¿Por qué no es bueno dormir con la puerta de la habitación cerrada?

Dormir con la puerta cerrada puede disminuir la circulación de aire fresco y reducir la oxigenación en la habitación
Sin embargo, la puerta cerrada puede retrasar la propagación del fuego en caso de incendio
Experta advierte de que dormir menos de 7 horas se asocia "a un mayor riesgo de numerosas enfermedades"
MadridCuando llega la hora de dormir nos enfrentamos a una serie de decisiones que afectan directamente a la calidad del sueño. ¿Persianas subidas o bajadas? ¿Calefacción encendida? ¿Puertas abiertas o cerradas? Y es que cuando se trata de dormir con la puerta de la habitación cerrada o abierta, hay múltiples aspectos que debemos tener en cuenta, y cada uno de ellos tiene una serie de implicaciones significativas en la salud y la seguridad. Entre los diversos aspectos a considerar podemos encontrar motivos médicos, psicológicos y de seguridad, lo que hace que la elección no sea tan simple como podría parecer a primera vista.
Aspectos de salud y seguridad al dormir con la puerta cerrada
Lo primero que debemos tener en cuenta es que dormir con la puerta cerrada puede disminuir la circulación de aire fresco y reducir la oxigenación en la habitación. Según los expertos, esto puede provocar efectos negativos como dificultades para respirar, mareos, alergias y cansancio. Una buena ventilación es crucial para mantener los niveles adecuados de oxígeno y garantizar un sueño reparador. Otro aspecto importante a tener en cuenta es que dormir con la puerta cerrada puede influir en la temperatura de la habitación, posiblemente haciéndola más cálida y menos confortable para algunas personas.
Por otro lado, para muchas personas, cerrar la puerta de la habitación al irse a dormir es sinónimo de seguridad y privacidad, lo que contribuye a una sensación de confort y tranquilidad durante la noche. A esto se suma que dormir con la puerta cerrada es, ciertamente, una barrera extra que nos protege, por ejemplo, en caso de incendio, ya que la puerta cerrada puede retrasar la propagación del fuego y del humo, ayudando a mantener un ambiente más seguro y respirable durante más tiempo en situaciones de emergencia. El uso de detectores de humo, monitores de CO2 y otros dispositivos de seguridad puede proporcionar tranquilidad y una capa adicional de protección, permitiendo a los individuos dormir con la puerta abierta sin sacrificar la seguridad.
Un enfoque equilibrado entre tener ventilación y percibir cierta sensación de seguridad puede ser mantener la puerta parcialmente abierta o utilizar otras estrategias para mejorar la ventilación sin sacrificar la seguridad. Por ejemplo, se pueden dejar abiertas pequeñas aberturas en ventanas, si el clima lo permite, o utilizar sistemas de ventilación o purificadores de aire que permitan mantener un flujo constante de aire fresco.
En definitiva, la decisión de dormir con la puerta cerrada o abierta también debe tomar en cuenta factores personales como las condiciones de salud, las preocupaciones de seguridad y las preferencias de comodidad de cada individuo. Debe además basarse en una cuidadosa consideración de los beneficios y riesgos relacionados con la salud, la psicología y la seguridad. Mientras que mantener la puerta abierta puede mejorar la ventilación y la calidad del aire, cerrarla puede ofrecer protección adicional en caso de emergencias como incendios. Un enfoque equilibrado y personalizado, que tenga en consideración las necesidades y circunstancias individuales, puede proporcionar la mejor solución para cada persona.
