"Yo te saco al perro y tú me cambias la bombilla": la plataforma colaborativa para mayores de 55

La plataforma que funciona en Portugal tiene 4.500 personas mayores de 55 años apuntadas
Los trabajos o servicios realizados se cobran o se pueden intercambiar por otros servicios
Este año dará el salto a España, y tras el verano comenzará el proyecto piloto en Barcelona
En España casi la mitad de los mayores de 50 años están fuera del mercado laboral. A veces, porque uno quiere, y las más veces, a la fuerza. Dejar el trabajo, las rutinas diarias, puede traer consigo graves problemas: la incertidumbre económica y la sensación de falta de propósito pueden generar altos niveles de estrés; la autoestima cae bajo mínimos; te asilas socialmente y dejas de realizar tareas que exigen esfuerzo físico y mental, con el deterioro que ello conlleva.
Por otro lado, es un despropósito que una sociedad tan envejecida como la nuestra desperdicie un capital humano de tanto valor. Todo esto rondaba por la cabeza de la jienense Elena Durán cuando decidió liarse la manta a la cabeza, dejar su puesto y su prometedora carrera en Unilever para montar 55+. “Era 2017 y sentí que tenía que hacer algo que tuviera significado, que sirviera para las personas, para la sociedad, y sabía que tenía que hacerlo porque si no, me iba a arrepentir, así es que dejé mi trabajo y me lancé”, cuenta Elena, la creadora de 55+ a Uppers.
Lisboa
La aventura comenzó en Lisboa, ciudad donde la vida le había llevado unos años antes y de la que se enamoró. En Portugal existe el mismo problema que en España, así es que se tomó unos meses para estudiar bien el tema, llamó a algunas puertas del ayuntamiento de Lisboa y de algunas entidades locales, y su propuesta fue bien acogida.
La idea es sencilla, crear una plataforma de personas de 55 o más años, que por distintas circunstancias estén inactivos, desempleados o jubilados, que realicen servicios útiles para otras personas del barrio, de cualquier edad. Son servicios sencillos, reparaciones de electricidad o fontanería, de jardinería, pintura… A cambio, estas personas reciben un pago por sus servicios. Son pequeñas cantidades, pero pueden ayudar complementar los ingresos. El pago por estos servicios se puede también intercambiar por otros servicios de otras personas de la plataforma. Y también se pueden donar servicios, para que personas que no pueden pagar servicios puedan beneficiarse de donaciones de servicios de otros compañeros de la comunidad.
Pagos
Pero la recompensa más interesante para la gran mayoría de los integrantes de la plataforma es el encontrar un nuevo propósito. “Así nos lo cuenta la gente cuando hablamos con ellos. Por ejemplo, Rui Viterbo, que trabajó en la Cámara Municipal de Oporto toda su vida y se prejubiló a los 61 años. Tras dos años jubilado se sentía perdido, era mañoso y ha encontrado una forma de volver a ocupar su tiempo, de sentirse útil. O como Manuela Moutoso que trabajó en Deloitte muchos años y llevaba una vida muy activa que le encantaba. Pero con la jubilación llegó el vacío y nos contaba que en ocasiones se arreglaba y bajaba a comprar solo para relacionarse con más gente”, explica la CEO de 55 +.
La idea que cuajó en Lisboa fue muy bien acogida por la gente, y pronto recibió apoyo de fondos europeos para la innovación social que hicieron posible su expansión a otras ciudades como Sintra, Cascais, Oporto, Aveiro, Coimbra, y varias ciudades del Algarve…
Retos
“Tenemos hoy 4.500 personas en la plataforma, pero en Portugal hay 2.500.000 de mayores de 55 inactivos. Queda mucho por hacer. Nuestro gran reto es llenar de actividad la plataforma para que los que están apuntados puedan tener mucha actividad”, cuenta Elena.
De cada servicio realizado reciben una pequeña comisión para sostener la plataforma, pero todavía no son autosuficientes, y el concurso de las administraciones, empresas y otras entidades es necesario para seguir adelante.
Ahora dan el salto a España. Un programa de la Fundación Ship2B les permitió contactos interesantes y mentores para implantar el programa en España. Un premio patrocinado por la Fundación Entrecanales Azcárate y la Fundación Sabadell de 50.000 euros ha sido el espaldarazo definitivo, que les permitirá hacer realidad el proyecto piloto en Barcelona, con la intención de expandirlo pronto a otras ciudades. “En mayo tendremos la plataforma terminada y queremos arrancar en septiembre con el piloto en Barcelona, el ayuntamiento está colaborando con nosotros y vamos a trabajar con las entidades que ya actúan en el territorio. Pensamos que aquí puede tener mucho más desarrollo que en Portugal”, asegura Elena Durán.

