Miedo en Bilbao por las oscilaciones del puente de Deusto: "Parece que va a caerse en cualquier momento"

Miedo y preocupación entre los vecinos de Bilbao por las oscilaciones del puente de Deusto
El suelo de la infraestructura vibra cada vez que los vehículos pesados circulan por la zona
El Ayuntamiento de la capital vizcaína señala que la reparación empezará este mismo año
Han pasado ya casi tres décadas desde la última apertura del famoso puente levadizo de Deusto, en Bilbao. Sin embargo, hace un año comenzaron a notarse unas preocupantes oscilaciones. El suelo se mueve, vibra, sobre todo cada vez que los vehículos pesados como los autobuses o los camiones pasan por la zona.
Los cientos de transeúntes que tienen que cruzar por ahí todos los días no pueden ocultar su temor. Aunque los expertos aseguran que no supone ningún peligro, la verdad es que resulta bastante inquietante. Y es que en la retina y en la memoria de muchos está el derrumbe de un puente colgante en India que el pasado mes de octubre dejó más de 140 muertos.
El problema está en el desplazamiento de los cerrojos
El puente de Deusto está en constante movimiento puesto que cerca de 17.000 vehículos pasan a diario. En un primer momento, se pensó que el origen estaba en las piezas que unen la infraestructura, que antes era levadiza. Creían que por el frío podrían tener una cierta holgura, pero no es así. El inconveniente surge en las barras de acero que se emplearon para coser el puente cuando se decidió que no se abriera más, las cuales en este momento se están desplazando.
"Es muy desagradable, me pone muy nerviosa. Parece que esto va a caerse en cualquier momento", afirma una mujer en pleno movimiento, mientras una joven reconoce que "se nota bastante". "Se te suben las tripas", dice otra chica.
Unos brincos que sobresaltan incluso a los vecinos más osados de la capital vizcaína. "Un día vamos a salir volando", indica en cierto tono bromista un hombre, mientras que la mujer que le acompaña manifiesta que "llevamos muchos años pasando y últimamente se nota más". El bamboleo resulta por lo tanto algo alarmante, como destaca otra señora: "Sí da miedo, impresiona un poco".
Uno de los vecinos explica que "no hay punto de sujeción fijo". Dicha teoría se aproxima porque el problema de estas oscilaciones es el desplazamiento de los cerrojos que se utilizaron para sellar el puente. El Ayuntamiento de Bilbao ha señalado que las obras para su reparación empezarán este mismo año.
