El Gobierno concede el indulto parcial a María Sevilla, expresidenta de Infancia Libre

  • María Sevilla fue condenada por un delito de sustracción de menores

  • María Sevilla había sido condenada en 2020 a dos años y cuatro meses de prisión y a la inhabilitación de la patria potestad

  • La medida de gracia rebaja la pena de prisión a dos años y conmuta la inhabilitación al ejercicio de la patria potestad por 180 días de trabajo en favor de la comunidad

El Gobierno ha concedido el indulto a la expresidenta de la asociación Infancia Libre María Sevilla Sánchez, condenada en 2020 a dos años y cuatro meses de cárcel por un delito de sustracción de menores, en concreto de su hijo. El indulto parcial rebaja la pena de prisión en cuatro meses y la deja en dos años y conmuta la inhabilitación especial al ejercicio de la patria potestad por 180 días de trabajos en beneficio de la comunidad.  Según el real decreto que publica este miércoles el Boletín Oficial del Estado (BOE), la decisión se acordó en el Consejo de Ministros de este martes, a propuesta de la titular de Justicia, Pilar Llop. Según la Ministra de JusticiaPilar Llop, "concurren razones de justicia y equidad de acuerdo a la información que obra en el expediente".

El indulto parcial se ha hecho "atendiendo a las circunstancias de la condenada" y de acuerdo con la información que obra en el expediente de indulto, circunstancias que han llevado a determinar que "concurren razones de justicia y equidad" para su liberación. "Vengo en conmutar a doña María Sevilla Sánchez la pena privativa de libertad impuesta por otra de dos años de prisión", señala el decreto que suscribe la ministra de Justicia, con lo que puede evitar la cárcel.

María Sevilla fue detenida el 30 de marzo de 2019 en una finca de Villar de Cañas (Cuenca) por la Policía Nacional por un presunto delito de sustracción de menores tras incumplir una sentencia que otorgaba la custodia al padre de su hijo y mantenerle aislado y sin escolarizar durante un año.  Según la Fiscalía, la acusada se había instalado en diferentes puntos de España sin que el padre supiera donde estaba, "impidiendo con ello que el menor estuviera con su padre así como que este ejerciera los derechos y deberes inherentes a la custodia que le correspondían". Los agentes detenían a María Sevilla en una finca aislada de Cuenca. Sevilla vivía allí con su actual pareja, la hija de ambos de 6 años, y su hijo de 11 años de otra relación, del cual no tenía la custodia.

Tanto la Fiscalía como el juzgado condenador se manifestaron a favor del indulto parcial a Sevilla en la documentación requerida por Justicia. En los escritos afirmaban que se mostraban favorables a una rebaja de la pena de cuatro meses y dejarla en dos años. Sin embargo, la fiscalía se opuso a suspender o conmutar la inhabilitación de la patria potestad, alegando que la campaña montada en favor de Sevilla en redes sociales por colectivos de la sociedad civil podría entenderse como una incitación a la desobediencia.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha calificado como "madres protectoras" a María Salmerón, Juana Rivas, María Sevilla o Irune Costumero en una entrevista en El programa de Ana Rosa. 

El exmarido de María Sevilla, reacciona: ·"No les importa joderle la vida a mi hijo"

“Solo siento indignación, cabreo, indefensión”. Son las declaraciones de Rafael, exmarido de María Sevilla ante el indulto parcial del Gobierno al diario La Razón en las que señala que no entiende cómo puede ser que la Policía la estuviese buscando tanto tiempo y que un tribunal la condenara por un delito contra un menor y ahora un Gobierno tire todo eso por tierra. “Que restituyan la patria potestad significa joderle la vida a mi hijo y eso parece que no les importa. El niño está enfadado con ella, no quiere ni verla, ya es mayor y es consciente de la manipulación”, sostiene. El padre dice que el niño quedó muy afectado tras el último encuentro con su madre. “Fue antes de que entrara a la cárcel, el 19 de febrero, en el punto de encuentro. Comenzó a registrarle porque está obsesionada con que le está grabando y creía que llevaba una grabadora. Le gritaba: ¡saca la grabadora! El niño se fue muy enfadado y dijo que solo volvía si llevaba a su hermana, para poder verla”. Rafa explica que a él le da igual que salga de la cárcel, lo único que le preocupa es que comience a tener problemas con las pautas de terapia que está siguiendo el menor y que ahora tenga que consensuar con ella. “Ahora habrá que volver a las visitas: él no quiere y le obligarán”