Sangre y casquillos: cómo un registro por drogas en Alicante acabó a tiros

Un tiroteo en Alicante ha terminado con cuatro agentes de la Guardia Civil heridos. Ha sido como en una de las series de los carteles de la droga. Todo ha sido durante una operación antidroga. Un narcotraficante ha abierto fuego durante el registro de un chalet. Él y su hijo, que se habían atrincherado con escopetas de caza. Ambos han sido detenidos junto a otros cuatro miembros de la banda.  

Fue a las siete de la mañana cuando se puso en marcha la operación antidroga. Los agentes llegaron a la casa con la orden de registro, pero nadie respondía. Toman la decisión de forzar la puerta. Cuando entran son recibidos a tiros. El padre de 73 años y su hijo, presunto narcotraficante, se atrincheran en la vivienda.

Sangre y casquillos en la escena del tiroteo

Disparan contra los agentes, hiriendo a cuatro guardias. El más grave recibe un impacto en un brazo. Varias balas rebotan y alcanzan otros compañeros. A ninguno de gravedad. Finalmente, los agresores son detenidos.

En la escena del tiroteo, aún se ve la sangre y casquillos esparcidos. En el registro a la vivienda, encuentran un arsenal de armas. La familia da otra versión de los hechos. Habla de una familia de cazadores y de miedo al creer que iban a robar. Pero la realidad es que tanto el padre como el hijo están detenidos junto a 4 personas más. El presunto narco estuvo en prisión por trafico de drogas y en esa vivienda explotó un laboratorio de droga en 2011.