La Policía Nacional libera a siete mujeres obligadas a prostituirse en Sabadell, Barcelona

  • La Policía Nacional ha rescatado a siete mujeres obligadas a prostituirse en un piso de Sabadell

  • Las mujeres eran captadas en Colombia bajo la falsa promesa de un empleo como cocineras en España

  • Se ha incautado material documental e informático relacionado con la actividad delictiva, como libretas de contabilidad y agendas

La Policía Nacional liberó el pasado 6 de marzo a siete mujeres de nacionalidad colombiana que eran obligadas a prostituirse en un piso de Sabadell, Barcelona. Los agentes trabajaban en una operación policial contra una organización criminal especializada en la trata de seres humanos en la que se ha detenido a cinco personas, de las cuales dos han ingresado en prisión. Las mujeres eran captadas en Colombia bajo la falsa promesa de un empleo en España y a su llegada al país, les arrebataban el pasaporte, teléfono móvil y el dinero. En Zaragoza, seis mujeres víctimas de explotación sexual fueron igualmente rescatadas por la Guardia Civil, así como la liberación de 17 mujeres a manos de una organización criminal en Sevilla.

En la operación se detuvo a cinco responsables de la organización, se liberó a siete mujeres y se identificó a otras 13 víctimas potenciales.

Según ha informado la Policía Nacional, en el dispositivo policial se han practicado dos entradas y registros en dos inmuebles de Sabadell, en el que además de la liberación de las víctimas, se ha incautado abundante material documental e informático relacionado con esta actividad delictiva, como libretas de contabilidad y agendas. La red criminal encargada de esta trata de personas estaba dedicada principalmente a la explotación sexual, aunque también estaba involucrada en blanqueo de capitales y tráfico de drogas.

La organización criminal prometía a las víctimas trabajo y vivienda en España

El 'modus operandi' de la organización consistía en captar a sus víctimas en Colombia bajo la falsa promesa de un empleo en España como cocineras, incluyendo así el alojamiento y la comida. Tras pasar los controles fronterizos y entrar en España como turistas, una vez en Barcelona las mujeres eran conducidas por un miembro de la banda hasta una cocina clandestina, donde las encerraban en un sótano con llave y las obligaban a entregar su pasaporte, teléfono móvil y dinero.

El piso donde las víctimas se encontraban retenidas, contaba con cámaras de seguridad que ayudaban a mantenerlas constantemente bajo control. Las mujeres era explotadas sexualmente en dicho piso y debían estar disponibles las 24 horas del día; eran obligadas a consumir estupefacientes y a mantener relaciones sexuales aun estando enfermas, pues convivían hacinadas en un habitáculo insalubre donde compartían cama.

En más de una ocasión, las víctimas llegaron a ser golpeadas y agredidas por los propios clientes. Los integrantes de la organización criminal eran los que gestionaban los teléfonos, ofrecían los servicios a los clientes interesados, asignaban los mismos a las mujeres y establecían las tarifas y los modos de pago.

De los cinco detenidos, acusados de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, blanqueo de capitales y delitos contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas, dos han sido ingresados en prisión y los otros tres han quedado en libertad con cargos. El operativo fue llevado a cabo por agentes del Grupo IV de la Jefatura Superior de Barcelona y el Grupo I de Alicante.