"No quieren estar solos", el mayor temor de los ancianos en el Día Internacional de las Personas Mayores

Paco me riñe porque lo llamo de usted. "Que no te contesto, ¿eh?". Me río. "Vale, Paco, ¿Desde cuándo estás viudo?", pregunto. Él contesta que lleva solo desde hace nueve años. No tiene hijos, ni hermanos, ni padres, "ni perrito que me ladre", asegura Paco.

Paco es ciego, es uno de los cien mayores que reciben la compañía de los voluntarios de la asociación Solidarios de Madrid. Hoy, Día Internacional de las Personas de Edad, lo celebran con una visita por el rastro para ver grafitis. Y lo más sorprendente es que a todos les gustan, incluso dibujan uno en papel con los espray que les traen los monitores.

Casi dos millones de españoles se encuentran solos

Durante la visita conocemos también a Rosa. Ella también está viuda y como no le gusta vivir sola, acoge en casa a estudiantes. Ella corre con los gastos y las jóvenes le dan compañía. "Para mí la compañía no se mide en tiempo, no se obliga. Un día vamos de compras, o comemos juntas... La joven anterior estuvo conmigo cuatro años, ahora se ha casado y tengo a otra", cuenta Rosa.

Esa es su manera de combatir la soledad no deseada. Un mal que afecta a casi dos millones de españoles mayores de70 años. Y siete de cada diez son mujeres.

Los perjuicios de la soledad son psicológicos y también físicos. Estar solo es tan malo como fumarse 15 cigarrillos al día. Tienen más riesgo de sufrir demencia senil, accidentes cardiovasculares, diabetes, depresión, explica José Manuel Marín, médico geriatra. Lo vemos rodeado de mayores en Málaga, en el Maratón de Palabras organizado por la Fundación La Caixa en 14 ciudades españolas para combatir esta lacra.

"Cuando llegan al programa ves que vienen con las cabezas bajas, desanimadas, y luego las vas viendo cambiar: se maquillan un poco, van a la peluquería", cuenta sonriendo una de las voluntarias del programa, Marta García. Todos, ancianos, voluntarios y geriatras coinciden en que la soledad es la mayor pandemia del siglo XXI.

En Madrid, los 25 mayores ya terminan su recorrido y se van a comer juntos. Ha sido un buen día, hoy no han estado solos. Y Paco se despide dando una tarjeta con su número de teléfono "para que me llames y me preguntes lo que quieras".