De las migrañas a dolor causado por esfuerzo: tipos de dolores de cabeza que pueden ser peligrosos

  • No todos los dolores de cabeza son iguales: algunos pueden resultar peligrosos

  • Es conveniente consultar a un especialista si se repiten con frecuencia, son especialmente fuertes o muy repentinos

  • El estrés y la tensión diarias tienen mucho que ver con la mayoría de dolores de cabeza

El dolor de cabeza es algo que, desgraciadamente, nos acompaña en distintos momentos a lo largo de nuestra vida, y su origen y síntomas pueden ser muy diversos. Tensional, en racimo, por esfuerzo... Existen distintos tipos de dolor de cabeza y es importante diferenciarlos para conocer en qué casos pueden llegar a ser peligrosos. Especialmente en caso de que se repitan, o cuando sean muy fuertes o repentinos, puede ser conveniente consultar a un especialista. Conoce los tipos de dolores de cabeza que pueden ser peligrosos.

Tipos de dolores de cabeza: ¿Cuáles pueden ser peligrosos?

Aunque puedan parecer iguales, lo cierto es que existen distintos tipos de dolores de cabeza, así como múltiples causas que los provocan. Por eso es importante conocer las diferencias entre ellos, de forma que puedas identificar la mejor manera de evitarlos y pedir ayuda cuando sea necesario.

La mayoría de dolores de cabeza no resultan peligrosos, pero determinadas situaciones hacen que debamos consultar a un médico para asegurarnos de que no nos ocurre nada grave. Por ejemplo, lo habitual es que los dolores de cabeza duren poco tiempo y que baste con tomar un paracetamol o aspirina para aliviarlos. La cosa se complica cuando el dolor es muy intenso, cuando se prolonga en el tiempo más de lo normal, cuando es recurrente... En algunos casos, el dolor de cabeza puede impedirnos realizar nuestras tareas diarias con normalidad.

En estos casos, conviene analizar con detalle qué síntomas estamos experimentando: dónde nos duele exactamente, qué sensación se produce, cuánto dura este estado... El objetivo es poder explicarle la situación a un profesional que nos diagnostique, nos ofrezca una medicación adecuada y realice las pruebas que crea convenientes para descartar posibles problemas. También conocer nuestro cuerpo y estar preparados para actuar rápidamente cuando notemos que el dolor de cabeza va a manifestarse.

En realidad, conocer todas las clases de dolor de cabeza sería muy difícil: la Edición de la Clasificación Internacional de las Cefaleas (ICHD, en inglés) define más de 150 tipos diferentes, tal y como recoge Medical News Today. Sin embargo, existen ciertos dolores especialmente frecuentes. Dentro de los primarios (es decir, los que no se relacionan con otra dolencia, sino que son afección en sí mismos) son los siguientes:

  • Migrañas

La migraña se caracteriza por un fuerte dolor de cabeza que resulta punzante e intenso y que se produce especialmente en un solo lado de la cabeza. Además, suele acompañarse de trastornos visuales y de una mayor sensibilidad a la luz y a los sonidos, e incluso a los olores.

Quienes la padecen también pueden sentir nauseas, así como ver luces o puntos o lineas en zigzag, o incluso perder parcialmente la visión. También es posible tener dificultades para hablar, sentir punzadas en las sienes y encontrarse en general débil y fatigado. Es importante que, si es la primera vez que experimentas estos síntomas, acudas a un médico para que descarte otras dolencias y te recomiende una medicación a tu medida.

Ten en cuenta también que las migrañas suelen ser recurrentes y que pueden llegar a durar hasta 3 días. El estrés, la ansiedad, los problemas de sueño, cambios hormonales, deshidratación, omitir comidas, consumir determinados alimentos... son las causas más frecuentes de la migraña, así como la exposición a luces y sonidos intensos.

Además de tomar el medicamento adecuado (a veces no basta con los tradicionales analgésicos), descansar en un lugar oscuro y silencioso es de gran ayuda para aliviar la migraña, así como beber agua y aplicar frío en la frente.

  • Dolores de cabeza por tensión

El dolor de cabeza por tensión o dolor de cabeza tensional es uno de los más frecuentes y se siente en ambos lados de la cabeza, de forma constante y generando sensibilidad en cara, cabeza, cuello y hombros. Es frecuente sentir presión en la zona de los ojos, así como sensibilidad a la luz y al sonido. Su duración se mueve entre los 30 minutos y varias horas, pero no suelen impedir ejecutar nuestras tareas diarias.

El dolor de cabeza por tensión se relaciona con el estrés y la ansiedad, así como con la deshidratación, la falta de sueño, omitir comidas... También puede estar relacionado con la falta de ejercicio, con posturas incorrectas o con la fatiga ocular. En estos casos suele bastar con los analgésicos de venta libre más frecuentes: ibuprofeno, paracetamol y la aspirina.

  • Dolor de cabeza en racimo

El dolor de cabeza en racimo es menos conocido y se caracteriza por una sensación de ardor y dolor detrás de los ojos. Suelen ser fuertes y recurrentes, y afectan más a los hombres que a las mujeres. Entre sus síntomas se encuentran los ojos llorosos, hinchazón en los párpados, nariz taponada o con mucosidad, sensibilidad a la luz y al sonido, inquietud y agitación.

Estos ataques suelen durar entre 15 minutos y 3 horas, y suelen experimentarse varias veces en el mismo día (de ahí que se denominen "en racimo”). Además, pueden persistir durante semanas e incluso meses. Es posible confundirlos con un caso de rinitis, por lo que es conveniente consultar a un médico para identificar con claridad a qué se debe el dolor La causa del dolor no está clara, pero suele asociarse a fumadores.

Los medicamentos para tratar este tipo de dolor de cabeza cambian con respecto a los casos anteriores: topiramato, sumatriptán, verapamilo, esteroides, melatonina, terapia de oxígeno, litio... El objetivo en este caso es reducir la gravedad y la frecuencia de los episodios.

  • Dolor de cabeza por esfuerzo

El dolor de cabeza por esfuerzo es puntual y se relaciona con episodios de ejercicio físico intenso. Por ejemplo, después de correr, al levantar pesas, después de mantener relaciones sexuales, tras un ataque de tos o de estornudos... Suele durar poco y se caracteriza por ser punzante, notándose en toda la cabeza.

Lo habitual es paliarlos con analgésicos de venta libre. A nivel preventivo, calentar adecuadamente antes de hacer ejercicio puede ayudar a evitarlos.

No hay que olvidar que, además de los dolores de cabeza primarios, existen dolores de cabeza secundarios, es decir, dolores de cabeza que son síntoma de otra enfermedad, a veces grave. Es el caso de la resaca por alcohol, pero también de un posible tumor cerebral, presencia de coágulos de sangre, sangrado en el cerebro o alrededor de él, 'congelación cerebral' o dolores de cabeza provocados por heladas, envenenamiento por monóxido de carbono, deshidratación, glaucoma, rechineo de los dientes por la noche, gripe, uso excesivo de medicamentos para el dolor (cefaleas por efecto rebote), ataques de pánico o infarto cerebral.

Por último, en cuanto a cuándo consultar a un médico por un dolor de cabeza, debes hacerlo cuando el dolor sea especialmente fuerte, persistente o recurrente. Debes buscar asistencia médica de inmediato en el caso de que sufras un dolor repentino y extremadamente fuerte; cuando el dolor aparezca tras un golpe en la cabeza; cuando surja simultáneamente confusión, alteraciones visuales, alteraciones en el habla o en el equilibrio; cuando aparezca entumecimiento; cuando vomites recurrentemente; cuando sientas fiebre, convulsiones o pérdida del conocimiento; y siempre que aparezca rigidez en el cuello o sarpullido.