No ganar peso en verano es posible con estos sencillos consejos

  • El primer paso es tener cuidado con el alcohol porque engorda "y mucho"

  • Importante conocer qué número de calorías necesitamos en función de nuestro cuerpo y la actividad física

  • El verano es la mejor época del año para las verduras y las frutas de temporada

Muchas personas se quejan de que si bien en verano suelen tener menos hambre y el cuerpo les pide comidas más ligeras y menos calóricas, las nuevas rutinas estivales suelen dar lugar a un aumento de peso. Las cañas al fresco tras el trabajo, los helados, los refrescos carbonatados, los cócteles y, en definitiva, la frenética vida social que tiene lugar en esta época del año puede dar lugar a un incremento de peso aunque las comidas principales sean ligeras.

Para mantener a raya la báscula, sin renunciar por ello a la vida social, se pueden seguir algunos consejos que nos harán reducir calorías sin apenas darnos cuenta.

Cuidado con el alcohol

Es importante meterse en la cabeza que "el alcohol engorda, y mucho", señala la nutricionista especializada en nutrición deportiva Encarni Pérez. De hecho, muchos de esos kilos que cogemos en verano sin saber bien cómo se deben a un incremento en el consumo de alcohol, ya no solo porque la vida social se suele activar en esta época, sino porque tenemos calor y recurrimos más de la cuenta a las socorridas cañas.

"Lo ideal sería evitar el alcohol, pero en su defecto mi recomendación es optar por una copa de vino blanco, o una clara con gaseosa, o un tinto de verano. Si escogemos cerveza o vino para las comidas, hay que compaginar su consumo con el de agua, que nos va a ir hidratando y hará que bebamos menos alcohol", apunta.

En la misma línea, la nutricionista Pilar Esquer prescribe a sus pacientes un ejercicio que deben cumplir a rajatabla. "El alcohol es tóxico y hay que tratarlo como tal, de manera que lo ideal sería eliminarlo por completo. Para reducirlo, yo recomiendo beber la misma cantidad de alcohol que de agua en todo momento: si te pones una copa de vino te sirves también una de agua, y hasta que no acabes las dos no puedes ponerte más alcohol", afirma. Es una buena manera de reducir su consumo, y así mejorar la salud y limitar la ingesta de calorías.

Verduras en crudo

Pérez es una firme defensora de gazpachos, salmorejos y ensaladas con verduras en crudo. "Son muy saciantes y versátiles, y además sientan muy bien en verano. Un buen guacamole con taquitos de zanahoria, de pepino y tomatitos cherry es una buena opción para un almuerzo o un tentempié entre horas", explica la nutricionista.

En este sentido, la médico-nutricionista Núria Monfulleda recomienda añadir siempre proteína a las verduras crudas, pues su poder saciante se multiplicará y así lograremos evitar el picoteo poco saludable. "Una ensalada con pollo o atún nos aporta proteínas y nos sacia: es una garantía de que no tendremos hambre al cabo de media hora", argumenta.

Contar calorías

Pese a que las nuevas tendencias en nutrición aconsejan comer equilibrado y saludable y olvidar aquellas viejas prácticas de contar calorías, Monfulleda indica que "es importante saber cuántas calorías necesitamos aproximadamente al día en función de nuestra complexión y actividad física, para que podamos ir jugando con esa cifra. Si lo superamos, engordaremos. Eso es todo"

Por ello, si lo que buscamos es limitar el número de calorías, Monfulleda apuesta por reducir el consumo de productos con muchas grasas concentradas, como los frutos secos, pues aunque sean saludables aportan calorías que debemos controlar. En la misma línea, Pérez aboga por cenas muy ligeras si al mediodía hemos abusado, aunque insta a no saltarnos ninguna comida.

Buscar alternativas a las opciones muy calóricas

El verano es, para muchos, sinónimo de cañas, terrazas, croquetas, bravas, ensaladilla rusa y otras propuestas muy estivales pero también altamente calóricas. Para Pérez, no es necesario perderse las reuniones sociales si deseamos mantener la línea, siempre que se busquen alternativas más saludables y ligeras.

"En lugar de unas croquetas u otros fritos y rebozados, podemos optar, por ejemplo, por una ensalada de ahumados, boquerones, pepinillos, encurtidos, marisco…". Monfulleda, por su parte, recomienda acompañarlos "de un agua con gas con una rodajita de limón".

Cambiar de hábitos

Sin necesidad de renunciar por completo a la vida social, Monfulleda nos invita a replantearnos de qué actividades podemos prescindir. No se trata de dar la vuelta a nuestra agenda, pero sí "cambiar algunos ambientes, porque así modificaremos la situación que nos genera ese consumo indeseado. Es algo parecido a salir de compras y dejar la tarjeta de crédito en casa: si no hay tarjeta no podremos comprar y eso facilita el logro de nuestros objetivos".

Las expertas coinciden en que es fundamental fomentar un hábito que en realidad no se debe abandonar en ningún momento del año: hacer ejercicio físico de intensidad, ya que además de mantenernos en forma, "nos ayudará a liberar endorfinas, cosa que también se consigue mediante el sexo y a través del azúcar", explica Monfulleda.

Apostar por el producto de temporada

El verano es la época del año en que encontramos más variedad de frutas y verduras de temporada, de manera que es interesante aprovechar los productos que nos brinda el huerto y utilizarlos en las más variadas recetas. "Es interesante empezar el día con fruta de temporada, como la piña, que podemos mezclar con un yogur natural y algo de frutos secos, como unos pistachos o almendras picadas y un toque de cereales, que pueden ser unos copos de avena", afirma Pérez.