Si recientemente conocíamos la conmovedora imagen protagonizada por el entrenador de rugby Kevin Sinfield al cruzar la meta de la maratón de Leeds con su compañero enfermo de ELA en brazos, nuevamente el deporte no deja de mostrar que puede ser un entorno ideal para la integración de jóvenes como los que protagonizan el documental ‘Fanáticos de lo real’, que cuenta la historia de José Antonio, Pedro y Rebeca: tres deportistas con discapacidad que, en el terreno de juego, no ven obstáculos, sino oportunidades.
Pedro, ‘El Araña’, no deja pasar un día sin desayunar en el bar. “Primero zumo y después café”, cuenta, explicando cómo empieza su rutina para entrenar, motivado al máximo por defender su portería en el Cádiz Genuine: “Cádiz para mí es muy grande”, recalca.
Por su parte, a José Antonio cada brazada le acerca a sentirse uno más; a buscar su independencia a pesar de su discapacidad: “La piscina me encanta, me gusta mucho la natación”, cuenta.
Es utillero y, además, goleador del Córdoba Genuine: “Tengo una vida muy activa, como una persona muy normal y corriente”, subraya.
Del mismo modo, Rebeca encontró en el fútbol la manera de salir de su burbuja: “La discapacidad no es nada. No es nada malo ni nada. Somos gente normal”, apostilla.
Ahora está lesionada, y por eso la echan de menos en su equipo en Valencia: “Soy una niña que mete goles”, explica, sonriente.
Todos ellos han encontrado en el deporte, –el fútbol–, el camino para integrarse.