Tras lo ocurrido con Dani Alves en el reservado de una discoteca de Barcelona, los Mossos d'Esquadra creen que es necesario vigilar más de cerca ese tipo de espacios en los locales nocturnos. Espacios un tanto apartados, "oscuros", en los que no suele haber cámaras de videovigilancia y, por tanto, hay más riesgo de agresiones sexuales y de trapicheo con drogas. Desde el sector, defienden los controles que tienen en los reservados.
Desde la policía catalana exigen que no haya ni un solo rincón sin vigilancia. "Que miren que estén bien colocadas, sobre todo que funcionen... Que no haya zonas oscuras", explica Toni Castejón, portavoz del Sindicato de Mossos Sap-Fepol. Se pide poner especial atención a las zonas más exclusivas, como presuntamente ocurrió con el futbolista brasileño, acusado de violar a una joven de 23 años.
"Los privados siempre tienen una particularidad de privacidad, pero todas las normas y condicionantes establecidos los tiene que cumplir", comenta en este sentido Fernando Martínez, secretario general de la Federación de Locales de ocio nocturno.
La protección debe ser máxima en cualquier parte del local, excepto en los baños. "Tenemos que tener cámaras en todos los puntos de la discoteca. Porque, además, van a ser la mejor arma de defensa que pueda tener la discoteca en la actuación", precisa Martínez. Instrumentos que complementan un protocolo contra las agresiones sexuales que ya aplican 50 locales en Barcelona.
"Es cierto que quizás en las salas VIP, que quedan un poco más opacas, se pueden dar dinámicas determinadas de poder que pueden terminar en agresión o en acoso", señala Laura Macaya, docente experta en la aplicación de la perspectiva interseccional en la intervención social y el diseño de políticas publicas en género y feminismo.
Acabar con la inseguridad en el ocio nocturno nos ha dejado este fin de semana, una espectacular macroredada en Sabadell en la discoteca Waka, un local polémico con varios conflictos a su espalda: hubo 10 denuncias y más de 900 identificados.