavirus seguirá mutando y aparecerán más variantes desconocidas.
El exdirector de Sistemas de Salud de la OMS, Rafael Bengoa, habla de que la proliferación de nuevas variantes podrían complicar la situación sanitaria, de ahí "la necesidad de una vacunación inmediata y masiva, advierte.
El objetivo es inmunizar el 70% de la población y más para alejar el peligro y llegar al final de la pandemia y volver a la ansiada normalidad.